MISTICISMO CI-FI por arspr

Portada de LA CIUDAD Y LAS ESTRELLAS

Un libro en mi opinión bastante flojito y hasta casi contrario al espíritu central de la ci-fi "dura" y máxime en el propio Arthur C. Clarke. Un libro que se contradice a sí mismo.

Y es que una de las fijaciones de Arthur C. Clarke es la religión. Está claro que les tenía una tirria que no las podía ni ver fundamentalmente basada en el famoso adagio "Dios es una X en la frontera del conocimiento humano,...". Y como ya comentaba en mi reseña de "Cánticos de la lejana tierra", a la que puede, zasca: ser religioso es un residuo de las cavernas, la razón poco a poco debería irnos haciendo superar la superstición (en cualquiera de sus formas).

Y posiblemente, en líneas generales estoy hasta de acuerdo con ello, (aunque alguna que otra vez reflexiono si "ser religioso en más o menos medida" no será una característica genética que como grupo nos aporte cierta ventaja de supervivencia, pero eso es debate para otro día y lugar). Pero lo que cuadra mal es que tras este zasca te montes una especie de misticismo ateo de padre y muy señor mío y sueltes una historia cosmológica de inteligencias sin cuerpo (pero que a la vez son capaces de destruir, es decir, de alterar la materia), mientras insistes que los dioses y ángeles (es decir, esos supuestos Grandes Unos, -Great Ones en inglés-) son una tontería mu' tonta. Un poquito de coherencia, por favor.

Porque ese es el problema de este libro. La ciencia ficción "dura" funciona bien cuando te permite extrapolar la realidad contante y sonante para contar algo de todos los días bajo una luz diferente. Cuando te pones en plan grandilocuente en plan billones de años, y miles de "tecnologías" cuasi mágicas (recordemos ese otro adagio de tecnología vs magia) capaces de hacer no se sabe bien qué cosas sí y qué cosas no pues como que el pastiche que queda es tremendo. Y máxime si uno de los puntos centrales es darle caña a la magia por excelencia que es cualquier religión.

Eso sí como punto tremendamente favorable, y por lo que posiblemente le he subido un puntito la nota, cabe reconocer que ha envejecido francamente bien. Es decir, como buena ci-fi, al no centrarse en describir los detalles de esas tecnologías, (que a la mínima quedarían descripciones obsoletísimas por mera comparación con la tostadora "inteligente" que acabe de sacar cualquier marca china), se puede leer hoy casi casi exactamente igual que en 1960.

Escrita hace 5 años · 4 puntos con 1 voto · @arspr le ha puesto un 6 ·

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