Ufffff.
Relectura adulta de EL LIBRO de mi infancia, y gracias a dios, pero sobre todo a Ende, no me arrepiento ni lo más mínimo.
Estoy convencido que gran parte del lector que hoy somos se lo debemos a todos aquellos libros que, poco a poco, o mucho a mucho, nos han ido envenenando en esta Historia...