He acabado el libro. Casi lloro con la narración de la muerte de la perra. El libro parece la realidad. Tanto, que entristece. Tanto, que da ganas de sentir la felicidad que en el se siente en pequeñitas dosis, aunque las otras veces no es felicidad. Las otras veces, el libro desprende un aire de soledad....
He acabado el libro. Casi lloro con la narración de la muerte de la perra. El libro parece la realidad. Tanto, que entristece. Tanto, que da ganas de sentir la felicidad que en el se siente en pequeñitas dosis, aunque las otras veces no es felicidad. Las otras veces, el libro desprende un aire de soledad....
En mi reciente reseña sobre Mishasho de nuestro correligionario Poverello decía en algún momento que se veía claramente que lo había escrito con el hígado como terapia a no reventar. Bien pues si eso se eleva a la décima potencia es exactamente la impresión perfecta a aplicar a Ordesa.
Ordesa no es...
Un cuatro, no puedo ponerle mas nota. Rayuela es de esos libros que empiezo a leer y me pierdo en la segunda página, algo así como lo que me pasó con “El ruido y la furia” y sobre todo con “Absalón Absalón”, pero acentuado, porque al fin y al cabo, Faulkner poco a poco, va dándole a la historia forma...
Uno de los pocos libros que me ha cambiado la vida. Lo leí muy joven y me marcó. Rayuela es más que un libro, es una forma de vida. Mucha gente no lo entiende porque exige cierto nivel de formación en el lector. Si eres medianamente culto, no tendrás problemas.
Casi todo el que adore leer tendrá en su memoria un Libro (o dos o tres a lo sumo) que leyó en su juventud y le hizo ver la literatura desde una nueva perspectiva. Rayuela es mi Libro.
“Encuentra un coño a tu medida y ya jamás volverás a ser el mismo. Jamás hallarás la paz. Ya verás, lo mismo dará que te humille. Lo mismo dará que te mienta, te hiera, te escupa en la cara o se folle a otros hombres. Lo único que querrás saber es: ¿Volverás conmigo? ¿Me dejarás probar otra vez ese fantástico...
Permitidme empezar el comentario dando las gracias (muchas gracias) a mi cabezonería sin cuyo empuje y determinación no hubiera sido posible la lectura de esta novela. Gracias por animarme a volver a Bolañó tras el mediano éxito que tuvieron conmigo sus detectives salvajes (prometo solemnemente una atenta...