Si convocásemos una sesión de lectura de la maravillosa novela “Espejos venecianos” y al finalizarla le preguntásemos a los lectores ¿Dónde transcurre la historia?, como es obvio contestarán en la ciudad italiana de Padua.
Esa última afirmación es falsa. No es que yo haya ido explícitamente a la universidad...