VAGAMUNDO por _567_

Portada de EL LIBRO DE LOS ABRAZOS

Alguien mejor preparado que un servidor debería reivindicar de una vez por todas a este sabio hombre de letras para que así el legado de su obra se extendiera por todos los rincones del planeta hasta hacer que todos nosotros, humildes habitantes de alquiler y lectores de ociosa ocasión, aprendiéramos a tener ese mínimo de capacidad necesaria para poder sentir el prodigioso placer que supone el descubrimiento de la Palabra Exacta, de la Frase, del Relato de una Historia cualquiera, en su máxima y sublime expresión. Abrazar este libro dura un suspiro, por la facilidad de su prosa escrita con la sabiduría del lenguaje del pueblo, pero cobra una eternidad a cambio porque aunque se lee de una tumbada, sí, a su vez la precisión de ese influjo que destila nos durará toda una vida, yo espero que para los que queden después sea una eternidad; y repasaremos una y otra vez muchas de esas sentencias que como puñales se clavan en nuestros corazones para llegar con sus afiladas puntas de estilete a lo más hondo del sentimiento allí encerrado y, créanme ustedes, jamás atravesado con anterioridad.

Obra inclasificable, no se me ocurriría ponerle una etiqueta a esta prenda impresa tan sutil como la piel que nos viste de seres humanos. Galeano inventa un nuevo discurso que va más allá de los géneros literarios, esa es la primera impresión que uno siente cuando se topa con su propuesta: ensaya con nuestra memoria colectiva a través de retales o remiendos de sus vivencias personales descubriéndonos todas aquellas pequeñas cosas en las que el mundo real deja de envidiar a la ficticia fantasía, transmuta la narración llana en ejercicio poético de altos vuelos y rinde un sentido homenaje a la ancestral memoria de la palabra escrita con una conmovedora entrega capaz de traspasar las fronteras mejor guardadas del conocimiento. Sentado al borde de la genialidad, el autor balancea la mirada ante el vacío que se extiende bajo sus pies, sin miedo alguno al que dirán, para después erguir la cabeza y mirar orgulloso al horizonte, siempre de frente; abrir el libro y Recordar, y volver a Recordar que ese verbo mayúsculo, que a veces el olvido nos arrebata a traición, proviene del latín ‘re-cordis’ que no significa otra cosa que… volver a pasar por el corazón.

América supura amor y dolor a partes iguales en cada una de sus páginas, la del Sur por supuesto, la del Centro también, e incluso la del Norte, para ese viajero infatigable que suma exilios (España entre otros) y resta odios anclados en los errores del pasado. El Mundo que nos ve crecer, la pasión de decir todo aquello que la libertad del lenguaje nos brinda, la función del Arte, y todas esas crónicas de vida anunciadas que suceden en diferentes ciudades (Montevideo, Buenos Aires, Santiago de Chile, La Habana, Quito, Managua, Río de Janeiro, Caracas…) y que conforman, todas ellas, ese trocito de Mapamundi que se resiste a consumirse en la nada para que el viento, que todo lo puede, lo arrastre sin remisión como las cenizas de aquella memoria que algún día se hincó de rodillas ante la robótica asunción del capitalismo dictatorial más exacerbado. ¡Ave Fénix, Sudamérica Libre! Que es la que yo más quiero.

Abrázalo o deja que te abrace. Entrégate o deja que se rinda a ti. En todo caso léelo, maravíllate además con los múltiples grabados e ilustraciones firmados por el propio autor… y, claro está, actúa en consecuencia.-

Escrita hace 11 años · 4.2 puntos con 5 votos · @_567_ no lo ha votado ·

Comentarios

@nikkus2008 hace 11 años

Excelente reseña Krust; Galeano es una cuenta pendiente (una más) y me da curiosidad. Por tu reseña me animaría con este libro primero, si lo consigo, cosa que me parece no será un problema. Lo que si es que este tipo no me cae nada bien, aunque siempre separo lo personal a la obra en si misma. Creo que él es una caricatura del pensamiento de izquierda más lamentable. Es soberbio aunque no crea serlo. Es, con ese aspecto de tipo abandonado, el ejemplo del adolescente-vejestorio que está estancado en un ideal y se esmera porque su cuerpo lo represente. Me gustan las personas que creen en algo (yo no creo en nada, CREO) y que no necesitan traspasarle su pensamiento o a su arte su cuerpo. No veo el porque un intelectual (ya esa palabra es desagradable) tenga que calzar anteojos, ser pelado, y tener "poca calle". Y asi todas las cosas. ¿Que soy yo entonces?: no tengo mucho pelo, por lo que The Beatles ya no podrán estar estampados en mi aspecto; escucho jazz, y no uso polera, escucho Metal y no uso cuero ni tengo tatuajes ni chupo; escucho pop y no soy gay; mirá un ejemplo claro Krust. Fito Páez y Charly García (dos tontos consumados y músicos mediocres) tienen que cruzar sus piernas asquerosamente raquíticas y mover el cráneo como idiotas mentales, porque son "rockeros" argentinos y deben ser "loquitos". Me pudre todo eso. Pero, en fin, a ver, Morrison también sobreactuaba, pero nos dejó algo mejor. Piazzolla era genuino, un tipo normal, y fue un millón de veces mejor que Calamaro, Fito o Charly.
Perdón Krust por la lata. Pero cada vez que veo a este hombre, me refiero a Galeano, y me acuerdo que la burguesa, vaga, vil y basura de mi tía (titiritera de mi tío y mis primas) falsa-progresista, esta como enamorada de él, me da asco. Y él también.
No le creo a nadie, nada. Ya no. Veremos, entonces, y espero que no intervengan mis prejuicios sobre su obra, si me gusta o no.
Gran reseña y un fuerte abrazo!!

@Poverello hace 11 años

Hermosísima reseña, Krust, y visceral comentario nikkus.

Ambos me han dejado una sensación escalofriante. Por mi parte, Galeano me parece una persona responsable y coherente, tenga o no anteojos. A cada uno lo suyo, ¿no? Ni ha de ser lo mejor ser formal ni lo peor estar loco. Difícil es saber hasta dónde llega lo impostado o el carácter. La excentricidad es patrimonio de los genios, porque para el resto de mortales es enfermedad mental.

Abrazos a ambos.

@nikkus2008 hace 11 años

Si, es que siempre ha sido asi. En la escuela estaban los tipos rudos, los bravos, los malos. Esos les gustaban a las pelotudas y eran admirados por los blandos perritos inferiores. Dichos tipos, tenían colgantes de "The Rolling Stones" (banda excelente sin duda) y algunos ostentaban la remera del "Che"; fumaban porros, tomaban cerveza, y demás tonterías (en otro contexto, no lo serían). Hoy, esos tipos, a quiénes me he cruzado luego de una pila de años, están gastados, aburguesados; tienen empleo seguro, algún que otro hijo, una mujer rellenita, un cupo limitado para gastar en supermercados, y listo. Todo ese fuego- impostado- se ha ido. No, en realidad nunca existió. Los ha ayudado a sobrellevar (cada uno como puede) esa etapa tan complicada, que es la adolescencia. Han necesitado SER para pertenecer. Por mi parte, siempre permanecí en el medio. Siempre mirando todo desde un lugar alejado. Ni era de los guapos, los malos, ni de los humillados, de los blandos. Me equivoqué, amigos. Lo mismo pasa hoy, y lo mismo pasará siempre.
Me cansan los "trajes" Pove, me cansan. Me voy a morir así, es todo. Nadie nunca jamás va a adivinar nada sobre mi a simple vista. Y me gusta, en definitiva. Opinaré de Galeano cuando lo haya leído. El problema está en la exageración. Se que "los españoles" (asi se dice) masacraron a los (pobres, buenos e inocentes de todo pecado, de todo acto violento) indios o aborígenes o mejor aun, habitantes de "pueblos originarios". La verdad, es que ESOS conquistadores fueron mierda. Y no sabemos si acabaron con otra mierda. Galeano, si no me equivoco, genera "buenos" y "malos" y cualquiera que tenga los ojos abiertos a la conducta de los hombres, bueno, listo. A esta altura, ya no tengo fe en el ser humano, ese es el principal y más importante problema. Eso es todo...

@Tharl hace 11 años

Buena reseña Krust, hermosa y ligeramente ideológica, como parece prometer el libro.
No conocía a Galeano aunque me habéis metido la curiosidad, si me encuentro por azar con este libro aprovecharé la oportunidad de conocerle mejor.

Aunque por lo que dices tú, Nikkus, no sé si me gustará el traje de Galeano... no por impostado, un juicio muy difícil y atrevido, sino por la estética que comentas y por separar entre “buenos” y “malos”. Me irrita más y me siento mucho más culpable y responsable del neocolonialismo que mantiene España y sus empresas en la actualidad sobre ciertos países americanos, que porque siglos atrás conquistaran -e incluso exterminaran- a los pueblos conquistadores y explotadores primigenios. Tampoco estoy orgulloso de la plata del imperio, que conste. Pero para quien sirva de consuelo, los frutos de Potosí quedaron en Génova y China…
Comparto mucho más trajes como el tuyo. En algunos aspectos, compartimos talla.

@_567_ hace 11 años

Hola Nikkus, te dejo una reflexión de Galeano, incluida en este libro, y después sigo comentando algo más. Por supuesto, te remito a las últimas líneas de la reseña para cuando descubras a este autor, creo que eres un tipo entrañable que escribe con las entrañas y eso te puede hacer candidato a disfrutar de las letras de este autor; espero que opines sobre él sin juicios preconcebidos (tu tía y el resto de su prole, los críticos detractores de su obra, las sensaciones que te pueda haber provocado esta reseña, la imagen que tengas del autor… etc). Tú eres tú, y además lo afirmas tú mismo… y tus circunstancias.


YO MUTILADO CAPILAR - “El libro de los abrazos” – Eduardo Galeano (1989)

“Los peluqueros me humillan cobrándome la mitad. Hace unos veinte años, el espejo delató los primeros claros bajo la melena encubridora. Hoy me provoca estremecimientos de horror el luminoso reflejo de mi calva en vidrieras y ventanas y ventanillas.
Cada pelo que pierdo, cada uno de los últimos cabellos, es un compañero que cae, y que antes de caer ha tenido nombre, o por lo menos número.
Me consuelo recordando la frase de un amigo piadoso:
-Si el pelo fuera importante, estaría dentro de la cabeza, y no afuera.
También me consuelo comprobando que en todos estos años se me ha caído mucho pelo pero ninguna idea, lo que es una alegría si se compara con tanto arrepentido que anda por ahí.”

@_567_ hace 11 años

Yo conservo el pelo, de momento, o al menos gran parte de él, pero si me quedara calvo tengo muy claro que me lo tomaría con la filosofía de Galeano. Y esto lo hago extensible a todos los rollos físicos, que en general me la repanfinflan; cada uno es como es (caprichosos que son los genes, ya sabes) y no hace falta decir que a estas alturas de la vida me interesan más las mentes que los cuerpos aunque a veces, cada vez que me apetezca por supuesto, peque mentalmente con cuerpos salerosos, no siempre perfectos, dignos de merecer un ejercicio onanista por mi parte, por mis partes. Eso es tan normal como sano, tan gratificante como válido para el conocimiento personal de cada uno. El amor, amigo mío, ya es otra cosa, mucho más complicada pero a la vez mucho más gratificante cuando te sientes reconocido en él (obsérvense aquí las referencias de Galeano a Helena, su compañera de siempre…), personalmente jamás afirmaré que esa ‘cosa’ es para toda la vida, eso son milongas de conveniencia, pero como creo que es posible me dedico en cuerpo y alma a tan delicioso reto personal, si pierdo, intentaré aceptar la derrota con dignidad y por supuesto… aprenderé. Pero yo CREO en eso, y en otras muchas cosas también…

Mira, yo no tengo estudios y soy un puto cero a la izquierda en una batalla de currículums intelectuales o académicos (como a ti, listo también me gusta más que intelectual), todo lo que sé (que todavía es muy poquito para mi eterna sed de aprendizaje) lo aprendí en esa calle que representa la universidad de la vida para muchos, y que tan bien sabe patear Galeano, donde primero, ante todo, aprendes a sobrevivir. También, no quiero olvidarme de citarlo, lo que pueda saber lo he aprendido en cualquiera de los libros que he leído. Digamos que ahora solo soy un buscavidas que intenta vivir sin sobresaltos, pero te aseguro que nada me da miedo ya, intento ir siempre de frente, ser transparente en mí actitud ante la vida, y mantener la conciencia bien tranquila en cada uno de los actos con que esa misma vida te pone a prueba cada día, y eso es muy complicado... Suficiente para reconocer a todo aquel semejante que se muestre ante mis ojos, Galeano parece ser uno de ellos y yo eso lo valoro mucho, esa facultad innata que tiene para transmitir sensaciones, igual que puede haber gente que valore los valores de mercado, las tetas o las pollas grandes o gordas, los trajes de etiqueta o los cosméticos de la eterna juventud, o yo que sé... cada quién es cada cual. Ante todo respeto por la palabra ajena y no sentir vergüenza, ni por supuesto envidia (un adjetivo que me enorgullece que NO figure en mí diccionario vital), para adaptarla a tu forma de ser cuando realmente merezca la pena. Evolución es la palabra clave.

Galeano acerca a la gente de la calle, al pueblo llano, toma la voz y la representa sin aspavientos ni disfraces de ocasión, nos enseña que todavía nos tocamos poco, nos comunicamos menos, e incluso a personas tan asociales o introvertidas como uno mismo, nos refuerza los valores, los ideales y hasta las ganas de seguir confiando en los demás.

* Como no podía ser de otra manera y haciendo honor al título de la obra: Un abrazo para los tres y gracias por complementar la reseña. Si os animáis a leerlo aconsejo fervorosamente la edición de la editorial SIGLO XXI, es una pasada…

@lucero hace 11 años

Me encantó tu reseña Krust! Galeano tiene pasajes que embelezan, y es un escritor/pensador/intelectual gravitante en América y sobre todo en ambas orillas del vasto Río de la Plata.
Nikkus se enoja, y con razón en gran medida. Hay mucha pavada cultural e intelectualoide por estos tiempos. Es como una carroza es la que hay que subirse para figurar en tiempos progresistas..??!!
Pero no me impresiona que Galeano haga eso. No le importa nada de nada, está mega enfermo y dice lo que se le ocurre, sin trabas ni tapujos. (todos los uruguayos están perdiendo las convenciones je....nikkus!). De cualquier modo y llegando de nuevo a lo literario, puedo disfrutar de Galeano en breves medidas. Me intoxica tanta denuncia y datos en "Las venas abiertas...", los relatos cortos de "Las palabras andantes", míticos, primitivos, musicales casi, no los puedo leer de corrido.
Aprecio más sus entrevistas, sus conferencias. Al revés de vos, amigo nikkus.

@_567_ hace 11 años

Hola Lucero,
De hecho habla mucho del Río de la Plata en esta obra, y como va saltando dictaduras de un lado a otro. Hace un tiempo vi una larga entrevista a Galeano en un programa de TV, se desarrollaba en un escenario suntuoso (esa maravillosa librería teatro de Buenos Aires que algún día me gustaría visitar... ¿Se llama Splendid?) y me llamó poderosamente la personalidad del personaje, al que sólo conocía de referencias, me pareció un progresista librepensador, muy cercano, de gran calado humano pero en ningún caso un intelectualoide pedante disfrazado de artista genial. Que esté mega enfermo, no sabía nada, pues me parece una verdadera pena… cuando se vaya al otro barrio, entonces será cuando la América latina más comodona y apoltronada en el conformismo lo echará de menos. Espero que llegue a los jóvenes de allá, ya que los de acá me temo que no lo conocen de nada. Sin embargo sí que es muy valorado en países liberales del norte de Europa como Holanda, Dinamarca o Suecia… Que cosas.
Además de esta, he leído “Días y noches de amor y de guerra” y también me gustó mucho, lógicamente me gustaría seguir descubriéndolo (La trilogía “Memoria del fuego” sobre todo), cuesta bastante encontrarlo en las bibliotecas de aquí o al menos yo no tengo suerte cuando rebusco entre las estanterías. “Las palabras andantes” en colaboración con Borges debe ser algo, como mínimo, muy curioso de leer. La palabra exacta del pueblo llano versus la palabra o el grabado metafísico del intelectual consumado. Oh!

Venga, otro abrazo para ti.-

@Faulkneriano hace 11 años

Estupenda reseña y comentarios no menos esclarecedores. Gracias a todos, argentinos y españoles.

Conocí a Galeano en un congreso, a comienzos de los 90, en la facultad de letras de Cáceres. Era sobre Lo real maravilloso en Hispanoamérica y había expertos internacionales sobre el tema, y una buena selección de autores. Sólo puedo decir que Galeano, que intervino el último de una tarde muy larga, se quedó con la audiencia en cosa de medio minuto y nos contó una historia, no sé si real o maravillosa, que encandiló a todo el mundo. Vaya verbo que tenía el sujeto...

Ya lo he dicho alguna vez. Galeano es un francotirador de las letras: no sé muy bien qué es. No es poeta, ni novelista, ni escribe cuentos. Es (y no es) periodista y ensayista. No lo conozco bien, la verdad. A más de uno le puede descolocar. A mí, por ejemplo.

Nikkus, tú conocerás mejor su persona, que para eso es uruguayo y lo tienes más cerca. Entiendo la razón de tu comentario. ¿Esa es la imagen que proyecta? He tenido que buscar polera y no, no te imagino con eso puesto, aunque te guste el jazz (a mí también me gusta)

@nikkus2008 hace 11 años

Bueno, tal vez esté siendo injusto con Galeano; lo vi en algunas notas periodísticas hace poco y noté eso en él; un creo, auto-abandono que parece hacerlo feliz, y completar así la totalidad de una idea. Pero puedo estar equivocado. Además, tal vez me guste, tal vez no; tal vez me convierta en fanático de él, quién sabe. No lo he leído, asi que veremos luego, y opinaré después. Ahora, eso si, los poemas que leí de Benedetti son lamentables. Espero leer algo bueno de este autor, también Uruguayo, y también defendido a muerte por sus fanáticos.

Me gusta que te guste el jazz Faulk; ayer, por la noche, mientras tomaba un té con budín, escuchaba "Sunday at the Village Vanguard" de Bill Evans, una verdadera delicia, y "Filles de Killimanjaro" de Miles Davis, otro disco magníifco; también estuve repasando ese disco también de Evans, "Waltz for Debby", tan fundamental, tan perfecto. Un poco de Miles Davis, Oliver Nelson, Charles Mingus, John Coltrane (First Meditations), el gran John Coltrane, etc, ayudan siempre a gratificar la vida y a hacerla más pasable...

@_567_ hace 11 años

Seguro que ese congreso fue una experiencia de lo más interesante… de hecho, la memoria (tan selectiva ella) te ha permitido rescatarla un cuarto de siglo después. Yo, es de esas personas con las que me encantaría tomar un café o un mate y charlar del cuento de la vida. Francotirador de las letras es un buen traje, sin corbata pero con sombrero, para él.

Tampoco me imagino a Nikkus con polera, pero es que ni a ti, Fauk, no jodas. Me encanta el jazz también!!! Sonando el ‘Somethin’ else’ de Cannonball Adderley, el gran Miles entre otros trompetea en la banda.

Un abrazo al charco que nos une.-

@Poverello hace 11 años

Nikkus, ¿no será eso que dicen de lo mal que os lleváis los argentinos y los uruguayos, no? No te pega. A mí sí me gusta Benedetti, pero no voy a abrir otro frente, que entiendo más que perfectamente que su estilo (como el realismo mágico de García Márquez haya a personas que les repela).

A mí también me gusta el jazz y no me imagino a ninguno con polera (que también lo he tenido que buscar en San google), sobre todo los que pasamos de los 40. Tampoco me importara tomar un té (con o sin budín) con Galeano. ¡Y con tantos otros!

Abrazos fuertotes a tod@s.

@sedacala hace 11 años

¿Pero que tenéis contra los jerseys de cuello alto? a mí, si me gustan.

@_567_ hace 11 años

Si son jerseys de cuello alto, yo rectifico ahora mismo, porque me encantan. Heredé unos cuantos de mi suegro que me van a durar, espero, otra década. Lo he buscado también y me sale lo que imaginaba, es decir: lo que aquí llamamos polos, esos del cocodrilo francés de antes y los del caballito con el pavo jugando al polo de ahora… ¡Esos no! Las camisetas de fútbol con cuello polera tampoco me han gustado nunca… Intenta con “La tregua” de Benedetti, Nikkus.

Un abrazo, Sedacala.-

@sedacala hace 11 años

nikkus, nos tienes que explicar lo de la polera. El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, dice: 1. en Arg. y Ur. jersey de punto fino y cuello alto. y 2. Chile, camiseta deportiva de manga corta.

A mí, "La tregua", también me gustó mucho.

También uso camisas polo, camisas normales, camisetas y jerseys de todo tipo y chaquetas y cazadoras y otras cosas. ¿Que importancia tiene? Pero, también soy consciente del valor simbólico de algunas prendas en algunos ambientes.

@lucero hace 11 años

Los argentinos y los uruguayos no nos llevamos mal!! cruzamos de aquí para allá y yo particularmente los respeto y admiro. Tenemos raíces históricas e institucionales comunes. Representantes como Galeano, Benedetti y tantísimos hacen de ese país un vecino de peso.
Yo tambien uso polera, no se como se coló en la conversación....

@nikkus2008 hace 11 años

Bueno, esto es una locura, y muy graciosa por cierto. Para los curiosos (Sedacala y Lucero principalmente) les dejo un link con una foto de un tipo usando polera:
com.

Ahora, lo de la polera fue un ejemplo casi cómico. No se a ciencia cierta si todos los amantes del jazz usan polera, pero existe una tendencia. El hombre de derecha, de ultra derecha, por ejemplo, suele tener el pelo muy corto, "a lo militar", pero suponer que todo aquel que tenga el pelo rapado sea militar o adhiera a dicha ideología. El hombre de izquierda, muchas veces se suele revestir de la siguiente manera: pelo medio largo (no del todo), barba (infaltable) y un pullover de lana; todo esto lo puede constatar cualquiera que se dedique a observar estas tonterías (como yo). El hombre que esucha ópera o música clásica, suele vestir algo más elegantemente que un "Rolinga" (fana de los "The Rolling Stones"), de traje, posiblemente anteojos de ver, etc contra un tipo generalmente delgado, con la típica remera blanca con la estampa de la lengua de los stones, zapatillas bajas, tipo "Flecha", no demasiado limpias y tal vez un tatuaje de una chala (marihuana) en el brazo. Todos estos comentarios, me excluyen, y a eso iba. No es ni puede ser una generalización y no lo planteo como tal, sencillamente porque nada de eso soy. A eso iba en un principio. Escucho a los Stones y a los Beatles y no me genera conflicto; escucho jazz y algunas arias de ópera y metal extremo y clásico, y rock y reggae nadie podría adivinar que diablos me gusta a simple vista.

Todos los comentarios me dieron mucha gracia. Asi que por lo menos, no hemos divertido un rato. Prometo, Krust, intentar suerte con "La tregua", que tiene buena fama. Y Cannonball Adderley es un maestro, desde ya.

Buenas noches a todos y a todas (como quiere Cristina), muy bien acomapañdo por un disco genial por tres genios: Paco De Lucia, Al di Meola y John McLaughlin "The Guitar Trio"; atención al temazo "Beyond The Mirage" de clima similar al otro estupendo tema "Orient Blue" de Di Meola.

PD: Esto parece un chat.

@nikkus2008 hace 11 años

Decía en "pero suponer que todo aquel que tenga el pelo rapado sea militar o adhiera a dicha ideología" sería una estupidez. Ahora si.

@Poverello hace 11 años

Lo de los argentinos y los uruguayos era una pavada, lucero, basada en prejuicios, como lo de la polera, los anteojos y demás vainas que estamos debatiendo, por eso lo incluí. Mil disculpas si se tomó en serio.

Y por retomar, incluí a Galeano y El libro de los abrazos en mi lista sin fin. Lo mismo cuando ya no tenga edad para usar camisas hippies y pulseras (si es que me convence alguien de ello) he sido capaz de tener más libros leídos que pendientes.

@nikkus2008 hace 11 años

Ojeando, tan solo, este libro: primero, casi irritado, y confirmando mis sospechas me topo con tonterías chabacanas y naderías como "El arte para los niños" y "El arte desde los niños". Luego, respiré y sonreí con "Viaje al país de los sueños", "El país de los sueños", el simple y corto pero agradable "El adiós de los sueños" (y tal vez cursi, pero lindo), ya mejor todavía el emotivo "Sucedidos/2", y me encantó y me motivó a escribir esto, ese párrafo tan duro que es "Nochebuena". Así que en fin, solo una rápida ojeada, para ver de que iba este libro, y me encontré con cosas dispares, pero a estas alturas de la noche (4:11 am), y refrenando la melancolía, me quedo con lo mejor....

@_567_ hace 11 años

Hay cerca de 200 microhistorias como esas, Nikkus, entre ellas hay 37 que he punteado en el índice (un piquito de referencia con un bolígrafo azul, que no me gusta marcar los libros) para que no se me olviden, y porque me han gustado mucho más que el resto, supongo que cada lector elegirá en consecuencia con sus gustos personales. Entre esas 37 figuran ‘Sucedidos – 2’ y ‘Nochebuena’ que desde luego invitan a una más que profunda reflexión, me alegra haber coincidido contigo aquí. Igual se puede leer íntegro por internet, no lo sé, la verdad es que no es muy largo y las ilustraciones, muy buenas por cierto, ocupan gran parte del espacio de la obra…

@nikkus2008 hace 11 años

Bueno, coincidimos en esas dos Krust. He leído rapidamente una cuántas. Las mencionadas son dignas de ser destacadas. No te puedo decir que me enamoró este hombre, pero al menos se que algo de lo que escribió (y llevo leído un % 0,50 de toda su obra, aunque esto podría ser peor, ahora que lo pienso y no mejor) me puede gustar. Ya tengo el libro en PDF completo, asi que en cualquier momento lo liquido. Tengo miles de libros en pdf y en .doc; el tema es que me daña los ojos leer mucho por la pc. Recuerdo que leí hace ya algunos años "La guerra de los mundos" de Wells. Me impresionó mucho la invasión al principio. Tanto que soñé esa misma noche una pesadilla tremenda, acerca de unas bombas silenciosas de gas en forma de cápsulas-pastillas de esas de dos colores con el polvito adentro, y me dio verdadero horror. Luego otras cosas pero no demasiado largas. Veré si algo de Galeano (estuve leyendo un poco algo de su "libro de fútbol") me gusta al final de cuentas. Saludos Krust y espero todo mejore por allá amigos!!!