Notas sobre 'Las tumbas de Atuan' por Tharl

Portada de LAS TUMBAS DE ATUAN

Me emociona mucho, al acabar el libro, el prólogo de 'Las tumbas de Atuan'. Tan corto, tan natural, tan sencillo como el amor de una madre a una hija que ya no le pertenece. Leguin es demasiado buena para recuperar el personaje de la madre más adelante y apenas conoceremos mínimamente sus circunstancias; será además mediante en una narración secundaria desde el punto de vista de quien se burla de su lealtad hacia su hija.

Eso es todo.

No hay reconciliación, no hay reencuentro con la madre, ni siquiera un clímax donde se Tenar recupere el recuerdo reprimido. "Tenía cinco años. Recuerdo un hogar encendido y... y nada más", dirá finalmente.

La magia de Terramar es esa. Una sucesión de gestos (un pequeño cardo del desierto), personajes secundarios (Penta y sus manzanas) y escuetos elementos (la luz de mago, las montañas de poniente) que movilizan la madurez del protagonista pero que siguen antes la lógica del don que de la causalidad. La magia de Terramar es una forma de poder ("poder para", lo llama Leguin) que se opone a la instrumentalización del poder ("poder sobre").

El prólogo de 'Las tumbas de Atuan' es un instante de luz que cifró el nombre verdadero de Tenar hasta el día en que llegara un mago mago lejano a alumbrar la cripta de los Sin Nombre.

Es una siembra de detalles decisivos muy sutil y bajo la prosa de un cuento infantil, trabajando la fábula desde dentro. Por eso es tan difícil explicar el estremecimiento lector al llegar a un final de capítulo como este:

Él alzó el rostro y la miró con expresión extraña.
-Ten cuidado, Tenar - dijo.

Escrita hace 2 meses · 5 puntos con 1 voto · @Tharl le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@nikkus2008 hace 2 meses

Creo que es un buen momento para empezar la saga de Terramar, amigo. Le tengo ganas desde hace mucho, pero nunca encuentro el momento adecuado y me complico yo solo leyendo de a diez libros a la vez (termino no leyendo sino un poco de cada uno), todos "difíciles" (muchos ensayos o clásicos que requieren un momento más plácido, más calmo que el actual), así que tal vez hoy mismo empiece el primero tomo.

Aprovecho para mandarte un abrazo. Espero que estés bien.