Sinopsis
El singular y visionario arte de Gustave Moreau se distanció tanto de las innovaciones del realismo y el impresionismo como del rigor clásico del arte académico. Sus lienzos muy elaborados y de rica ornamentación, su personal interpretación de los temas mitológicos y bíblicos, y la reserva que rodeó su vida privada contribuyeron al nacimiento del mito de un artista aislado del mundo. Los críticos han etiquetado a menudo a Moreau como pintor simbolista, calificación que el artista rechazo siempre de forma rotunda. Intentó crear un arte dirigido sobre todo al imaginación del observador; introdujo asimismo brillantes y sorpredentes innovaciones técnicas y estilísticas.
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