Buenas, me acaban de publicar la última novela que he escrito, por si a alguien le interesa echarle un ojo (hala ahí, autobombo por toda la jeta): sopadelibros.
Me he vuelto asiduo a los podcast. Para quien esté tan desorientado como yo en esto de las nuevas tecnologías, los podcast (como es habitual) son lo mismo de siempre pero con un nuevo envoltorio digital: programas de radio en diferido, que no requieren de una emisora oficial. Los hay de todo: sociedad, cultura y actualidad (Carne cruda), música, cine y, por supuesto, literatura. Os invito a escuchar el programa de “Milana bonita”. Es un programa de emisión semanal donde dedican una hora (aprox.) a comentar un libro. No son profesionales, ni lo pretenden, pero resulta agradable y, a veces, interesante. Ahí os lo dejo, por si queréis echarle un vistazo.
Apps aparte, se pueden escuchar sus programas en lamilanabonita./
Os dejo esta web que acaban de estrenar, es otra red social literaria... yo no me he registrado, pero es por si queréis fisgar.
libripedia./
Me quito el sombrero ante aquellos lectores que planean realizar unas cuantas lecturas en verano, y al acabar el mismo han conseguido llevarlas a cabo.
Yo también me digo, en verano aprovecharé y me leeré varios títulos que tengo pendientes... si al acabar el verano he conseguido leer un par puedo darme por contento.
Espero sinceramente, Volsung, que vivas en el Norte o, al menos, en una tierra donde no se frían las piedras, porque el empeño es importante.
Yo tampoco distingo entre verano e invierno.
Hoy, en el Babelia, un columnista destacaba esta lista de The Guardian. Y bien, puede ser tan válida como cualquier otra, para leer, solos, en la playa o en la montaña...
theguardian.
De toda la vida los veranos son de Agatha Christie, con esas ediciones de bolsillo de color blanco, que en caso de que se rebocen de arena o se mojen tampoco nos causa un disgusto muy gordo. Esos libros se encuentran en cualquier papelería de pueblo, por muy recóndito que este sea.
Con los libros de bolsillo de Stephen King editados por P&J (los JET de Plaza y Janés) se podría hacer una tesis sobre hábitos de lectura veraniegos.
Lo mío en verano son tochos, de esos que tardo la misma vida en leerlos si les metiera mano el resto del año, o libros más complejos que me cuesta decidirme a lo largo del año. No sé si caerá Nuestra Señora de París o alguno de Faulkner. O ambos, que no iba a protestar.
Lo mejor, desde luego, las maravillosas decisiones políticas y potenciadoras de cultura de nuestra ínclita Junta de Andalucía desde hace un par de años: abrir sólo de lunes a viernes de 9 a 14. No sé quién leches podrá ir a esa hora a echar un ojo. Será que como hay tanto parado en la Comunidad -de largo la más ilustre de España y creo que también la primera o segunda de toda Europa- pueden abrir en horario de curro. Unos lumbreras estos .
Yo sigo la misma fórmula todo el año, como tiro más de clásicos, voy alternando con antologías de relatos y novela más contemporánea por aquello de cambiar de tono y que lo mio no se vea demasiado afectado )aunque me da que no lo consigo y mi musa caba tirando al monte como buena cabra).
Para las lecturas playeras elijo en función de la edición más que de la temática, libro de bolsillo y evitando tochaco más que nada
Osea, soy una lectora aburrida tooodo el año jjajjajja
Llega el verano. Para muchos las vacaciones, la playa. Es hora de desconectar, de frivolizar (pero sin chistes en twitter, ya sabéis), de cambiar el chip, bajar la exigencia, pensar en otra cosa. Es importante, ¿verdad?
Así que, vosotros qué ¿Tenéis vuestros libros de verano? ¿Habéis hecho ya la lista? ¿algún género, autor o movimiento en concreto?
Me refiero a esos libros de playa y hamaca; lecturas para desconectar. El lector activo está muy bien, sí, pero lo hemos sido todo el año. Ya hemos sido buenos y nos merecemos un descanso, ¿no? ¿Cuáles son vuestros libros de desconexión?
Yo en el cine tenía la ténica perfecta para estos momentos: era una mezcla perfecta entre “Doctor Who”; cervezas, amigos y serie B; cine de verano y palomitas.
Pero en literatura... me cuesta más encontrar la fórmula