Parece, leyendo este libro, que Waugh ponga su prosa al servicio de un objetivo concreto: la perpetuación de su época, como el momento clave de la Historia, aquel en que todo lo que tiene que pasar, pasa. O por lo menos, todo lo sublime, todo lo trascendente, lo maravilloso… lo terrible, lo trágico,...
Parece, leyendo este libro, que Waugh ponga su prosa al servicio de un objetivo concreto: la perpetuación de su época, como el momento clave de la Historia, aquel en que todo lo que tiene que pasar, pasa. O por lo menos, todo lo sublime, todo lo trascendente, lo maravilloso… lo terrible, lo trágico,...
Lo vi en la librería. Me interesó la portada. Leí la carátula. Empecé a hojearla, cosa que, manía muy personal e incomprensible hasta para mí, no suelo hacer porque no me gusta leer ni una coma hasta que me dispongo a emprender la lectura en su totalidad, y di con este párrafo:
“Si hubiera renunciado,...
En el epílogo, George V. Higgins, además de lamentarse por la mala influencia que tuvo sobre este tipo de literatura la timorata sociedad bienpensante americana de la época, nos dice sobre James Ross: “Hizo avanzar el oficio de la narrativa todo lo que podía avanzar en el momento en que escribió, pero...