Para afrontar debidamente una narración de Chandler no sólo hay que saber encajar unas intrigas siniestras, unos ambientes sórdidos o empaparse de sensaciones (acción, violencia y diálogos incisivos), olores (humo de cigarrillos, el aromático tabaco de pipa, el embriagador perfume femenino) y sabores...
Nada puede ser más grande para un lector que sentir que lo escrito nos está especialmente dirigido, que el autor nos presiente mientras escribe. Indispensable para ello es la conjugación de forma especialísima del tema tratado, que te pellizque en lo íntimo, y la forma de tratarlo, un guiño cómplice...
Cien páginas de gran literatura. Una de esas historias llena de ternura, de amor, de tristeza, de dolor, de rabia, de miedo y de locura que solo pueden surgir de mundos tan intolerantes e intolerables como la Rusia de Stalin.
Pero no es la única historia que encierra este breve relato. Como las grandes...
He disfrutado mucho de esta novela traducida por Marta Rebón, la misma traductora de Vida y destino, de Grossman. Y digo disfrutar a pesar de las barbaridades que en él se relatan, aunque muchas de ellas sean narradas con una fina ironía o con eso que el propio autor califica como de humor del ahorcado...