EL VIAJE ÍNTIMO DE LA LOCURA por Atticus

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[CONTIENE SPOILERS]

Aunque mi nota no exprese ningún tipo de especial entusiasmo, porque no lo hay, he de decir que las sensaciones que me deja esta lectura son más positivas que negativas.

Según lo entiendo yo, el libro puede dividirse en dos partes diferenciadas en tono y forma:

- La primera, metafísica y kafkiana, nos cuenta la rutinaria vida de don Severino, el gris autómata que ante nosotros se presenta y que deberá intentar encajar de manera lógica algo que no tiene explicación: su casa ha salido volando con él dentro y el periplo aéreo parece no tener fin ni escapatoria.

Comprender que el raciocinio no tiene cabida en dicha situación, para alguien tan acostumbrado a racionalizarlo todo, al orden extremo, es un duro golpe. Algo que terminará por desembocar en un conflicto interno en el que perder la cabeza será de lo más sencillo; y don Severino, dadas las circunstancias, es una presa especialmente apta para ello.

Irónicamente, será cuando coquetee (o retoce como un cochino) con la locura cuando verdaderamente pueda reencontrarse consigo mismo, con aquello que lo humanizaba y que en algún punto perdió, liberándose así de las ataduras sociales que lo convertían en un adocenado muerto en vida.

Es una primera parte que, confieso, e intuyendo que justamente a muchos les parecerá la mejor, me aburre un poco. Su supuesta originalidad formal no me dice mucho, la encuentro de una profundidad muy pretendida y resulta explicativa en exceso. Don Severino y su casa terminan siendo elementos redundantes e insufientes para mantener la tensión y, por tanto, toda mi atención. Su fondo no deja, por ello, de intuirse interesante.


– Y una segunda parte en la que, como avanzaba, y fruto del forzoso trance vital al que se ve obligado nuestro protagonista, nos encontramos a un Severino totalmente distinto y renovado: más primario e instintivo, capaz de disfrutar de las pequeñas cosas y de no dar a lo material más importancia de la que merece. Es un hombre en paz consigo mismo, con el mundo, realizado y feliz.

Este cambio de personalidad viene acompañado de una narración mucho más convencional, y también amable: la primera parte, metafóricamente hablando, era oscura y fría; ésta, al contrario, es mucho más luminosa y cálida. Y no sólo eso, sino que también irrumpen nuevas personalidades con las que Severino podrá relacionarse, algo que, hasta el momento, parecía poco o nada probable. Entre ellas una ecologista de la que Severino, otrora reprimido sexual patológico, se enamorará perdida y decididamente para, ahora sí, realizarse definitivamente (pues todos, o casi todos, preferimos el calor y la compañía de otra persona a la soledad).

Es posible que, en un primer vistazo, el convencionalismo (sentimentaloide) de esta segunda parte pueda, desde un punto de vista literario, ser considerado inferior a lo mostrado en un comienzo, pero siento que es una parte que fluye mucho más naturalmente que la anterior, sin necesidad de tanto vericueto estilístico.

La sensación final que me queda es la de un todo algo inconexo. El contraste tonal pretendido entre una y otra parte, para ejemplificar ese cambio de personalidad y de visión de las cosas, creo que se podría haber conseguido sin necesidad de cambiar tan drásticamente la forma. Elegir una u otra (yo habría optado por la segunda) puede que hubiese sido más beneficioso a la hora de aportar una uniforme continuidad.

Pero bien es cierto que el gusto final ha sido bueno: simpatizo mucho con el bienintencionado y romántico humanismo utópico del Robe. Así que ha sido una interesante, y por qué no, recomendable lectura.

Escrita hace 8 años · 4.8 puntos con 6 votos · @Atticus le ha puesto un 6 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 8 años

Anda: no recordaba que mi paisano el rockero se había metido a novelista.

Ponderada crítica, atticus. En resumen: no está mal.

@Nastenka hace 7 años

¡Anda! Yo de esto no me había enterado...
Y a pesar de tus 'peros'... no suena mal.

@arspr hace 4 años

Bueno pues acabo de leer la novela y por extensión tu reseña y más o menos estoy de acuerdo con ella. De hecho iba a escribir otra con título "Naif"...

A mí de hecho me ha gustado bastante más la primera parte aunque fuese oscura como dices y se le viesen un poco las costuras. Pero en cierta manera y sin ser lo más original del mundo, tiene su punto como alegoría del desmoronamiento de la (vacía) vida del (vacío) hombre gris, y sus cositas curiosas como esas lombrices tragicómicas.

Pero incluso la conclusión a la locura es ya un poco precipitada (lo de Pirata es de juzgado de guardia y sin yo ser un amante de los animales) y el "renacer luminoso" un poco vomitivo la verdad. Robe quiere criticar nuestra maligna sociedad de consumo y acaba con un happy ending pasteloso que mata de diabetes al más pintado... Además de incoherente: al nuevo Severino se la trae sanamente al pairo todo (en el buen sentido de la expresión), menos que le tomen por loco por lo que se cuida muy mucho de contar nada de su hogareña aventura previa... (Un poquito de por favor).

No sé, era difícil hacer la transición del viaje a algo significativo de verdad, pero para acabar con esto casi, casi, mejor no haber empezado...

Y aun así pues está verdaderamente bien escrito, los juegos de palabras por "humanización" de las fuerzas de la naturaleza, pues sin ser lo más original del mundo, son bastante agradables, las mencionadas lombrices, la credibilidad general de Severino (hasta que deja de ser creíble), ... Vamos que se deja leer aunque sinceramente esperaba más.