Sinopsis
Cada año se publican infinidad de índices que miden el talento de las organizaciones, de los países, de las economías, pero a juicio de José Antonio Marina estos estudios presentan un error de enfoque. En todos se menciona el talento como si fuera una piedra preciosa escasa y codiciada por la que hay que pujar; da igual que sea en el mundo empresarial que en el mundo futbolístico: hay que fichar al mejor. Esta idea central de que la riqueza es pastel que hay que repartir, es la antítesis de una visión creadora de la inteligencia, capaz de inventar y ampliar nuestras posibilidades, nuestra riqueza, nuestro talento, que defiende José Antonio Marina en este libro.
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