Retrato pop por Tharl

Portada de GORDO DE FERIA

Es un retrato, Gordo de feria. Un retrato pop. Castor, el susodicho gordo, no es caracterizado por su psicología, ni siquiera especialmente por sus actos, sino por aquello que consume, por las referencias. A “Rick y Morty”, a Louie C.K, a los ritroviles, a “El resplandor”… yo pasé toda la novela esperando la referencia a “Los Simpson”, pero no. Y por una actitud muy bien codificada: es un cínico de mierda.

Es cómico, el tal Castor. Un cómico gordo y con barba que, aunque no se dan datos, parece practicar algo parecido al poshumor. Uno se lo imagina parecido a Ignatius Farray pero al contrario que el Ignatius de “El fin de la comedia” Castor no vive en Lavapies y no es un hípster. Castor es el antihispter. El outsider de los hípster, que pasea por Azca, vive en Martínez Campos y que se aburre. Se aburre muchísimo, se aburre constantemente, incluso en las fiestas. Es un cínico. Un gordo asocial, apolítico y deprimido que está agobiado por la fama, por la absurda suma de dinero que ganó en la lotería, los fans que le acosan y el empresarial norte de Madrid.

Salir del lugar común de lo que asociaríamos con su personaje, con un cómico y un hípster, podría parecer una buena idea. Pero no. Es una vuelta a aquél genero de retrato de los yuppies desagradables podridos de dinero y nihilismo de los años 80 y 90. A los retratos de Breston Ellis (“American Psycho”) o, especialmente, el de Martin Amis en “Dinero”. Empatía hacia un personaje infame porque, oye, su vida está vacía y no tiene otra cosa que dinero y cosas en que gastarlo y nada que hacer.

Para mí este es el gran problema de esta última novela de Esther García Llovet, que no sólo es que el arquetipo en que se basa “Gordo de feria” esté gastado, es que además esa actitud de “me la suda el mundo” resulta anacrónica y de mal gusto con todo lo que ha llovido. Para ser una escritora tan moderna y tan tan en el Madrid, García Llovet de hoy parece no haberse dado cuenta de nada.

Porque si le quitas el retrato que da su nombre a “Gordo de feria” queda poca cosa. Una trama peliculera con un enredo de dobles. Castor descubre milagrosamente que tiene un doble, alguien que es todo lo contrario a él, un manso, y decide contratarlo, casi casi secuestrarle, para que le sustituya en las fiestas a las que él está cansado de ir. Porque se aburre. Porque Castor es así. Y la felicidad la descubrirá muy al final cuando lo abandoné todo y se vaya enamoradísimo a trabajar en cruceros con otro personaje igual de desagradable que él. Todo muy los 90.

La trama está muy bien, y todo muy entretenido. Con sus sicarias chinas, un ingenio desbordante y una magnífica galería de retratos secundarios. La trama es eso, una forma de hilar retratos de ingeniosos arquetipos, muy muy vistosos.

Si algo es García Llovet por encima de todo es ingeniosísima, como la mejor redactora de Jot Down, y muy visual. Ella estudió cine, quiere hacer cine, dice que sus anteriores novelas eran guiones fallidos que rehízo para la literatura, y tiene un magnífico uso de la narración en presente. Sus oraciones son cortas, con subordinadas e incisos que le dan color. Como un guión conductista que se abre a la imaginación cinematográfica. Uno casi “ve” la novela: con su decoupage, sus contraplanos y sus guiños a las películas populares favoritas. Esos incisos de color y esas subordinadas visuales están llenas de observaciones felices: cómo imaginar mejor a un gordo de feria que comiendo “panteras rosas”; no bollos, panteras rosas. Pues eso. Es el estilo perfecto para introducir el humor y un fatalismo de revista de variedades. Después de narrar la acción de un personaje (un camarero) que se aparta a leer el WhatsApp, va la subordinada: “WahtsApp que nadie contestará”. Es gracioso, le da un tono, pero eso.

La cosa al principio engancha, no os creáis. Las aventuras de Castor, que de pronto es perseguido por una china psicópata sin saber por qué, cuando él sólo quiere quedarse en su casa con cuatro televisores encendidos y con su doble yendo a fiestas y rodajes por él, se leen como quien come pipas. Y se disfrutan. Pero que nadie espere conocer nada de la escena de la comedia madrileña, nada de los imperios empresariales que construyen en España con capital chino, ni en realidad nada de nada. Lo que está garantizado es ese “efecto cool”. Con todo, es tan disfrutable como “Sin noticias de Gurb” y como el policiaco cómico de Mendoza. Sólo que García Llovet no es Mendoza.

Escrita hace 3 años · 5 puntos con 4 votos · @Tharl le ha puesto un 6 ·

Comentarios

@nikkus2008 hace 3 años

Cuando me levante de dormir (son las 6:20 am), es decir, dentro de tres horas, leeré tu reseña, amigo. No conocía a la autora ni de mención, por lo que será interesante. Ahora sí, me voy a "apoliyar", que no doy más de sueño. Abrazo.

@Poverello hace 3 años

Yo también prefiero imaginarme comiendo pateras rosas en vez de bollos. Recuerdos de infancia serán, pero, desde luego, con tu reseña, no voy a meterla en lista a menos que tenga un día muy aburrido.

@Tharl hace 3 años

He leído esta novela con unos amigos (entre ellos @Volsung, que no sé si sigue por aquí), y todos coinciden en que es la peor novela de Llovet. La mejor: "Sánchez", su anterior libro. Por si quieres darle una oportunidad, que probablemente la merezca. A Marta Sanz y Sara Mesa les gusta. E

@nikkus2008 hace 3 años

Muy buena tu reseña, muy bien escrita. Desde ya que ni pienso acercarme a esta novela, por más cinematográfica que resulte. Y nunca entendí esto del "aburrimiento de tener mucho dinero", acaso porque nunca tuve mucho ni siquiera demasiado dinero, jaja.

Si alguna vez me ocurriera algo como eso (ojalá, ya que prefiero aburrirme con una parte de las preocupaciones de la vida resueltas) haría algo muy simple: me pondría un café, con libros, vinilos, CDs, Blu rays (no sé si se escribe así en plural), Dvds, con dos Tvs gigantes de altísima resolución reproduciendo conciertos o tenis, con el local impregnado del aroma del café y de chocolates, rodeándome de la gente que quiero (mi clientela) y disfrutando de la no-presión de generar dinero sí o sí para subsistir; viajaría adonde quisiera el tiempo que quisiera. No estaría demasiado tiempo en cada apartamento o casa. Me iría mudando cada vez que quisiera. No compraría una propiedad, alquilaría siempre.

En fin, dame a mí "el aburrimiento" de ese gordo de mierda y te lo resuelvo en dos segundos, jaja.

@Poverello hace 3 años

Estuve mirando los libros de Llovet en la web y no tenían un solo voto. Llegué incluso a buscar en la wikipedia por si le daba esa oportunidad, pero no tengo demasiados datos.

@Tharl hace 3 años

Dale un vistazo a esta ficha, Poverello, que Anagrama es lo único que se curra. Tienesa demás agrupadas las reseñas que se hicieron en su momento en la columan de la izquierda. anagrama-ed.

Yo me lo leeré, cuando nos den a Nikkus y a mí un poco de ese aburrimiento, que a mí también se me ocurre como resolverlo ja.

@Poverello hace 3 años

Solo hay una cosa que tengo más o menos clara en la vida: nunca voy a tener pasta. Los motivos son simples, otros dos puntos: ni participo en juegos de azar ni mi familia es rica y soy clase obrera. Podemos crear el Club de lectorxs aburridxs, y empezar con alguna de las obritas de Llovet. Después, si eso, le metemos mano a alguno de los libros de Bucay o Coelho. Tampoco descartaría a Vázquez Figueroa o César Vidal (otros de los que apenas escriben).

@Poverello hace 3 años

Ah, gracias por el enlace.

@nikkus2008 hace 3 años

Si yo llegara a ganar la lotería, te voy a dar pasta para que vivas tranquilo en lo económico. No me olvido
de los amigos.
De putas todo el día. En Marbella. Playas, sol y mujeres. Los libros que se vayan al carajo, jajaja.

@Poverello hace 3 años

No me jorobes ni me quieras convertir con amor en un gordo de feria, Nicolás. Si me das dinero sería casi un martirio. Será que, aunque no no tenga de sobra, tengo de sobra para lo necesario. Y también será que mis necesidades son básicas, vaya.

@nikkus2008 hace 3 años

Jajaja... No, no en un gordo de feria, sólo en un Rafa despejado de deudas y preocupaciones monetarias. Nadie se convierte de la noche a la mañana en algo que no es en esencia, amigo.

Creo que el dinero sirve y mucho. Que sea nuestro único Dios ya es otro tema, pero que resuelve asuntos es innegable.

Pero claro, olvidé que estoy hablando con "Poverello" de Asís, jeje.

A ver si antes de que me muera me termino yendo a España y me largo de este inmundo circo de una vez por todas... España es para mí como una especie de paraíso al que hecho mano cada vez que quiero curarme de las noticias infames de este país circense. Inflación, inseguridad...Somos casi casi Venezuela, pero sin caribe, eso sí.

@nikkus2008 hace 3 años

#hecho

JAJAJAJAJA

ECHO, QUISE DECIR. ESTÚPDIO CORRECOT, PERDÓN, PERDÓN.

@Poverello hace 3 años

Estaba un grupo de turistas gringos recorriendo un poblado mexicano; en eso uno de ellos ve a un campesino tirado a la sombra de un árbol descansando. El gringo se le acerca y le busca conversación:
-Hola amigo, ¿Cómo estar tú?
-Muy bien jefe, aquí descansando.
-Dígame, por qué usted no trabajar más por sus tierras.
-¿Y para qué?
-Para tener grandes cosechas y vender más.
-¿Y para qué?
-Así tú poder ganar más dinero y comprar ganado.
-¿Y para qué?
-Con el ganado hacer reproducir y vender y ganar más dinero.
-¿Y para qué?
-Para tener una casa bonito y vivir tranquilo y descansar.....
-¿Y qué crees que estoy haciendo?

Yo es que soy el mexicano, compadre, ni tengo deudas ni me quiero ir a Marbella. Eso te lo dejo a ti, con ese dinero que no hace falta que me regales. De alquiler vivo, de toda la vida. Básico que es uno; si hasta me están entrando ganas de leer Gordo de feria. Y al hilo del otro hilo sobre personajes detestables, como los yuppies de los 80, lo mismo por eso me caía también regular El Gran Gatsby.

@nikkus2008 hace 3 años

Creo que la diferencia es que no conozco tu país y vos tampoco el mío. Acá si te enfermás, tenés buenos médicos, pero faltan insumos. Los hospitales son deprimentes. A veces la atención no es la mejor. Morir te morís igual, pero al menos no te sentís doblemente asesinado. Antes, hace muchos años, estuve paseando de chiquito por todos los hospitales de provincia por la enfermedad de mi abuelo; no olvido los maltratos, la suciedad de esos pasillos, los olores a enfermedad impregnándolo todo... No lo olvido y para mí es un trauma, que tal vez vos no entiendas porque no lo viviste.

Siempre te leí hablando del trabajo y de los problemas del curro, como dicen allá, por eso el chiste de la plata. Era una broma, nada más. En el fondo soy más un Baudelaire que aborrece todo y vive de spleen en spleen que uno que cree que puede encontrar la gloria en la riqueza. No soy tan banal, pero me gusta ponerme ese traje de vez en cuando y creerme que la solución está ahí y sólo ahí.

@nikkus2008 hace 3 años

Y ahora por ese desplante la plata se la voy a regalar a @Tharl
Jajaja

@Poverello hace 3 años

Lo sé, amigo, y por supuesto que digo lo que digo porque vivo aquí, si la salud de mi familia dependiera del dinero, pues lo mismo ahorraría más. Pero la verdad es que tampoco aspiro a tener más de lo que ahora tengo. He conocido a muchas personas que han pasado y pasan apuros económicos y, generalmente, la situación es compleja, más relacionada con la justicia social y la desigualdad, que con el hecho de tener dinero en sí.

Como aquí no se nos ven las caras, puede dar la impresión de demasiada seriedad en vez del tono jocoso en las intervenciones. Lamento si te has podido sentir mal.

@nikkus2008 hace 3 años

¿Cómo me voy a sentir mal por eso y viniendo de vos? Te conozco hace años. Tenemos puntos en común y disidencias, como es lógico. Pero yo quiero antes de morirme, ver el sol, y en ninguna parte del mundo brilla tanto como en el sur de España. Quiero dormirme al sol. Envejecer y terminar en un lugar así. Y saber que si alguien de mi familia necesita un médico, tener la plata para pagar algo digno y no repetir esa sensación asquerosa de pobreza, que me sigue dando impotencia hasta el día de hoy...

Abrazo, amigo.

@Tharl hace 3 años

Yo sí te voy a aceptar esa plata, Nikkus. Y aunque pienso como Poverello te invito a venir acá y poder practicar la actividad favorita de nuestra generación. No tener familia, ni un compromiso personal con nada públilco o social, porque mueres de ansiedad y tienes que centrarte en tu carrera y en conseguir una (precaria) posición para poder, al fin a los 40 y muchos y si tienes suerte, cuando tengas esa posición, poder matarte a trabajar para pagar una clínica de fecundación in vitro (o comprar un vientre de alquiler, que tiempo hay para que todo vaya a peor) y tener la familia que no tuviste a los 30. Pero que lo críe una mujer racializada por cuatro duros y sin seguridad social, que tú tienes que matarte a trabajar para pagar las cuentas. No sé si te va a gustar, pero yo te invito a un café y nos vemos al fin las caras.

Un abrazo!

@nikkus2008 hace 3 años

@Tharl, aceptado ese café, e incluyo a @Poverello y a @Faulkneriano y a quien se quiera sumar. Una panda de viejitos inadaptados (hablo por mí, que nadie se ofenda) tomando café o whisky o agua, da lo mismo, hablando de esto y aquello, bajo ese cielo inmaculado de la Costa del sol... O en cualquier parte.
Yo no tengo nada. Ni hijos ni mujer. Tampoco trabajo. Sí tengo una pila de años que se me van acumulando. 44 ya van y son bastantes; pesan sobre todo cuando miro hacia atrás y veo lo que no hice, lo que debería haber hecho (según las costumbres, pero también según mis propios deseos) y lo que, según creo, ya no podré hacer si no actúo con rapidez.

Ojalá pueda poner ese café. Lo vengo soñando desde hace añares. Música, libros, películas. Un ambiente cálido, bien iluminado pero no demasiado. Colores anaranjados, rojos o amarillos. Neón en las paredes junto a fotos de Miles Davis y Bill Evans y Sidney Bechet... Y nosotros afuera, fumando, tomando, hablando, pasando el tiempo... ¿Sería bueno, no?

@Poverello hace 3 años

Viejito con 44, ¡qué lástima! La mitad de la vida por delante todavía. Para hacer esas cosas que nunca es tarde para hacer, excepto tener menos años, que ya es imposible.

Yo me tomaría mejor un gimlet con hielo, como el detective preferido de varias de las personas que estamos en el hilo, pero para eso sí que no tengo edad: ya me medio emborracho con la mitad de un tercio de cerveza.

@nikkus2008 hace 3 años

El gimlet con hielo si mal no recuerdo lo tomaba Marlowe ¿Cierto?

Yo no tengo una buena relación con el alcohol; tomo un poco y ya me sube a la cabeza y además soy en ese sentido como un chico (un chaval), porque no me gusta el sabor en general, sacando un Baileys, una cerveza helada, el vino que uso para cocinar, no tomo nada.

El bueno de Chandler no sólo hacía tomar a su Marlowe, él mismo empinaba el codo que daba miedo, pobre.

@Faulkneriano hace 2 años

Pues sí que ha generado esta reseña un curioso hilo: de las aventuras de Castor a la conveniencia de alquilar piso. Ya nos conocemos, Hernando, Nicolás, Rafa... Se os quiere, aunque no seáis gordos de feria.

@nikkus2008 hace 2 años

Jajaja, son divagues a los que ya estamos acostumbrados, Santi. Me sirve, además, para medir el tiempo, y comprobar que vengo con el mismo discurso desde hace mucho (en este caso fue hace nueve meses, pero hay mensajes en los que pienso igual y que tienen diez años). Y comprobar también que siempre sigo chapoteando en el mismo lugar. El ocho de febrero viajo hacia España. Aterrizaré en Madrid y de ahí iré hacia el sur, a las tierras soleadas de Alicante, donde vive mi tío desde hace veinte años. No tomo un avión desde hace mil años, así que tengo un poco de miedo. Veré, por fin, el primer mundo con mis propios ojos. Veré el sol de España (aunque vaya en pleno invierno, mala suerte la mía en este caso), el más radiante del mundo, según leí y escuché. Veré el mar y los cielos eternamente despejados de nubes y, si pudiera ir hacia Málaga, quisiera dejarme hechizar con alguna guitarra flamenca y el colorido gitano.

Si tuviera nacionalidad, iría a vivir AYER MISMO. En fin, todo es muy complejo en ese aspecto. Vamos a ver qué sale de todo esto. La idea es ir unos días, no sé si quince, veinte o si un mes. Y volverme luego al país de la inflación en constante crecimiento y los peores políticos del mundo.

Acá tuviste otro divague más, amigo, ajajaja.

@Faulkneriano hace 2 años

Nikkus se viene a España... ¡y en febrero!, o sea, ya mismo. Alicante queda un poquito lejos...