Que este año les resulte provechoso, compañeros sopalibreros. Y ya que andamos con las listas:
Mis libros del año: ¡Absalón, Absalón! de Faulkner, y Trastorno de Thomas Bernhard.
Mi autor re descubierto: John Steinbeck.
Decepción del año: La muerte del padre, de Karl Ove Knausgard.
Grata sorpresa que Faulkneriano tenga a Farabeuf como libro del año. ¡Buena con esa!
Qué tal, Faulkneriano. El tema da como para pensarse un rato. En medio de todo el barullo, la indignación y las acusaciones, me pregunto si acaso soy el único que se cuestiona cómo es que alguien que escribe algo como "Un mundo para Julius", recurre sin descaro al plagio. ¿Qué necesidad es esa de adjudicarse idea, estilo y formas ajenas? Porque se puede obviar el menoscabo hacia el lector ("estos pelmas ni se enterarán que les he tomado el pelo"), pero ¿cómo puede un escritor vivir consigo mismo en un autoengaño voluntario? Sería fácil decir que por vanidad e impotencia se han hecho cosas peores, pero yo pienso que llega un momento en la vida de todo escritor en el que te das cuenta de que la gloria y el galardón son banalidades que nada tienen que ver con lo escrito. Eso o yo de plano soy muy inocente.