Pues yo también me he propuesto leer el Ulises y posiblemente lo intente el mes que viene. Mi edición es la de Valverde de Lumen. Que Joyce nos coja confesados.
Thomas Wolfe se movió desde sus inicios entre aquellos que, como Faulkner, pensaban que era uno de los más grandes novelistas norteamericanos y los que, sin negarle el genio como escritor, destacaban por encima de todo su desmesura, sus excesos líricos, su incapacidad para dotar de forma y estructura...