Todas mis expectativas acerca de este libro se han cumplido totalmente. Chambers escribe de una manera deliciosa, poetica, exquisita. La descripción de los paisajes, repletos de brumas, de verdeantes espesuras de bosques escondidos, de maravillosos lagos turquesas, contrasta con el horror argumental...
Todas mis expectativas acerca de este libro se han cumplido totalmente. Chambers escribe de una manera deliciosa, poetica, exquisita. La descripción de los paisajes, repletos de brumas, de verdeantes espesuras de bosques escondidos, de maravillosos lagos turquesas, contrasta con el horror argumental...
Todas mis expectativas acerca de este libro se han cumplido totalmente. Chambers escribe de una manera deliciosa, poetica, exquisita. La descripción de los paisajes, repletos de brumas, de verdeantes espesuras de bosques escondidos, de maravillosos lagos turquesas, contrasta con el horror argumental...
Suena un aldabonazo, discreto y perentorio. El doctor baja las escaleras con su linterna, cuya luz lo precede en el hueco (con manchas pardas) del vestíbulo. Luego de (y lo sorprendente e innovador y genial del asunto) una digresión de 296 líneas (las conté, una a una), unas 9 carillas aproximadamente,...
Suena un aldabonazo, discreto y perentorio. El doctor baja las escaleras con su linterna, cuya luz lo precede en el hueco (con manchas pardas) del vestíbulo. Luego de (y lo sorprendente e innovador y genial del asunto) una digresión de 296 líneas (las conté, una a una), unas 9 carillas aproximadamente,...
Suena un aldabonazo, discreto y perentorio. El doctor baja las escaleras con su linterna, cuya luz lo precede en el hueco (con manchas pardas) del vestíbulo. Luego de (y lo sorprendente e innovador y genial del asunto) una digresión de 296 líneas (las conté, una a una), unas 9 carillas aproximadamente,...