Excelente novela de intriga. Somoza nos adentra en el hiperdramatismo; una tremenda invención suya que nos hace plantearnos los límites físicos y morales de la creación artística. Como Historiador del Arte he quedado prendado del libro desde el primer momento. Todo está narrado con el máximo respeto...
Los hombres como Iván Ilich nacen con una vía de hierro trazada de antemano. Si suben al tren de la vida burguesa -según su cuna les espera asientos en primera, segunda o tercera clase- se garantizan una vida cómoda, agradable y decorosa. Sobre todo si no se hacen demasiadas preguntas, pero esto, como...
Tras terminar la lectura del libro, el resumen que me llega en una palabra es RIESGO. Desde luego el libro tiene su mérito porque sin ser LA GRAN OBRA MAESTRA, al menos consigue mantener el interés y la coherencia pero estando siempre a un paso del precipicio al despropósito.
Me explico. El libro...
Los hombres como Iván Ilich nacen con una vía de hierro trazada de antemano. Si suben al tren de la vida burguesa -según su cuna les espera asientos en primera, segunda o tercera clase- se garantizan una vida cómoda, agradable y decorosa. Sobre todo si no se hacen demasiadas preguntas, pero esto, como...
Los hombres como Iván Ilich nacen con una vía de hierro trazada de antemano. Si suben al tren de la vida burguesa -según su cuna les espera asientos en primera, segunda o tercera clase- se garantizan una vida cómoda, agradable y decorosa. Sobre todo si no se hacen demasiadas preguntas, pero esto, como...
Demoledores los soperos con la dama mexicana... y aunque quiera defenderla, no me avala el 5 que le puse en la obra que leí, hace años ya. Cultivó a lo largo de los años las amistades correctas.
Muchos, pero muchos antes que Doña Elena se merecen el premio.
Lo mejor que se puede decir de Pío Baroja y de “El Árbol de la Ciencia” es su vigencia y modernidad. Vigencia en los sentimientos, temas y en la descripción de la sociedad española y de sus gentes. Modernidad de estilo. El estilo rápido, preciso y sencillo es lo que más llama la atención en una novela...
Una de las razones por las que Stephen King nunca resultará tan opresivamente terrorífico como, por ejemplo, Howard Phillips Lovecraft, es que las monstruosidades concebidas por éste resultan amorfas, muy vagamente ubicuas y no parece que tengan enemigos capaces de combatirlas con eficacia o de lograr...