Mi primera experiencia con Vila y Chamorro. Entretenida, sin más. Más cuando el final se sabe casi desde el principio. Bien hilada, con un doble argumento que se deja ver con mucha fuerza, la preocupación del escritor por los vericuetos judiciales en lo que a custodia de los hijos se refiere. Dicho rápidamente, Lorenzo Silva utiliza el contexto como pretexto para exponer su forma de ver este asunto. hace 13 años con una nota de 4
Llegó hasta mis manos de casualidad, y leyendo la contraportada, me animé. Las primeras páginas me sacaron más de una sonrisa, pero sólo eso. Se desinfla igual que un globo de chicle, y en el mismo tiempo. hace 10 años con una nota de 5