“No hablamos mucho de nuestros padres. Allí sentados en los escalones, viendo a los murciélagos revolotear entre los árboles oscurecidos, frente a la luna jorobada y las pálidas estrellas en el cielo del este, los dos dábamos por sentado que habían hecho aquello de lo que les acusaban. Habría sido demasiado...
“No hablamos mucho de nuestros padres. Allí sentados en los escalones, viendo a los murciélagos revolotear entre los árboles oscurecidos, frente a la luna jorobada y las pálidas estrellas en el cielo del este, los dos dábamos por sentado que habían hecho aquello de lo que les acusaban. Habría sido demasiado...