Soy muy rencoroso, desde chico lo soy. Pero de la misma forma que confieso este defectillo también os diré que soy muy democrático en mis rencores. Trato por igual a ese amigo que resultó que no lo era tanto como a esa amante juguetona que hasta de mí quiso hacer su juguete como al autor de un libro...
Este es de esos libros que se terminan con el sentimiento de triste satisfacción o de satisfecha tristeza al que alude Rodrigo Fresan en el fantástico postfacio que concluye la edición de Acantilado. Un libro que desde ya entra en mi lista de libros especiales, no siendo el menor de sus mérito haber...