MEJOR QUE SÍ MISMO por Poverello

Portada de ¡ABSALÓN, ABSALÓN!

Opinaba William Faulkner como quien no quiere la cosa que "no te preocupes por ser mejor que tus contemporáneos o predecesores. Intenta ser mejor que tú mismo."

Por mi parte, he de decir sin renunciar a la hipérbole respecto a la primera parte de la aseveración que cada vez que termino una obra del tipo de New Albany me entran ganas de bajar la nota a todas los novelas que he leído; y en lo referente a la segunda parte afirmar que incluyo en dichas ansias a las anteriores suyas.

“¡Absalón, Absalón!” es la mejor novela que, hasta la fecha, he leído del norteamericano, lo que es decir mucho, pues ya le había endosado algún que otro diez. Faulkner, un experto en retratar, igual que en una apoteosis, la desmembración y caída al fango de cualquier familia del sur nos vuelve a mostrar con su estilo tan depurado como obscuro y exigente las miserias humanas de las que no está a salvo ni la más casta de las criaturas. Y de nuevo lo hace desde la puntillosa exigencia que conlleva asumir la buena dosis de verdad y la imposible objetividad en cada uno de los personajes que habitan sus obras. Imposible reconstruir sus historias sin abrazar en igual medida la realidad tal y como son capaces de entenderla el padre, la madre, el hijo, la primera esposa, el bastardo, el amigo íntimo del que habla... Tal es así que resulta normal que cada página de Faulkner se convierta en un laberíntico túnel de sentimientos, ideas, prolegómenos en los que por momentos olvidas incluso el contexto en el que se está produciendo cada intenso monólogo -repleto de fluir del pensamiento- y haya que inyectársela en vena en pequeñas dosis, como la insulina, no vaya a producirse en el lector un coma de glucosa. Se ha de agradecer soberanamente a todo editor que se precie de introducir de manera habitual al final de las novelas del autor dos anexos: uno con los personajes y otro con la cronología para no acabar por cortarse las venas.

Incesto, racismo, desarrollo moral... se entremezclan de manera sublime, difícil en una obra que se me hace imposible de comparar con nada que no sea el propio Faulkner, quien, afortunadamente y como sucede en parte de su obra, nos entrega una ayudita en el título de la novela, que procede de l libro de los Reyes: Absalón, el hijo de David, quien se rebeló contra su padre y ordenó asesinar a su hermanastro por violar a su hermana Tamar.

Ausencia de juicio, de moralismo, del más leve ejercicio de maniqueísmo, hasta tal punto y medida que al terminar la narración lo único de lo que se puede estar medianamente seguro es del hecho que ha tenido lugar pero es de un riesgo incalculable atreverse a afirmar con rotundidad si existe un responsable del drama o definir los motivos que lo han llevado a término. Para mayor honra del autor y desdicha del respetable los capítulos más inherentes a la trama son narrados por dos personajes que deberían verse como secundarios: Quentin -hijo de la familia desbrozada en “El ruido y la furia”- y Shreve -un mero médico rural- que no han estado presentes en prácticamente ninguno de los sucesos que relatan.

No sé si habrá un escritor capaz de mostrar con tanta terquedad las debilidades que se enquistan en el alma humana, pero no creo que exista ningún otro que las afronte con tan alta dosis de meticulosidad y precisión, por mucho que el propio autor comentara en alguna entrevista aquello de que no creía ni en el estilo en sí ni en la inspiración, de la que nunca supo. Lo que sí estoy en posición de compartir con Faulkner es que un buen autor no necesita nada más allá de un lápiz y de un trozo de papel. No seré yo quien lo recomiende a diestro y siniestro como si sus obras se leyeran mientras se viaja en metro, pero a este tipejo de bigote ilustre le sobra hasta el papel.

Escrita hace 9 años · 5 puntos con 9 votos · @Poverello le ha puesto un 10 ·

Comentarios

@nikkus2008 hace 9 años

Hola Pove; ¡como me intriga esta novela!, tantos dieces casi que me asustan. Leí la primera parte y no se me olvida. Ese verano, las glicinas dos veces florecidas, el efecto de luz y el polvo, la oscuridad como posibilidad de aumentar el frescor, etc. Se me empezó a complicar con eso de hombre-corcel-demonio y ese tipo de cosas...pero la retomaré; me resulta difícil abstraerme de las excelente críticas de esta novela y de un autor que ya me gustó muchísimo por su intensidad y su rara, inclasificable poesía; su prosa es tan vívida, tan expresiva, que parece una experiencia TACTIL...eso me sucede con él. Las cosas se tocan, se huelen. Complicado, seguro, fenomenal, indiscutible. Saludos Pove!

@Faulkneriano hace 9 años

... Tercer diez que le pones a Faulkner y, desde mi punto de vista, éste es el más obligado.

Obviamente, comparto tu entusiasmo , pero te advierto que lo de Faulkneriano ya está pillao.

@nikkus2008 hace 9 años

Celoso de su nick resultó Faulkneriano, jaja. Podría ser Faulkneriano 2, alias Poverello..

@sedacala hace 9 años

Me gusta Faulkner, he llegado a esa conclusión. Sí, sí, lo digo yo que soy ese que le puso un 5 a esta novela que sólo ostenta ochos y dieces en SdL. Y quizá, en esta novela es en la que más me gusta, a pesar de que es mucho más intrincada que “Mientras agonizo” a la que, sin embargo, le puse un 7. Bueno, en realidad, lo que estoy queriendo decir es que esta novela es la que más me gustaría de las que he leído de Faulkner si hubiese sido capaz de entenderla. Pero no la entendí. Así que se tuvo que conformar con un miserable 5. Y es que, sí, lo reconozco, las novelas de Faulkner son la clase de novelas que a mí me gustan; rectifico, me gustarían, si fuese capaz de entenderlas. Quiero decir que me gusta mucho todo lo que tratan y la manera en que lo tratan, esas relaciones complicadas, esas tensiones, esos ambientes lóbregos, esas pasiones inconfesables. Y tampoco me asusta la complejidad retórica, sintáctica o gramatical, como es el caso de “Lo que Maisi sabía” que estoy leyendo (gracias Faulkneriano) y que es verdaderamente complicada en ese sentido. Absalón tiene una terrible complejidad, pero de otro tipo, ahí, el quién, el donde y el cuándo, se entremezclan formando una maraña, para mí, indescifrable; el caso es que no obvias esa circunstancia Poverello, pero yo no sé si tantas flores pueden hacer que a algunos les pase demasiado desapercibida. En fin, no puedo sino añadir que me das una envidia tremenda porque me gustaría que me gustase este tipo de novela que tanto me gusta, en el caso de que fuese capaz de entenderla; pero cómo me estoy repitiendo mucho, ya no lo digo más. Enhorabuena Poverello, por estar en condiciones de disfrutar tanto con tus lecturas como para ponerles dieces; ¡ya quisiera yo!

Saludos

@nikkus2008 hace 9 años

Hola Sedacala, ¿como va, tanto tiempo?...espero que puedas disfrutar más de la lectura, entonces, de este fenómeno. No soy el más indicado para opinar en todo caso, ya que debo ser el que menos ha leído en esta página (de monstruos) de Faulkner, pero a los tres los disfruté mucho, muchísimo. Luz de agosto, Las palmeras salvajes y Santuario, por ahora...es confuso por momentos, es cierto, pero eso me agrada...
El próximo creo que será (y muy pronto) Mientras agonizo...y me dejaré los verdaderos demonios temibles, es decir, Absalon, Absalón y El ruido y la furia, para después...en el medio tengo pensado intercalar con Intrusos en el polvo, o Sartoris, o Los invictos...veremos, veremos..

@nikkus2008 hace 9 años

También le tengo ganas a Proust, a joyce, a Woolf, más de McCarthy, y tantos más...

@Poverello hace 9 años

No sería yo capaz ni con anotaciones, nikkus, de leer en dos veces una obra de Faulkner. En virtud de lo que más que bien dice sedacala, ya me cuesta entenderla y seguirla de corrido como para darle cuartelillo.
También reconozco Faulkneriano2, ah, no, que tú eres el uno, ji, que está es la mejor de las que he leído y si pudiera poner decimales quizá Mientras agonizo sería la más cercana al 9, El ruido y la furia no sé yo; aunque a toro pasado uno pierde ese impacto y sentimiento que produjo su inmediata lectura y no es justo pensar ahora al respecto. En referencia a lo que comenta el bueno de sedacala, sin duda esta obra es la más intrincada, compleja y elaborada, aunque en lo complejo compite con el primer capítulo de El Ruido con el inclemente Benjy sin saber ni lo que dice. La más sencilla bajo mi humilde prisma, de las que he leído, quizá Santuario. Leer la mayoría de las obras de Faulkner sin cronología es como para ir después al psicólogo.

Siguiente parada Sartoris. Cuando me dé el aire.

@Faulkneriano hace 9 años

La obra más dificil de Faulkner, para mi gusto, no es Absalón... sino El oso, una novela corta absolutamente impenetrable.

Me gusta Absalón porque tiene un enorme vuelo literario, un arco temporal de varias generaciones, una narración modélica, creada para generar más sombras que luces, (y, como bien dice Pove, bastante esquinada, al confiarla, la mayor parte del tiempo, a dos personas que no han vivido los acontecimientos, un giro deliciosamente perverso que ha sido copiado luego mil millones de veces), un gran aliento narrativo (y no me refiero solo a la extension) y un gran sentimiento de nostalgia por lo acabado, por lo que ya no existe, por la ruina, algo muy común en Faulkner pero que aquí adquiere caracteres monumentales. Y, corrígeme, Poverello, si me equivoco, da gran cabida a la cuestión racial (quizá la que más, junto con Intruso en el polvo y Luz de agosto), aunque el mestizaje adquiera aquí un punto siniestro que no es nada políticamente correcto.

@Poverello hace 9 años

Pues habrá que leer El oso y no entenderlo.

Cierto todo lo que dices Faulkneriano y respecto al obsceno matiz que toma el racismo en esta obra (aunque resulta mucho más directo en Luz de agosto, no leí Intruso en el polvo) baste trascribir una frase reveladora de la última parte del libro y que seguro mucha gracia no hizo en 1936 para quien anduviera espabilado: ""De modo que no te asusta el incesto, sino la mezcla de sangre". Es realmente terrible lo que se dice y el trasfondo, que rasga trasversalmente las motivaciones de cada personaje y de toda la sociedad estadounidense de entonces.

@Kodama hace 9 años

De Faulkner siempre me ha gustado su sinceridad:

"En Norteamérica hay tres grandes escritores: primero está Wolfe, después yo, y después Hemingway". W. Faulkner

@Faulkneriano hace 9 años

La has clavado, Poverello. Esa es la frase que recordaba de Charles Bon y que me daba vueltas mientras escribía.

Y, Kodama, fíjate que no se pone el primero.

@Guille hace 9 años

Uf, Poverello, tan atractiva reseña casi me empuja a un nuevo intento con este autor (con el que lucho desde hace mucho tiempo). Pero todavía no toca; lo hago cada cinco o seis años más o menos con el optimista anhelo de que mi tetris mental haya modificado su estructura y acoja de mejor modo las piezas de este escritor.

@nikkus2008 hace 9 años

No es la primera vez que Faulk dice que "El oso" es impenetrable; ya lo había comentado en otra ocasión, o tal vez, en alguna conversación que hayamos tenido. Lo cierto es que después de atender esa afirmación, de alguien que se llama Faulkneriano (bueno, no se llama, pero se hace llamar) y que es algo así como la bestia feroz devoradora de libros (y que además, ¡los entiende, analiza, y los recuerda!) , me puse a leer las primeras líneas; no encontré, en esas primeras líneas, las trabas que podríamos encontrar a priori en Absalon o en El ruido y la furia o en Las palmeras salvajes; pero si Faulkneriano dijo eso, es decir, si este tipo extraterrestre (un marciano que leyó algo asó como 3.600 libros, y que no tiene 90 años) asegura que "El oso" es difícil, es porque LO ES, y punto...

Guille, por favor te pido, que le des otra oportunidad. Las dificultades, se ven ampliamente compensadas por el goce de sus interminables, intensos, volcánicos párrafos, donde parece como si alguien hablara sin respirar, y no dijera, precisamente, pavadas...además, hay cierto misterio en las letras; este misterio consiste en la mezcla sabia de las palabras. Como en la música, las notas son siete, pero las combinaciones (tiempos, silencios, tonos, etc.) son posiblemente infinitas (o exageradamente enormes) y lo mismo ocurre con la mezcla, la combinación de las letras; hay magia detrás de esto. Los grandes escritores, más allá de el esnobismo siempre latente, tienen ese poder; son alquimistas, magos; con las mismas letras que están al alcance de todos, ellos hacen de esos símbolos muertos, algo vivo, palpitante, lleno de fuego, de pasión. La palabra justa. Eso es. De eso se trata.

En fin, un saludo, que ya son las 06:15 hs de la mañana, y me voy a dormir...

@nikkus2008 hace 9 años

Bueno, digo esto y la camita me espera...para terminar lo que empecé antes, y que me fui por las ramas, quería decir que Faulkner, es uno de esos alquimistas. Producen, ciertos párrafos, un extraño placer. Tal vez una línea, o dos, pero ya es más que centenares de aguadas páginas de cualquier best seller berreta...

Buenas noches (o buenos días, como sea).

@_567_ hace 9 años

De los tres faulkners que tengo en el currículum, la que más me gustó fue “La paga de los soldados”, que además fue su primera novela…

Muy buena reseña, Poverello.-

@Guille hace 9 años

Sí, nikkus, ya te digo que volveré a intentarlo... aunque mis esperanzas con este autor cada vez son más débiles.

@Faulkneriano hace 9 años

Toda la razón: hablar sin respirar, como un torrente, eso es lo que hacen las criaturas de Faulkner.

De su discurso de aceptación del Nobel:

“Es harto simple decir que el hombre es inmortal sencillamente porque prevalecerá, porque cuando el eco de la última campanada del juicio se haya apagado en la última y más miserable roca, vacilante, aunque ya no le sacuda la marea, en el último crepúsculo rojizo y agonizante, aún entonces habrá un sonido más: el de la mezquina pero inextinguible voz humana que seguirá hablando y hablando. Lo que yo creo es algo más. Creo que el hombre no sólo perdurará, sino que prevalecerá. Es inmortal, no porque sea la única criatura que tiene una voz inagotable, sino porque tiene un alma, un espíritu capaz de compasión y sacrificio y resistencia..."

@Poverello hace 9 años

Eso de los "interminables, intensos, volcánicos párrafos, donde parece como si alguien hablara sin respirar" de los que habla nikkus son una leyenda urbana, je. Baste un ejemplo sacado absolutamente al azar (renuncio al primero que salió porque entre punto y punto mediaba sólo página y media). Y menos mal que es tan generoso con el lector que, por norma general, cuando quien habla piensa sobre hechos pasados aun cuando haya diálogos insertados y demás gaitas lo coloca en cursiva. Lo de comenzar un paréntesis de pensamiento en medio de una frase y que después hasta olvides dónde empezaba el paréntesis o de qué iba el contexto principal es tan natural como que nos sucede eso cuando pensamos.
»Judit ni accedía ni se resistía a que la pusieran ante los ojos de Bon, existía, sencillamente, vivía y respiraba como Enrique, que una mañana de primavera se despertó y, tendido en su cama, inmóvil, hizo sus cuentas, sumó las cifras y dedujo el balance, diciéndose: Muy bien: estoy tratando de convertirme en lo que él quiere que sea, en mi opinión; puede hacer conmigo lo que le venga en gana; hasta con que me diga lo que desea y yo lo haré; aunque me pidiese alga que a mis ojos fuera la deshonra, lo haría. Pero Judit, que era mujer y, por lo mismo, más penetrante, no tomaba cuenta de la deshonra, se contentaba con decir: Muy bien. Haré lo que él me pida y por ello mismo, jamás me pedirá nada que yo considere deshonroso. Por consiguiente (quizá él la besó aquella vez, quizá fue la primera vez que la besaban, y ella era demasiado inocente para mostrarse coqueta o pudorosa y hasta para darse cuenta de que estaban contemporizando con ella; probablemente se limitó a mirarlo con una suerte de asombro tranquilo y vacuo ante el hecho de que el novio, en apariencia, la besaba a una por primera vez exactamente como lo haría un hermano, siempre que a ese hermano se le ocurriera o pudiera ser obligado a besarla a una en la boca), cuando transcurrieron los dos días y él se hubo ido, Elena pudo lanzar un chillido cuando ella se lo dijo: “¡Cómo! ¿Ni promesa, ni juramento, ni anillo?”, y ella, atónita, no pudo responderle una palabra, no pudo mentirle siquiera, porque era la primera vez que se le ocurría que, en efecto, no había habido pedida de mano.

La paga de los soldados supongo que será más grácil, si es su primera novela. Y es verdad que es tan sincero como humilde, Komada, se pone el segundo, ja. Lo que más me sorprende es que ponga a Hemingway tercero (de Wolfe como no leí nada).

Al hilo de lo que comentas, Faulkneriano, Borges decía eso de que “ser inmortal es baladí; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte; lo divino, lo terrible, lo incomprensible, es saberse inmortal”.

@nikkus2008 hace 9 años

¡Dios!, ese párrafo...claro, eso es Faulkner..lo tuve que leer como tres veces (aparte de que soy lento, está descontextualizado) para entenderlo bien. Se va por las ramas, así como los pensamientos (exactamente como dice Poverello) van tomando rumbos así como al azar, y que se entrelazan por misteriosas y (tal vez) nada evidentes ligaduras, así, son los libros de esta bestia.
Ahora me dieron ganas de leer algo de él, jaja...

@salakov hace 9 años

Mejor que uno mismo, qué bueno...
Y a mí "El oso" no me pareció tan difícil como, no sé, "El ruido y la furia". Pero cierto es que tengo un amigo que lo considera el mejor relato jamás escrito (y no, todo el mundo sabe que el mejor relato jamás escrito es el "Noches blancas" de Dostoievski; seguido muy de cerca por alguno de Scott Fitzgerald, "Sueños de invierno" por ejemplo).

@Faulkneriano hace 9 años

El mejor relato jamás escrito puede (aunque no es muy probable) que todavía no se haya escrito: vamos a ser optimistas...

@salakov hace 9 años

Qué respuesta a la gallega...

; P

¡Mójese, señor!

@Faulkneriano hace 9 años

El relato que más me gusta de Faulkner es Una rosa para Emily: En eso no soy muy original... Aunque no es el mejor autor de relatos de Estados Unidos, donde hay mogollón. Poker de ases: Poe, Scott Fitzgerald, Cheever y Carver. El quinto del repoker (¿a alguien le ha salido alguna vez repoker en una partida?) me lo reservo, por si se me olvida alguno.

El mejor cuentista de España es, para el siglo XIX, Clarín; para el XX, don Ignacio Aldecoa.

Hasta aquí puedo llegar. Es entretenido esto de las etiquetas. Y no soy gallego, salakov, que soy extremeño.

@Poverello hace 9 años

Empezamos con Faulkner y seguimos con cuentistas. Para mí el mejor cuentista español actual es Rajoy, salvando las distancias, que hay muchos. De Faulkner ya le tengo echado el ojo a El oso, porque me da que prefiero leerlo como novelista.
Como tampoco soy un experto en esto de los relatos sólo hablo de lo que he leído y me quedo en lo nacional sin duda con Aldecoa (Patio de armas, por ejemplo, me parece una maravilla) y de fuera pues la Lispector, aunque desde luego Poe tampoco es manco. De Fitzgerald me flagelo por no haberlo catado aún. Noches blancas me emocionó y todavía hoy cuando me 'obligan' a recordarlo.

@Faulkneriano hace 9 años

El oso es una novela corta, o un cuento largo, incluido en una selección de relatos, Go down, Moses. Cierto, poverello, que Faulkner es mejor novelista que cuentista, aunque instalado siempre en un nivel de excelencia que hace ociosas tales comparaciones.

@Jorge_E_Pulido_Paz hace 9 años

Habrá unos diez años que leí el libro, lo empecé creyendo que me perdería y no lo acabaría, y me gustó mucho pudiendo acabarlo sin especiales dificultades, por lo que recuerdo, de todas formas tengo pendiente una relectura que quizás me ponga en evidencia ante mi mismo en estos momentos en que me hallo

@Poverello hace 9 años

Creo que Faulkner tiene plena capacidad para dejar a casi todo el mundo en evidencia. Por mi parte, si bien lo leí sin dificultad (me encanta el escritor) lo de enterarme es otro cantar si no llega a ser por los vistazos que echaba de vez en cuando a la cronología.

@Faulkneriano hace 4 años

Voy a leerla otra vez, como una polilla que contempla un fanal encendido una noche de verano, en un porche sureño...

Para algo tiene que servir el confinamiento...

@Poverello hace 4 años

Leñe, no sé si sentir envidia o desazón.

Ya que se pone uno a releer mejor Faulkner (y una de las mejores, creo yo) que Paulo Coelho (sin desmerecer a quien se lo relea).

@nikkus2008 hace 4 años

Estoy leyendo mil libros y ninguno, es tremendo el bloqueo. A este siempre le tuve ganas. Ya de la forma que empieza te das cuenta de lo bueno que era este tipo; inigualable en la forma de escribir. Pero primero voy a terminar algunos de los que tengo empezados, no me voy a meter en otro berenjenal, jaja.

¿Y ustedes cómo andan, amigos?

@Faulkneriano hace 4 años

Releer a Coelho es peor que pegar a tu padre.

Andamos flojos, nikkus. Esperaremos un verano de glicinas.

@Poverello hace 4 años

¿Y releer a Bucay peor que pegarle a la madre?

Yo, sin estar aburrido del semiconfinamiento actual, voy ya perdiendo las ganas de seguir haciendo por las tardes lo que me viene el gana. El ser humano es que es muy dado a aburrirse de todo. Incluso de ser feliz.

@Faulkneriano hace 4 años

¿Aburrido de ser feliz, Pove?

¿Le gusta este jardín? Evite que sus hijos lo destruyan.

@Poverello hace 4 años

Técnicamente era una hipérbole, basada en personas que me rodean (no pocas) a quienes les gusta regodearse en la insatisfacción.

Aunque, en cierto sentido, vivo con una relativa preocupación permanente (he usado dos adjetivos prácticamente contradictorios) debido a mi trabajo en una residencia de mayores, disfruto y me regodeo de mi actual tocarme las partes pudendas. Lo que tengo es una falta absoluta de organización. La falta de costumbre de tener tantas horas libres.

@Faulkneriano hace 4 años

Ah.... se entiende. Yo también ando algo desajustado, pero no tengo prisa por instalarme en la nueva normalidad, un término de lo más siniestro, digno de 1984 y de la neolengua.

@nikkus2008 hace 4 años

Y mucho mejor si es un verano de glicinas doblemente florecidas, jajaja.

Nadie, creo, puede prever "la nueva normalidad". Algunos agoreros de los tantos que infestan las redes y la televisión, declaran con total liviandad y basándose en quién sabe qué absurdas teorías conspiranoicas, que el confinamiento podría durar hasta dos años más. Otros, que todo esto es una farsa y que en realidad los camiones que transportaban cadáveres en Italia, fue todo parte de una pantomima.

Yo, mientras, retomé "Cuentos completos III" de Dick, sigo con Averoigne" de Smith, y tuve que hacer un alto obligatorio con "La peste". Es que en un momento, y ante una determinada situación narrada -con gran maestría- en la novela, me sentí terriblemente mal y tuve que dejar de leerla.

Ah, sí, y sigo con el tomo IV y V de Canción de hielo y fuego, de Martin.

Todo esto para evitar recordar la falta de plata que se avecina. Voy a tener que vender algunos libros míos, y creo que empezaré venta de ropa por internet, a ver qué tal me va. Todo sea por ganarse el mango.

@Faulkneriano hace 4 años

Extraño libro el de Clark Ashton Smith. Poca gente lee ya esas cosas, Nikkus.

Y créetelo: hay muertos en Italia, en España y en Europa para dar y tomar. Espero que pase de largo en la confiada América.

@Poverello hace 4 años

Ojalá la antigua normalidad tarde en llegar (o no lo haga nunca) y la sustituyamos por una nueva de apoyo mutuo y solidaridad. Lo veo chungo, pero más raro fue aquel verano que no paró de nevar, que decía Joaquín Sabina.

@nikkus2008 hace 4 años

Me encanta Smith. De todos modos y hasta ahora, me quedo con los ciclos de Poseidonis, Xiccarph, Zothique e Hyperborea.

Respecto al "nuevo mundo", no soy demasiado optimista en que todos estos cambios de hábito operen positivamente en la gente, ni provoquen una suerte de "sacudón"... Nuestra fe en el hombre espera - anhela, más que espera--que las conciencias maduren y se dulcifiquen como frutas otoñales después de una muestra más de nuestra pequeñez; todo esto me recordó a "La guerra de los mundos", en donde los casi invencibles invasores extraterrestres sucumbieron no ante las armas, sino ante los seres más diminutos e insignificantes.

Tampoco lo contrario, ojo. Intuyo que todo esto no tendrá una influencia notoria en nuestra evolución... Ojalá me equivoque, desde luego.

@nikkus2008 hace 4 años

PD: me sigue pareciendo raro cuando salgo a la calle y veo a todos con tapabocas. Más raro sabiendo que esto sucede ahora, acá y allá y en todas partes.

Parece más un relato de ciencia ficción que otra cosa. Eso sí, esto quedará en los libros de historia... Y nosotros lo habremos vivido y sobrevivido.

@Faulkneriano hace 4 años

Es curiosa la extraña forma de luchar contra la incertidumbre que se nos ocurre: hacer crujir el móvil, aplaudir por los balcones, enviar memes y videos de risa o de denuncia sobre el coronavirus, buscar héroes, componer horrorosas canciones bienintencionadas, buscarse extraños renacimientos espirituales, poner los ojos en blanco ante la importancia del asunto... No sé. No creo que esto nos haga mejores. Vamos a peor...

@Poverello hace 4 años

Buen hilo este para una novela de Faulkner: al autor que escribía dando por hecho que todos somos unos mierdas.

Menos mal que quedo ya para mantener alto el pabellón de la esperanza (o de la insensatez).

@Faulkneriano hace 4 años

Hombre, Pove, no te pongas así, que yo te quiero bien... Lo que pasa es que tengo la bocota floja y algunos días suelto unas frescas...

Esto no tiene que ver nada con Faulkner. Diré que he terminado Absalón y que, si no soy mejor persona, sí por lo menos soy más consciente de que puede haberlas...Me sabe raro leer ahora a Don Benito. Es como comer langostinos con chocolate.

@Poverello hace 4 años

Yo también te quiero bien, y también escribo de gente chunga con la esperanza de que alguien se dé cuenta de que algún pasito habrá que dar. WEra más por que se fuera a pasar por el hilo algún sufrido lector o lectora esperando encontrar algo de Faulkner y se encontrara con nuestras diatribas.

Además como no te gustan los emoticonos no iba a poner uno para dar a entender el modo irónico on.

Espero que con Don Benito te refieras a Pérez Galdós y no a mi pueblo natal. Que todo podría ser en esta pandemia y sus efectos colaterales.

@Faulkneriano hace 4 años

¡Fuera las glicinas! ¡Vivan los calabazones!

@Poverello hace 4 años

Que vivan.

@Faulkneriano hace 4 años

Este aparte nuestro sí es críptico y no el monólogo de Benjy. Solo los extremeños de nación están en el secreto.

Por cierto, y volviendo a la novela que supuestamente nos ocupa, cada uno tiene su capítulo favorito, aunque los que se llevan la palma son el V protagonizado por una enloquecida Rosa Caulfield (pedazo de personaje, todo hay que decirlo) y el VII, donde se cuenta (o no: las reticencias son grandes) la vida de Thomas Sutpen. El VII es mi preferido: llega a su culmen el complicadísimo juego de narradores: el mismo Sutpen, aunque muy poco; el padre de Quentin; y, sobre todo esa pareja enfebrecida, en una habitación cada vez más fría de Harvard, Quentin y Shreve que, más que contar, imaginan (y a la vez aciertan) identificándose cada vez más con lo narrado. en otro capítulo se dirá que son cuatro los que toman el vapor hacia Nueva Orleans: Henry y Quentin, Charles y Shreve. Hay que destacar (y en esto del narrador no confiable Faulkner se lleva la palma, junto con H. James) que Shreve no ha visto nunca a ninguno de los personajes (es canadiense) y sin embargo es el más lanzado a la hora de suponer y de convocar intiuitivas certezas.

Hay un curioso juego con el pronombre él y que tiene mucho que ver con la peculiar idea de narrador que tiene Faulkner: el personaje que esté en uso de la palabra es corregido casi siempre al decir él por el personaje que escucha y aclara quién es el: él (Sutpen), él (Bon)... A veces Quentin y Shreve pronuncian a la vez a quién se refieren; otras veces (y así se anota en la novela) no lo aclaran ninguno de los dos. El lector está atento a este juego metalingüístico, participa más cerca de la conversación y hasta se sonríe con los juegos propuestos por el personaje,o el narrador, o el autor (Faulkner)

Otra cosa: ¿por qué los mestizos son condenados hasta la extenuación? El memorable personaje de Charles Bon o el no menos famoso Christmas de Luz de agosto son destrozados por la sociedad sureña, de muy distintos modos, solo por tener algo de sangre negra. Su destino es francamente horrible. Hum...

Creo que, llevado de mi entusiasmo, me he liado bastante.

@Poverello hace 4 años

A los mestizos, como a los 'entreveraos', no los quieren ni propios ni extraños. Tal vez porque nadie los considera como lo primero y casi todos como lo segundo.

La influencia que tiene Faulkner sobre mi forma de entender la estructura y la información (o desinformación casi mejor) a la hora de ponerme a escribir la noto cada vez más patente. Y más valoro el follón mental que tenía que tener y luego reelaborar para meterlo todo en su justa medida y cuadrarlo como si fuera un tetris.

@sedacala hace 4 años

Sí, pero, ¿el lector qué gana con todo esto?: una mejor comprensión de la trama, desde luego, no. Ciertamente el tono sórdido, oscuro y enigmático, es un elemento muy característico de sus novelas, que colabora decisivamente en la configuración de ese ambiente tan atractivo para el lector. Pero el ocultismo a la hora de informar sobre los detalles de la trama, que no facilita que su obra guste todo lo que podría gustar a muchos, entre los que me encuentro. Pero en fin, comprendo que esto es así, o se toma como es o se deja.

@Poverello hace 4 años

Estoy de acuerdo, sedacala. Creo que alguna vez hablamos por aquí de en qué piensa/debe de pensar la persona que escribe: ¿en posibles lectores y lectoras o en lo que considera como propio de estilo, te lean más o te lean menos?

Yo soy más de lo segundo, tal vez porque me gusta Faulkner, jeje, si no lo mismo pensaba como tú. El caso es que es una forma de escribir que me gusta mucho (incluso me apasiona, diría) y que hace que te metas en la obra y la forma de entenderla de una manera específica, consiguiendo (si logras entrar) que seas consciente de tus propios prejuicios e interpretaciones, y dejando a tu propio juicio algunos aspectos no resueltos. Me pasa lo mismito con Vargas Llosa, aunque él me caiga bastante peor como persona.

¿Os cuesta separar la obra de la persona que la ha escrito? Por dar más bolo al hilo, jeje. A mí a veces creo que me ha asado factura que alguien me caiga como una patada en las narices con anticipación a la lectura.

@nikkus2008 hace 4 años

Un escritor JAMÁS debe pensar en sus lectores; si fuera por esto, todos habrían sido simplones y mecanizados productores de best sellers...

Lo mismo se aplica para los músicos, pintores, cineastas, etc.

Las rupturas se dieron gracias a los valientes, no a los cobardes o a los cómodos.

@nikkus2008 hace 4 años

Claro que está en uno, luego, el aceptar esto o aquello, pero hay que agradecer el abanico de posibilidades que nos da el arte para poder elegir, según el humor o las necesidades de cada etapa de nuestras vidas.

@Faulkneriano hace 4 años

Hombre, un poco de empatía con el posible lector no viene mal. Más que nada, para darle algo a lo que asirse y no negarle el pan y la sal. El narcisismo puro no es aceptable.

@sedacala hace 4 años

Poverello, los grandes creadores a menudo lo eran por algo y ese algo, en lo personal, no suele ser la simpatía o el don de gentes. Faulkner era indudablemente un tipo muy, pero que muy problemático.

Uno de esos rasgos difíciles de estas personas es el empeño, por encima de cualquier otra cosa, de crear lo que ellos querían y eso es algo que suele llevar a la gente a comportarse de una forma poco sociable.

En ese sentido, está claro que el creador, cuando crea, no debe pensar en los demás, pero lo que verdaderamente importa son los resultados. La ruptura en sí misma no significa nada. El creador valiente puede ser tan desafortunado como el cobarde o el cómodo. Lo que cuenta es el acierto.

Y al final cuentan también las afinidades o los gustos. Lo que para unos es acierto para otros puede no serlo. Yo personalmente valoro la obra de Faulkner, pero no tengo ninguna afinidad con ella. No es el tipo de literatura que me puede hacer vibrar.

@sedacala hace 4 años

Por cierto, os habéis empeñado en hacer esto muy largo ahora que ya se está acabando el confinamiento.

@Poverello hace 4 años

A mí por ejemplo me cuesta la misma vida el realismo francés: Stendhal, Flaubert o Balzac los he leído casi por compromiso y aunque me gusta cómo están escritas sus obras, es que no me motivan los personajes ni el estilo. Salvo Germinal, de Zola, que lo veo distinto en todo, y quizá Rojo y Negro.

Y no es culpa suya, vaya, que no piensen en mí.

@nikkus2008 hace 4 años

Hummm, no imagino a Faulkner pensando en el lector al escribir "El ruido y la furia", ni a Cortázar al escribir Señorita Cora o Todos los fuegos el fuego, por poner ejemplos que me vienen a la memoria en este momento... No habría existido Ficciones de Borges tampoco... la comodidad del lector promedio no debería interceder en el proceso creativo de ningún artista... no hubiéramos perdido de Astor Piazzolla, de Miles Davis o Coleman o tantos otros...

En fin, amigos... abrazos virtuales, que de los otros no se puede ni aunque pudiéramos, jaja.

@nikkus2008 hace 4 años

No sé puede ni aunque quisiéramos, quise decir.

La corrección, dos meses después, jajaja.

@Poverello hace 4 años

Bueno, hay peña que no rectifica ni dos meses después: como la clase política, jeje. No podrías ser político, nikkus.

@nikkus2008 hace 4 años

Y me di cuenta de que me salió "sé" en lugar de "se". Estúpido corrector, no me lo banco.

Patético, jaja.

A ver, reviso bien esta vez... Ok, creo que todo está correcto. Envío.

@nikkus2008 hace 4 años

¿Cómo anda, mi amigo? Yo un poquito harto. Acá los contagios suben y suben. No sé cómo estará por allá, pero me encantaría saber que en alguna parte del mundo la curva está aplanándose de una puta vez.

@Faulkneriano hace 4 años

Nikkus, nos haces parecer La máscara de la muerte roja, el relato de Poe. Una multitud de lectores ensimismados que no se enteran de la peste que amenaza a sus puertas... hasta que alguien la introduce en la gran biblioteca. Exagero: no es el caso. Es solo que no nos gusta mencionar al corona virus en esta tierra llena de sol.

@nikkus2008 hace 4 años

"No cuentes monedas delante de los pobres", amigo, que acá estamos en la estación de los árboles pelados y ennegrecidos y los cielos lavados y fríos... Nada más vulgar que un atardecer de invierno, con esos colores como agotados y desteñidos... Ansío el verano, sueño con volver a Biblos, en Barrio River, a tomarme el capuchino italiano de todos los jueves francos, con un libro, los auriculares y la cabeza a la deriva y casi siempre sin leer, dejándome arrastrar por pensamientos en donde se bosqueja un porvenir venturoso a veces, otras completamente vacío y, todo con el aire cálido embalsamado de tilos y café...

Siempre ando mirando propiedades en España... La veo como un oasis y un refugio de mi eterno spleen... Intuyo que esos cielos alicantinos o andaluces siempre azules y sanos, y el mar y el gentío podrían hacerme bien.

Hacía mucho que no soltaba semejante parrafada de estupideces tan autorreferenciales, jajja.

Disculpas. Pero acá son las nueve y veinte de la mañana y no puedo dormir.

@Poverello hace 4 años

A mí me "encanta" (exagerando) hablar del coronavirus, cuya enfermedad ya no sabe uno si es masculina o femenina, y creo que no se debe al lenguaje inclusivo. Si no fuera gracias al virus, ¿cuando iba yo a enlazar tres tochos de lecturas seguidos? Cierto también que banalizar un poco con lo terrible en mis horas de asueto, me hace no pensar tanto en la residencia y en que, la dejadez de unas pocas personas descerebradas (no siempre jóvenes por mucho que nos quieran vender la moto aunque esté pinchada) pueda lograr que uno de los colectivos que menos culpa tiene vuelva a estar confinado sin ver la jodida calle.

La suerte es que, en esta tierra llena de sol, como bien comenta Faulk, con tanto rayo ultravioleta, el nivel de estupidez humana ha de ser muy alto para que el riesgo de contagio hacia las personas mayores si están al aire libre o encerradas a cal y canto supere su umbral.

@nikkus2008 hace 4 años

Corone Verus, sería en lenguaje inclusivo, jejeje. ¡Al carajo! Bien por vos, querido Pove, que pudiste terminar varios libros... En mi caso apenas puedo leer nada. Estoy viendo (no estos últimos días, precisamente) muchas películas y series y escuchando mucho jazz, pero no logro concentrarme bien para leer. No sé qué pasa, no lo entiendo... al principio creí que con tanto tiempo libre me iba a devorar una buena cantidad de libros pendientes, pero no, ni cerca.

¿Cuántos casos de infectados hay allá por día?

@Poverello hace 4 años

No poder leer con infinidad de tiempo libre es bastante más normal de lo que piensas. Suele suceder en situaciones de incertidumbre prolongada con actividades que implican concentración, y por eso no ocurre con las películas o las series. A menos que te dé por ver a Tarkovsky o a Dreyer, claro. Aquí dicen algo al respecto: lapiedradesisifo.

Ayer alcanzamos otra vez la cota máxima de contagios post desconfinamiento: casi 1000 positivos por PCR. Pero, vamos: te contagio más que ayer, pero menos que mañana. El ser humano es capaz de superar límites insospechados en otras especies.

@nikkus2008 hace 4 años

Genial, amigo. Ahora abro el link... Me parece más que interesante averiguar la razón de esta extraña situación. Nunca leí al mismo ritmo furioso que vos, o Faulk o muchos de los usuarios de esta página, pero esto es algo incomprensible para mí.

Respecto a esta mierda de covid, que vaya pasando de largo porque ya jodió demasiado.

@nikkus2008 hace 4 años

El artículo que me pasaste me resultó muy útil, Pove. Ahora ya no me siento tan mal por no haber aprovechado estos meses para leer todo lo que me hubiera gustado.

Ah, y sí, estuve mirando películas de Tarkovsky (todavía no de Dreyer), Bergman, Rohmer, Godard, Kubrick, etc...

@Faulkneriano hace 4 años

Pues no has perdido el tiempo, nikkus, en lo que al cine se refiere...

Este hilo es interminable. Va a pasar a llamarse "Absalón, Absalón y de paso dé su opinión" porque ya solo nos falta hablar de la licitud de los chanclos.

@Poverello hace 4 años

Llevaba unos días pensando en comprarme unos chanclos, pero por mis manías veganas tenía que ser por internet y me cuesta decidirme sobre su necesidad.

Dicho lo cual, también había pensado que lo mismo sería mejor pasarnos a notas o a mensajes privados, jeje.