Una belleza este libro, una joya; perdura una dulce sensación de tristeza y terrible soledad aún mucho después de haberlo terminado. Prueben de leer a Bradbury, cualquier libro de él, pero especialmente éste, en los dorados y brumosos días de otoño, pero tiene que ser justo en la mitad de la estación,...
Una belleza este libro, una joya; perdura una dulce sensación de tristeza y terrible soledad aún mucho después de haberlo terminado. Prueben de leer a Bradbury, cualquier libro de él, pero especialmente éste, en los dorados y brumosos días de otoño, pero tiene que ser justo en la mitad de la estación,...
Una belleza este libro, una joya; perdura una dulce sensación de tristeza y terrible soledad aún mucho después de haberlo terminado. Prueben de leer a Bradbury, cualquier libro de él, pero especialmente éste, en los dorados y brumosos días de otoño, pero tiene que ser justo en la mitad de la estación,...
Una belleza este libro, una joya; perdura una dulce sensación de tristeza y terrible soledad aún mucho después de haberlo terminado. Prueben de leer a Bradbury, cualquier libro de él, pero especialmente éste, en los dorados y brumosos días de otoño, pero tiene que ser justo en la mitad de la estación,...
Si fuéramos respetuosos con la propia concepción de Bradbury, quien nunca se sintió capaz de denominarse a sí mismo como autor de ciencia-ficción, “Crónicas marcianas” debería figurar con total lógica y derecho dentro de la literatura fantástica. La lógica y el derecho me surgen a raudales una vez terminada...