Sinopsis
La Iglesia se ha vanagloriado siempre de que nadie como ella ha contribuido a la liberalización de la mujer. Y es cierto, pero no lo es menos que en pocas instituciones como en la Iglesia vive hoy la mujer sin un reconocimiento práctico de sus derechos, en una marginación total, sometida a una segregación absurda cuando tal postura está claramente condenada por el Vaticano II.
Un ensayo de principio de los años 70 que por desgracia sigue de plena actualidad.
Todavia no hay ninguna reseña.