@Shorby . Por supuesto que el libro electrónico de hoy también está muerto. No soporta color, es extremadamente lento, no soporta vídeo, es difícil anotar y clasificar las anotaciones, y mil cosas más que no se nos ocurran.
Pero lo que es interesante es el concepto. Tengo una simple hoja, (es lo que son los lectores), cuyo contenido va actualizándose. Ese cambio desde una hoja "estática, muerta, fija para siempre" a una hoja "dinámica" es lo que no tiene vuelta atrás porque sus ventajas son infinitas.
Como decía es un salto similar al de Gutenberg y la imprenta.
@Tharl . Uno de los puntos débiles actuales del e-book es que bien por esquema mental anticuado, bien por estructura, es cierto que no son cómodos en el sentido tradicional para el hojeo y la anotación, (aunque por contra ofrecen capacidad de búsqueda, la cual no estamos "habituados" a usar y por eso nos parece en cierta manera inferior).
Por eso indicaba que ciertos libros no se adaptan bien a libros puros o no tan puros "de texto" donde conviene por fuerza anotar y tener una lectura fundamentalmente no lineal. Bien, pero eso es hoy. Posiblemente el día de mañana el libro electrónico se mejore y ese hojeo se pueda sustituir por, (y comienzo a decir tonterías), hablarle al dispositivo y preguntarle "oye, ¿dónde salía este personaje?, refréscame dónde aparecía tal concepto"
Y reinsisto esto es un problema SOLO en una minoría de los libros que leemos. Seamos sinceros.
(Que conste que yo también hojeo en el e-book, algunas veces. Simplemente te vas acostumbrando a en cierta forma asociar párrafos, situaciones, etc. a su ubicación aproximada función del nº de página arbitrario que te muestra en la parte de abajo. Reconozco que es algo más lento, pero no imposible. Y posiblemente gran parte de la lentitud sea simple falta de entrenamiento, sea que mi cerebro no se ha formado con los libros electrónicos sino con los de papel. Que me está pillando a contrapié neuronal...)
Y os indico de nuevo que la chorrada de despersonalizar, alienizar, matar el arte y 100.000 tontunas más supongo que igualmente se diría respecto de la imprenta. Pero hoy TODOS leemos libros de imprenta y no nos sentimos alienados por no tener un ejemplar incunable y único en las manos. Porque en definitiva lo que realmente importa de los libros es la palabra, no la tinta con que está mostrada, y esta es etérea. Y los ebooks lo único que hacen es aliviarnos de cargas secundarias (peso, no tener el diccionario cerca, problemas de vista, poder emplear solo una mano para sujetarlo, espacio de almacenamiento, etc., etc., etc.) para dejarnos lo que importa en bandeja.