Amistad y honor, unidos a adolescencia. Un momento vital crucial, unos principios intemporales, una historia para leer y sonreir. hace 13 años con una nota de 0
Siempre hedonista, Terenci nos invita a mirar por un agujero para contemplar la intimidad de una pareja que lo fue a pesar de todo. Nada es tan dulce ni tan amargo como se presenta después. hace 13 años con una nota de 0
No es El Maestro, pero pareces estar leyendo a El Maestro. Si duda, Fernando Molero adora a Mishima hasta tal extremo que consigue una expresión muy parecida a la suya y te hace envolver de tal forma que sonries, ries y suspiras tal como podría hacerlo El Maestro. Voy a poner un cono de incienso a la foto que tengo en el salón. hace 13 años con una nota de 3.3333
Una muchachita llega a Nueva York. A partir de ahí, todo cambia, reverbera, refleja y se hace otro.
Ella tiene un sueño: otros la convierten su sueño. ¿Qué es más real? hace 13 años con una nota de 2.4286
Esta novela forma parte de un pequeño y selecto grupo de ellas con temática homosexual escritas en la primera mitad del s XX. Otra de las notables sería "El pozo de la soledad", que sería su imagen al tratar de mujeres homosexuales.
Sin embargo, "Maurice" tiene una alegría que no acompaña a su par literario.
Para compensar, "El pozo de la soledad" se publicó poco después de ser escrita (entre un gran escándalo y juicios) y "Maurice" esperó a una época más halagüeña.
Muy recomendable como novela de amor accidentado. hace 13 años con una nota de 2.3333
Esta obra nos deja personajes y frases impagables, como Edgar y Goneril. Ágil y visionaria respecto a la situación real de su siglo, que requería vocabulario más reposado, nos sitúa en un escenario entre soñado y real que sólo toma forma total en la interpretación. hace 13 años con una nota de 2.4
Hay personas de subyugante personalidad a las que la muerte no arrebata nada de su encanto y cuya impronta en las personas y cosas es imborrable; otras en cambio, como la segunda Sra. de Winter, padecen una lamentable falta de autoestima y van de puntillas por su propia casa como si fueran invitadas.
No consigo sentir simpatía por ella, sí por la brillante Rebeca amada por hombres, mujeres y objetos. hace 13 años con una nota de 2.2
Ella se crea una fantasía, una ilusión. Hace todo lo que está en su mano casi hasta destruirse para llevarla a cabo pero eso no la vuelve real. ¿Y luego?
Luego queda reconstruirse y volver, cosa que a la protagonista no le es ajena. Lo ha hecho muchas veces. hace 12 años con una nota de 2.5