Hace que el peor libro de Drangolance sea digno de premio novel. El protagonista más lerdo de la literatura. Un mundo mal creado incoherente. Solo vale para calzar mesas.
Un crisol de personajes cada cual más humanamente loco. Una critica a los fundamentalismos del tipo que sean. Con el sentido del humor que tienen todas las obras de Boyle. Irving con más mala leche. Para degustarla lentamente y gozarla. Pena que no sea más largo y que las editoriales publiquen otros...