Se rumorea que el entonces jovencito Cormac McCarthy envió el manuscrito de este, su debut literario, a la editorial Random House y que así lo hizo porque era la única que hasta entonces conocía; allí estuvo dando vueltas por los despachos hasta que llegó a manos de un avispado personaje, Albert Erskine,...
Ni trastornos obsesivo-compulsivo-egocéntricos ni hostias, esto de la afición a la lectura es una enfermedad sumamente beneficiosa para la salud y tú eres de esos afortunados que tiene la suerte de padecerla, amigo Salakov. Espero que tu escrito pueda llegar a muchas gentes y que, asimismo, puedas llegar a contagiarlas con algunos de los grandes nombres que ahí aparecen.
Gracias a ti por compartirlo. Felicidades.-