Libro de lectura obligada, por su repercusión y por elevar a John Updike al envidiado estatus de autor de referencia. Tiene un lenguaje directo, fácil, cotidiano y a veces trivial, lo que no excluye, que por momentos, eleve el tono de manera inequívoca y alcance un tono trascendente, poético y hasta...
Es singular la forma que, a veces, decidimos empezar un determinado escrito. Tenía “en espera” este drama (como otros incontables ejemplares) desde hace tiempo, y si lo he leído ahora ha sido por la facultad de determinadas novelas para sugerir (o imponer) otras lecturas. Me refiero a dos libros que...