Bueno, digo "primeras responsables" (no mayores) de un modo literal, porque cronológicamente la influencia social va antes que la capacidad de decisión de uno.
Pienso que tanto individuo como sociedad tienen culpa.
Las mías eran meras reflexiones al aire que no pretendían defender ninguna postura en concreto (no sé si una un poco más que otra). Aunque entiendo que en una discusión no sea justo pretender estar en misa y repicando.
Sálvame es un buen programa de televisión, pero pésimo en contenidos. Hay y había programas del corazón que eran una mierda en ambas. Para mí es mucho peor un producto edulcorado, pero con el mismo mal fondo (el cotilleo más cotilla), como aquello aburguesado que presentaba la Igartiburu (a la que me cuesta imaginarme tirándose un pedo), que Sálvame. Que evidentemente da mucho asco, aunque sabe entretener si te va el tema cotilla. Yo tengo perdido algo de tiempo con el que hechan por la noche. Lo sé, lo sé, no me lapidéis. Lo cierto es que me pone reconocer estas cosas.
Apunto he estado de equipar a La naranja mecánica con Sálvame, jaajaj, pero dejaré al bueno de Kubrick tranquilo, que ya me he avergonzado públicamente bastante con lo de Sálvame...Pero ambos contenidos son igual de malos, que conste, jjaja
A mí sí me preocupa en determinados temas lo que fue primero. No por la absurdidad en sí misma de las duda, sino porque ese planteamiento es el único que nos puede ayudar a sacar del cazo lo que hace que huela mal y depurar responsabilidades.
@Atticus , en un párrafo dices que la sociedad es la mayor responsable, y en otro que si no se nos da lo que queremos. ¿En que quedamos? . Hasta que no seamos capaces de asumir nuestra parte de responsabilidad en este mundo la culpa siempre será de los políticos, de las series, de la banca, de las transnacionales... Pero al final, quienes votan somos nosotrxs, quienes ven la tele somos nosotrxs, quienes tienen una cuenta somos nosotrxs, quienes compran ropa, artículos, alimentación somos nosotrxs.
No hay una dicotomía bien común versus mercado. ¡Somos los mismos! La gente, y de la gente depende pedir bien común o ser producto de mercado. A ver si ahora el Sálvame sigue en antena porque no saben qué poner y su share es más bajo que un gnomo bajo tierra.
No es que se le dé a la gente lo que quiere, que coincido que puede contener una inmoralidad, pero lo mismo tendríamos que plantearnos cuál es nuestra moral individual, porque vemos lo que se nos da, y lo peor es que ¡nos gusta! Porque en la sociedad del Internet alternativas hay a centenas. El pan y el circo de Juvenal. Nunca pasa.
Estimulante intercambio de notas. Bueno, me voy a leer, que un tal Henry James me está esperando en el patio.
Existe una eficaz vacuna a la paranoia: la desconfianza en la capacidad humana de organizarse de manera directa; mi paranoia es más impersonal. ¡Ni si quiera hay razones para confiar en que seamos agentes de nuestros gustos y deseos! ¿A alguien le extraña que en una sociedad sin tiempo ni capacidad de profundizar, que consume sensaciones en lugar de explorar sus emociones, de atención fragmentada, pasión por la imagen y olvido del ser tengan más éxitos Las sombras de la grey que el Ulises? Cada estructura histórica, con su economía y su cultura, posibilita unos gustos. Y estos son los nuestros. (Concededme que el gusto es adquirido, vamos, ¿o el genotipo de Cervantes nos dirá si le hubiera gustado Joyce?) Sería bueno que nos reapropiáramos de su deriva (la de los gustos), porque las editoriales sólo se preocuparan por sus ingresos.
Entiendo que una empresa necesita incrementar su rendimiento a cualquier precio moral, estético y humano, y es que en este estado de cosas si no lo hacen dejan de ser competitivas; y claro que es más fácil y conveniente fabricar y vender libros malos que otros más costosos de escribir (porque contienen más literatura); pero sería de agradecer que la política del estado y de distintos colectivos culturales apuntaran en una dirección distinta. Nos desviamos, pero este era el origen de la disputa: las políticas (o falta de ellas) de fomento de la lectura a propósito del día del libro. Coincidiría con la opinión de Enrique Redel si no fuera por su énfasis en el libro como fetiche. Pero sí, ayudaría mucho más que Rajoy leyera algo que no fuese el Marca.
Más que un cambio interior necesitamos una logia masónica-illuminati que desenmascare, atente y cambie el gusto predominante, ése instaurado por una “conspiración” que, me temo, poco tiene de humana. Una comunidad de lectores. Y con apartado de notas.
Interesante entrevista aunque no coincido en muchas cosas con él. Me da la impresión de aquel pecado que solemos cometer todos de mirarnos demasiado el ombligo...
No obstante un simple correo para decir que coincido plenamente con Atticus y Poverello. Evidentemente todo es un círculo y todo se retroalimenta con lo que es absurdo emplear visiones bipolares de huevo versus gallina. Pero dicho esto, tiendo a pensar siempre en ¿cuál es mi responsabilidad en esto? antes que en el opuesto ¿quién es la logia masónica-illuminati que está detrás de este mal?
En general tenemos lo que nos merecemos y buscamos. De verdad, sean de corte comercial o no, me juego el cuello que las editoriales no están pensando "vamos a ver si atocinamos a la clientela para poder vender el mismo libro una y otra vez que es más sencillo". Y todo ello además en conciliábulo secreto con gobiernos y bancos. Simplemente es un círculo vicioso, 50 Sombras de Grey se vende más que Ulises y punto pelota. Por tanto, si tienes una editorial y tienes que dar de comer a tus empleados y a tu familia, ¿cuál es el próximo libro que editas: Ulises o 51 Sombras de Grey? (Porque os recuerdo que a Iberdrola, Gas Natural y al tendero de la esquina les importa un bledo el porqué no puedas pagar la cuenta de la luz o la compra, y además es absolutamente lógico que les importe un bledo).
La responsabilidad de lo que recibimos es nuestra, por pedirlo por acción o por omisión. No echemos balones fuera. Aunque bien es cierto que lo que pedimos depende de lo que conocemos. Maldita circularidad. Pero ya metidos en el fregado, nuestro "consumo" marcará lo que a futuro recibiremos. Y como no puedo "consumir" por el vecino, pero sí por mí, menos quejarme y más aplicarme el cuento que quiera estar contando en cada momento.
Cristiano Ronaldo tendrá un sueldo desmedidamente grande y obsceno, pero os juro que no será por mi colaboración al respecto. Pero realmente tampoco soporto escuchar que "Cristiano Ronaldo tiene un sueldo desmedidamente grande y obsceno" en boca de nadie. Lo tiene porque entre todos lo queremos (incluyéndome yo mismo en el grupo). Cristiano Ronaldo no es culpable de nada y hace extremadamente bien en exigir ese sueldo y más si puede (mientras cumpla religiosamente con sus impuestos, si no será un puto ladrón). Pues con 50 Sombras de Grey ídem de ídem. (Y además, aunque pueda ser remota, siempre existirá la posibilidad que de 50 Sombras de Grey se acabe llegando a Ulises).
La sociedad, y el contexto en el que nos desarrollamos, son los primeros responsables; lo cual no exime al individuo de dicha responsabilidad a la hora de elegir contenidos una vez formado (aunque para entonces quizá sea ya tarde).
Si uno no quiere Facebook ni Whatsapp que no lo tenga. Yo no lo tengo (aunque reitero lo difícil de no elegir aquello que casi nos obligan a elegir para no sentirnos desplazados).
Por otro lado, ¿no será que lo que vende gusta y por eso vende y no porque se nos obligue a que tenga que gustarnos?.
En un rincón íntimo como lo es SdL, hecho por y para lectores, y siendo su intimidad, en teoría, enemiga del componente comercial, social y más mediático de una Filmaffinity o Entrelectores, es curioso observar cómo los libros más leídos y mejor votados (atendiendo al top de la propia página) son: Canción de hielo y fuego y El señor de los anillos.
Supongo que nadie es una isla, para bien y para mal.
Unos apuntes a vuela pluma. Mientras exista la literatura como campo diferenciado habrá más literatura en unas obras que en otras (¿sigue existiendo “lo literario” a Harold Bloom se lo comen cada vez que trata definirlo). La mayoría de no-lectores que conozco leían como entretenimiento de prestigio en el pasado, sobre todo (¡ojo!) en nuestra larga adolescencia (o en buen castellano: “young-adult”) y lo han dejado tan pronto como “subieron de nivel” al de no tener tiempo para estos lujos. Tal vez en verano.
Como lectores podemos permitirnos ser rigurosos y no creer en la causalidad. A quién le importa la anterioridad del huevo o la gallina mientras coexistan en el cazo. Vivimos bajo el paradigma hegemónico del consumo y sus múltiples elementos se fortalecen entre sí. (¿Qué lugar desempeña en ello la ideología del “cambio interior” y su meca, California?). Sólo podemos señalar las contradicciones internas del paradigma, como la desincentivación a la lectura fuera de la adolescencia en las campañas basadas en el entretenimiento y consumo de experiencias, y pedir que los esfuerzos públicos se dirijan al bien público y no al mercado.
Siempre quise jugar al Baldurs Game. Pero la lectura es larga, la vida es corta y los videojuegos interminables.
A mí lo que no me queda casi nunca claro es qué fue antes, si el huevo o la gallina. ¿Las ferias y campañas de 'fomento de la lectura' incitan a leer literatura de circunstancia o publicitan lo que la sociedad en general quiere leer? Me gustaría pensar que lo primero, porque se siente uno mejor, considerando la bondad del individuo frente a la lacra de una sociedad de consumo y bla, bla, bla, pero en buena medida y en determinados aspectos me paso al lado oscuro de la decisión y voluntad del individuo frente al poder de los medios. En la actualidad el nivel de estímulos es casi alarmante, ji. Cuando era chico leía mucho, pero es que había dos cadenas de televisión, no existía el ordenador, ni la Nintendo, ni el 3D, apenas los videoclips... Incluso en las pelis podías ver una secuencia de más de cinco segundos sin cortes de plano y la gente no pensaba que era la mar de lenta.
Aunque sea poco gratificante para nuestro ser, el consumidor tiene una gran responsabilidad en todo lo que se le ofrece. En una sociedad de consumo inmediato la peña preferirá siempre ir a ver una peli de acción (que de hecho cada vez las hacen más cortas) que meterse entre pecho y espalda una novelaca que te va a llevar más tiempo, un tiempo que preferimos invertirlo en estímulos también inmediatos, como los videojuegos, redes sociales... El Facebook es el ejemplo de ello, o el WhatsApp. En Facebook, en un segundo puedes compartir una información o noticia de la que la mayor parte de las veces sólo has leído el titular o en Diagonal, y en el WhatsApp tu estado lo sueltas en un plis, en una frase... No hay que explicar nada, ni esforzarte nada. Si queremos decir que eso es culpa de Zuckerberg pues vale, pero más bien no.
Una empresa, una distribuidora, una editorial publica, saca al mercado lo que vende. Ayer mismo comentaba en esta línea con Faulk en Filmaffinity. La Marvel es más casta que una beata de 102 años, pero cuando le ve los dientes al lobo de que se la coman por sopas, habiéndose negado en su momento a publicar bajo su sello editorial Kick-Ass (lo hizo con Icon) y a producir la peli, ahora nos saca "Deadpool": bizarra, borde, obscena y en la que salen hasta pechos turgentes. Ya te digo. Se hace lo que se vende, lo que el público demanda, punto pelota, y en buena medida de nosotros y nosotras depende que esto no siga siendo así. De la educación que damos a las generaciones futuras, en casa, en los coles, del uso responsable de Internet y lo que vaya a llegar (que miedo da)...
Pues eso . Que es mu' temprano y ya tengo el cerebro casi 'derretío'.
Jodido Tharl, que me hace buscar palabras que no conozco (solipsista) para seguirle el rollo, jaja.
Aquí uno al que le van los videojuegos. Ahora bien, yo nunca los he entendido como un arte.
Lo que sí creo es que el tiempo los ha puesto en un mejor lugar y ya no sólo se sienten como algo para niños, sino que un adulto puede disfrutar de ellos sin ser mirado como un bicho raro. Lo que también creo es que este nuevo estatus les ha valido a muchos para pretender hacerlos pasar por lo que no son (aunque existan propuestas enormemente bellas e interesantes).
Baldurs Gate es uno de mis preferidos de todos los tiempos.
Perdón por venir aquí a comentar siempre cosas que no tienen que ver con libros.
Soy como un troll pero bueno.
Ya pero el problema es que quién "establece" universal y biunivocamente que Las Aventuras de Tom Sawyer, El guardián entre el centeno o mi amada Historia Interminable son mejores o más recomendables (insisto, con carácter absoluto) que, yo qué sé, El guardián invisible o simplemente La vieja familia. Aquí hay un usuario (creo que usuaria, que lo mismo da), que muy, pero que muy respetablemente le ha cascado un 10 al segundo que menciono y mi reseña al respecto deja clara mi "opinión" sobre su calidad...
Entonces, prejuzgar que estos dos últimos libros (y sobre todo el primero) han recibido atenciones "inmerecidas", (al menos comparativamente), por parte de poderes fácticos o públicos es cuanto menos arriesgado... Salvando las distancias temporales, que alguien me explique qué diferencia hay con Alejandro Dumas en su época... (que a mí me gusta poco tirando a nada, pero que en general supongo que escolásticamente tiene etiqueta de" bueno"...)
Insisto, todo muy peliagudo, pero entiendo claramente que los best-sellers de diseño tengan preferencia en promoción. Pero afortunadamente, hoy en día es muy fácil que cada uno vaya buscando su campo. Y además lo normal es que esta búsqueda profundice poco a poco en "complejidad" y "expectativas", es decir que "suba el nivel"... sin que, la verdad sea dicha, yo tenga muy claro que es a la postre lo que quiero decir con ninguno de esos tres conceptos entrecomillados.
Esta vez fui prudente y hablé de cómo se lee. Si algo me ha enseñado la universidad es que la lectura de un clásico puede ser idiota y la de un “best-seller” enriquecedora. Un texto sigue siendo un objeto y en unos hay más literatura que en otros; pero hay muchas formas de leer, no todas literarias-formalistas, y nada es tan malo que no sirva de mal ejemplo si el lector es atento. Mi duda es si las campañas que animan a la compra de libros, perdón, a la lectura, desde el argumento del entretenimiento y consumo de experiencias no estarán fomentado unos hábitos de lectura y una forma de concebir la literatura contraproducentes. Primero en tanto lectores y, segundo, como consumidores que acabarán desplazando la lectura a un tiempo cada vez más escaso donde no puede competir con productos más estimulantes.
Puede que sí sea perjudicial. ¿No sería posible y más beneficioso para todos incentivar la profundidad lectora antes que lo contrario? Existiendo libros como Las aventuras de Tom Swayer, El guardián entre el centeno o La historia interminable, ninguna falta hace sombra alguna en la literatura para iniciarse. Ocurre lo de siempre, que es más rentable vender un producto de calidad ínfima, obsolescencia programada y fácil reproducción y desplazar la competencia artesanal que apoyarla. Basura para la mayoría y “autoría” solipsista para la minoría…
Con los videojuegos y la pretensión artística que algunos quieren darles tengo una relación ambivalente. Puede que su mayor potencial y desgracia sea la de ofrecer una experiencia virtual más allá de la cuarta pared del arte. Da qué pensar y probablemente el formato esté decidiendo hoy día su futuro. Quince años y muchas libros después, yo siento la misma nostalgia por “Metal Gear Solid (1)” que por mis primeras lecturas. (Me has recordado este artículo: jotdown. ; por supuesto no lo leí entero, que es Jot Down).
Ufff, @Tharl . Entiendo perfectamente tus sentimientos y parte de lo que dices, pero hay que tener un poco de cuidado o se te puede malinterpretar intencionada o accidentalmente con gran facilidad...
No sé, el intentar separar entre literatura "buena" y literatura "mala" es un tema MUY espinoso y con altas probabilidades de acabar en el esnobismo y el elitismo. Por tanto incluso aunque realmente pensamos que muchas acciones van encaminadas solo a la "mala" porque es la que vende, pues yo sigo estando de acuerdo. Puede que no todo el mundo acabe leyendo el Quijote, (por cierto, cuya primera parte me pareció insufrible años ha...; otra asignatura pendiente, aunque, a decir verdad, no sé ni si me volveré a matricular en ella)... Pero sí sé que si hoy me pongo a leer sin haber tocado un libro en mi vida, (no sea que me dé alergia), leo antes 50 Sombras de Quien Sea que el Quijote. Por tanto, bienvenidas sean las 50 Sombreas de Quien Sea aunque solo sea para iniciarme en esta maravillosa Historia Interminable (y aunque no me inicien en nada, también).
No obstante, esta nota que escribo hoy es para ser aún más sarraceno y hereje... Muchas veces vemos en estas notas frecuentes referencias cruzadas con cine y/o música. Y hoy me atrevo a hacer otra referencia cruzada con ese "mal" de inicios del S.XXI (y finales del XX realmente): la Nintendo...
Descerrajar marcianos o marcar goles virtuales, con o sin amigos, evidentemente es por sí solo un gran entretenimiento para quien le guste, pero mi recomendación va por otro derrotero. Evidentemente este nuevo medio también permite contar historias BUENÍSIMAS de una manera muchísimo más visceral e inmediata que el propio cine o incluso la literatura dada la obligatoria participación del receptor... Y personalmente no puedo de dejar recomendar dos a este respecto: SOMA (de Frictional Games: somagame. que acabo de terminar casi, casi con una lagrimita cayendo del ojo, (y un buen saco de sustos y agobio en el cuerpo no os penséis), y, sobre todo, la preciosísima joya que me pareció hace unos meses The Vanishing of Ethan Carter (de The Astronauts: theastronauts./#our-game).
Dos claros ejemplos de cómo el arte de narrar lo infecta afortunadamente todo cuando hay alguien inspirado detrás...
No lo hay.
@Angelillo (cof cof cof)
Y FELIZ DIA DEL LIBRO atrasadísimo!!!!