“¡Lascar las escotas! ¡Listas las brazas! ¡Adujar los cabos! -gruñía el señor Baker”.
Sí, yo tampoco me he enterado, incluso mi corrector ortográfico es incapaz de reconocer alguno de estos términos marinos (¿?). Le pregunté a María Jesús, excelente amiga y traductora de la edición del Narcissus que...
Carece de toda lógica y supongo que es por eso por lo que le llaman genio. Para mí es solo una recopilación de relatos absurdos creados, eso sí, con intencionalidad pero nada más.