Salakov, yo no quiero ver morir a mi cultura (lengua, literatura), y por eso pienso cómo lo hago. Entender que el nacionalismo gallego de izquierda (porque lo es aunque tú no quieras verlo así) es una mera y garrula exaltación patriótica con la que establecer límites (el mundo moderno funciona a base de los mismos. No digo que sea lo mejor, digo que es lo que hay), es no entender o no querer entender lo más mínimo el contexto en el que se produce. ¿El resto? Bienintencionada filosofía sobre castillos en el aire que en nada ayuda a dar solución a injustos y tangibles problemas culturales, sino más bien a justificar la indiferencia que ciertas problemáticas a uno le producen mientras las tacha de absurdas. Es una filosofía tan hermosa como de cartón piedra. Eso sí, quedar, queda bonita y dota al que la expone de una increíble capacidad para no mojarse mientras aparenta estarlo haciendo.
Mi anterior mensaje, por cierto, era una respuesta al penúltimo tuyo.
Pido disculpas por sacar el tema. La política siempre es un tema espinoso. Intentaré evitarlo en un futuro (lo cuál me vendrá bien para que no me cojáis manía, jajaja. Tanto tiempo pareciendo buen chaval y ahora resulta soy un loco radical).
Está bien reforzar la opinión propia con frases célebres de terceros. Siempre le da empaque al asunto. No quisiera ser menos (de Castelao -un escritor que muchos españoles no conocen de nada siendo alguien realmente importante. ¿No somos todos tan españoles, por qué no se enseñan también a estos escritores en las esucuelas españolas, o es que sólo formamos parte del estado español para aportar nuestros recursos materiales pero no nuestra cultura?. Es curioso eso de "por qué separar y no unir", ¿acaso alguna vez ha existido verdadera intención para ello?-):
"Si aún somos gallegos es por obra y gracia del idioma"..........No ha cambiado mucho la cosa.
"En Galicia no se pide nada. Se emigra"
"Si la cultura es el mejor fruto de la nación, será preciso reconocer que no hay vida nacional única donde existan diversas culturas".
"Solamente preservando nuestras energías autóctonas, nuestra capacidad creadora, es como podremos contribuír a la civilización universal incorporando a ella nuestras creaciones inéditas". Ésta me parece especialmente adecuada para darte respuesta.
"No: el internacionalismo eficaz no deserta de las patrias, sino que las transforma en órganos de una nueva humanidad". Ésta también debiera ser de tu interés.
"Una lengua es más que una obra de arte; es matriz inagotable de obras de arte"
"Los ingleses ultrajan a los escoceses; los franceses a los bretones; los castellanos a los gallegos. Y todos esos ultrajes no son más que un reconocimiento tácito del "carácter nacional"
En cuanto a lo que opino yo, por si no ha quedad claro: me la bufa Españññña, me la bufa mucho. Me la bufa Cataluña. Me la bufan Euskal Herria, Galicia, Escocia y Quebec.
Y estoy a favor de votar, ya que se me ha preguntado. Pero me la bufa dicha votación, me parece un absurdo, una mentira, una farsa, una nada, no me interesa. Como no me interesan las patrias, las fronteras, las banderas, ni los sentimientos nacionales, las grandes mentiras y cánceres del siglo XX, del que parece que poco o nada hemos aprendido.
Yo creo en el género humano así en general —y me cuesta, ojo—, y en una solidaridad universal y global, sin carnets de identidad, ni razas, ni colores de piel. Ya sabéis, aquello que dijo John Donne: «Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.»
Pues eso. Así opino yo.
Decía Unamuno (que tranquilamente puede ser el mejor escritor en español del siglo XX, aunque de patriotismos tampoco era el más indicado para hablar) lo siguiente:
«El nacionalismo es la chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones de mala historia.»
Por su parte, Pío Baroja aseveraba que:
«El nacionalismo es una enfermedad que se cura viajando.»
Y si os han parecido duras, no queráis saber lo que opinaba Schopenhauer sobre el tema...
Comenzando por lo de Escocia: A los escoceses se les prometió, en caso de ganar el NO, que mejorarían sus derechos y libertades como escoceses (algo impensable en España). Aquí, directamente, el negacionismo para con el mero hecho de que opine un pueblo acerca de su futuro (característica inequívoca de verdadera pluralidad, el poder ejercer el derecho a la autodeterminación), es la única opción reaccionaria que se contempla con normalidad, al tiempo que se tilda de radicales locos a los catalanes y de defensores de la democracia y la constitución a partidos tan poco aperturistas como PP y PSOE (¿la constitución?, ja. Se la saltan para lo que quieren y aluden a sus arcaicos artículos también para lo que les apetece). El absurdo llega hasta el punto de querer que vote toda España para algo que sólo atañe a los catalanes como pueblo. Mmm, me imagino votando a un madrileño o a un andaluz sobre los catalanes y me entra la risa floja, joder. Es un esperpento.
El problema fundamental de todo esto es el no querer reconocer (por parte del estado español),y actuando para ello en consecuencia, que hay tres naciones históricas dentro de sus límites, y que sistemáticamente han sido maltratadas culturalmente. Yo estaría dispuesto a ceder y vivir en un estado federal o de un plurinacionalismo verdaderamente asumido, pero no en esto que tenemos. La máxima española nunca ha sido la de integrar sanamente, sino, a base de una erosión continúa, la de ir españolizando (palabra muy de moda ahora. Gracias Wert por tu inconsciente ayuda para la causa), tanto cómo fuera posible, a esas extrañas gentes y sus desnortados anhelos (porque así es cómo se nos presenta al resto de la sociedad española).
Salakov, ¿estás a favor del derecho de autodeterminación de los pueblos?, ¿y de la lucha palestina? Si la respuesta es un sí, honesto y verdadero, no hay mucho más que hablar. El resto son pretextos falso progresistas (con los que justificar, puede, un tapado conservadurismo, que no lo sé) o en su defecto síntomas de un completo desconocimiento de la situación real. ¿Por qué digo esto?, pues porque es muy sencillo tirar de literalidad para atacar a un nacionalismo al interpretarlo como una ideología que en última instancia desemboca en fascismo. Error. El contexto es básico y primordial para poder comprender mínimamente la situación. El nacionalismo español (chovinismo) no tiene razón de ser porque su estado ya está constituido y éste no necesita ser reivindicado. Por lo tanto este nacionalismo a día de hoy responde únicamente a la nostalgia facha que muchos aún padecen. No debería ser necesario explicar esto pero: es obvio y evidente que una nación SIN estado está abocada al proselitismo permanente, al hacerse escuchar reivindicando lo suyo, sin que esto signifique que desprecia lo de otros, sino que simple y sencillamente quiere lo que es justo (y te voy a dar mi opinión particular: el día en que Galicia sea independiente –o sea, nunca, porque aquí somos tontos del culo, gracias al auto-odio sembrado por los españoles- yo me dejaré de banderitas y demás hostias porque ya no tendré ninguna necesidad de ello. Entonces, ese día, y sólo ese día, yo también hablaré del ridículo de los símbolos y las banderas y abrazaré esa casi utópica filosofía de manual tan cómoda y poco empática).
En Galicia, y acabo, donde, a diferencia de vascos y catalanes, nuestro nacionalismo carece de toda burguesía (aniquilada por los españoles, así tal y cómo suena), es evidente que éste posee un componente de clase obrera, y por tanto de IZQUIERDAS. Lo siento, pero las ideas del BNG, por ejemplo, están más próximas al comunismo que al nazismo (de hecho nada tienen que ver con las últimas y sí mucho con las primeras. El Bloque es una aglomeración de partidos de muy diversas ideologías de izquierdas).
Yo estoy con @salakov y Robe. El sentimiento nacionalista, patriótico y el enarbolamiento de banderas siempre me ha sonado un poco absurdo. Si nazco en Ayamonte resulta que debería ser español a muerte, pero si nazco en Vilareal do San Antonio que está más cerca de Ayamonte que, por ejemplo, Valladolid, debo defender a muerte otra/s bandera/s, abrazar otra cultura.
Una frontera es un concepto feudal y sin sentido. Tan sin sentido que van cambiando cada dos por tres, y digo yo que las personas que van naciendo en un sitio que un día es una nación y luego otro serán las mismas. Cada vez hay más familias que cada padre es de un sitio y los hijos de un tercero. No tiene sentido envolverse en tal o cual bandera.
En fin, politiqueo barato.
La noticia os puede servir a muchos que andéis descolocados con este tema, en ella el Gobierno Español, embajada pepera mediante, y… tachín, tachín… el Instituto Cervantes boicotean el acto de presentación de “Victus” en Holanda.
Los holandeses, un país tan libertario como aspira a ser el nuestro, todavía lo flipan con este ACTO DE CENSURA EN PLENO SIGLO XXI… el ridículo del gobierno español a nivel internacional ha sido tan sonado que lo único que han conseguido ha sido promocionar todavía más el libro en Holanda y en toda Europa y, de rebote, aumentar el número de independentistas en Catalunya… ¡gracias, Mariano!
Si es que ya te digo yo…
lavanguardia.
Curiosa aquella democracia con miedo a votar.
En el Reino Unido, con una democracia mucho más arraigada y asentada (todo hay que decirlo), partidarios de la independencia escocesa y contrarios a la independencia escocesa dan sus motivos, hacen sus promesas electorales en caso de ganar y a votar. Una vez realizado el escrutinio, todos a la taberna a por una pinta de cerveza negra o un whisky de malta... bueno, quizá el final no fue así... o sí.
Pero @Krust , como te he comentado en tu blog, si en la parte de HISTORIA (así, con mayúsculas) se refiere a Fernando El Católico —Fernando II de Aragón, para los amigos—, ser humano nacido en Sos del Rey Católico —supongo que Sos a secas antes de que naciera, por lógica —, pues bien, como decía, si "Victus" se refiere al susodicho como "príncipe catalán", pues vaya, me huelo el libelo...
Como canta otro célebre aragonés:
? que no cambien a su modo... un episodio de Historia... ?
youtube.
Sobre “Victus” sólo diré, ya que es una novela en la que recomiendo meterse de lleno sin ningún tipo de prejuicios, que es una mezcla entre la HISTORIA de la guerra de sucesión española, desde 1705 –Pacto de Génova- en que comienza el relato de Martí Zuviría hasta el último aliento libertario que exhala la ciudad de Barcelona en 1714 (afortunadamente, se conserva mucha información al respecto, y Sánchez Piñol se ha documentado muy bien desde los archivos del lado perdedor, lo que ocurrió murallas adentro para que se entienda… pero también lo que ocurrió puertas afuera, ya que hay episodios en Toledo, Madrid, Tortosa, Brihuega, Almansa, Xàtiva…) y otra historia paralela de FICCIÓN, punto importante este, que funciona a la perfección, por sí sola, como una gran novela de aventuras en la que el autor introduce unos personajes memorables más allá de esos otros personajes reales que protagonizaron la Historia real. Esto es un ejercicio literario sumamente difícil, otros lo han intentado con resultado nefasto, y uno de los grandes méritos que yo le atribuyo a esta novela. Por otro lado, es una lectura de emociones desbordantes (a mí, que no soy de lágrima fácil, me ha destrozado en varias ocasiones), y lógicamente también es una novela realmente cruenta y dura, todas las guerras lo son…
* Efectivamente, el tema de la Independencia de Catalunya siempre ha estado ahí, 300 años tampoco es tanto tiempo: tres, cuatro, cinco generaciones que se han ido transmitiendo sentimientos… a nadie debería sorprenderle que la Sociedad Civil Catalana (muy por encima de su clase política, que ya veremos como gestiona el proceso, esto es así ahora y en 1714) haya decidido que ahora es el momento de hacerla efectiva con mucho ‘seny’ y de modo pacífico. Básicamente, se trata de aportar otro granito de arena, desde la perspectiva de un país muy pequeñito que tiene su propia idiosincrasia o su propia manera de ver las cosas, para intentar construir entre todos una Europa Moderna. De verdad, ¿tan difícil resulta de entender? , ¿Tanto miedo hay al resultado de la famosa Consulta?
He leído críticas del libro de Piñol y, ejem, sus grandes valedores escriben cosas del pelo: «es muy bueno... parece de Pérez Reverte». Buf. Pero buf buf. Qué desalentador.
En cuanto a los nacionalismos, yo básicamente defeco en todos ellos: vasco, catalán, gallego... y por supuesto español. Como Robe, el de Extremoduro, no entiendo de fronteras y me cago en todas las banderas. Yo puedo tener conciencia individual y conciencia de clase, ¿pero conciencia patriótica, de nación? Vamos, anda. Qué ganas de homogeneizar a la peña.
En cuanto a las izquierdas independentistas ("izquierdas nacionalistas" finalmente, aunque no les guste el término), Javier Cercas escribió hace unos años una frase sobre pleonasmos y oxímoros que resume de forma magistral mi manera de pensar (que viene a ser un poco el famoso «¡No pintéis el nacionalismo de rojo!», de Lenin):
elpais.
«Fue el franquismo quien oscureció, por tanto, la doble evidencia de que la expresión izquierda nacionalista es un oxímoron y la expresión derecha nacionalista es un pleonasmo.»
Como ando liado con Proust y no voy a leer ficción en, al menos, un par de meses, prefiero leer esto, a ver si refresco conocimientos:
sopadelibros.