ME QUEDO CON CREMATORIO por arspr

Portada de LOS VIEJOS AMIGOS

Sí, tercer libro que he leído de Rafael Chirbes tras el gustazo de Crematorio y tanto como me pasó con La Buena Letra, también me ha gustado pero mucho menos que mi primer contacto con el autor.

Este libro es que de hecho es un calco en estructura a Crematorio, o quizás sería más adecuado decirlo al revés, puesto que es posterior. Libro constituido por las reflexiones sobre el ying y el yang de unos cuantos amigos que se reúnen para rememorar viejas glorias. Donde allí la excusa era una muerte aquí es una reunión social cualquiera, pero a la postre es irrelevante. Lo que importa es el contenido de las visiones personales de cada uno de los personajes.

Pero para mí el problema, es que este libro es como bastante más embarullado que el anterior. Me ha resultado muy difícil distinguir y acordarme de los personajes. Es como si todos los personajes fueran el mismo...

No sé quizá es la pérdida de la novedad, o quizá que, por coyunturas específicas, Crematorio me tocase más, pero claramente me ha resultado como una especie de borrador de él. Un quiero y no puedo del todo...

Eso sí, cuanta verdad hay en que, (afortunadamente, lo contrario solo ocurre en las pasteladas americanas de palomitas) , "Dios me cuide de mis amigos, que de mis enemigos ya lo hago yo"... Al final como todo en la vida hay dobleces, y rincones oscuros, y wateres sucios, en cualquier palacio (o relación), y el que lo niegue MIENTE. Y no tiene por qué ser negativo, dan tensión a la vida, y precisamente gran parte de las grandísimas sorpresas agradables de la vida surgen de encontrarte un balcón luminoso precisamente cuando esperabas el siguiente inodoro maloliente. (Y en verdad hay muchos balcones con vistas al campo, si uno se preocupa en mirar. Lo cual no quita para que siga habiendo también muchos cuartos trasteros con humedades).

Escrita hace 6 años · 0 votos · @arspr le ha puesto un 7 ·

Comentarios