PRESIENTO QUE ESTE VA A SER EL PRINCIPIO DE UNA GRAN AFICIÓN por Guille

Portada de LA NIEVE ESTABA SUCIA

Segundo libro que leo de Simenon, y ya se está convirtiendo en un clásico para mí.

Posiblemente todavía sea pronto para saber si es solo casualidad o es marca de la casa esa inquietud que magistralmente me ha logrado transmitir Simenon en las dos lecturas. En ambas me ha parecido un hábil creador de ambientes y de personajes tortuosos que llegan realmente a incomodarnos mientras, como en este caso, escuchamos a un narrador distante con los hechos, actitudes y sentimientos que relata, y al que, en fuerte contraste con esa posición neutral, sorprendemos (y nos sorprendemos) dudando o cuestionando las reacciones del personaje central.

En este libro entramos en una ciudad ocupada, en la que, como en toda ciudad ocupada, se entremezclan aquellos que deciden no resignarse y luchar con los que únicamente se dedican a sobrevivir al lado de los colaboracionistas que siguen viviendo. Uno de estos últimos, el hijo despótico de una madame(*), es un ser frío y sucio como esa nieve que bordea las calles, un arquetipo de la necesidad de límites que el ser humano precisa para no resbalar por cualquiera de los muchos abismos con los que la naturaleza nos ha dotado en potencia.

En este sentido, me ha recordado muchísimo a aquel gran personaje dostoievskano de Memorias del subusuelo. Alguien imposibilitado para vivir, que no encuentra sentido en nada, que parece buscar su propia desdicha a través de la desdicha de los demás a los que desprecia pero que en el fondo ansía amar y de los que en el fondo desea ser amado… aunque el precio a pagar por descubrir ese fondo sea tan alto como en este caso.

“… pensar por fin (…) en una ventana, en cuatro paredes, en una habitación con una cama, un hornillo –no se atreve a añadir la cuna-, en un hombre que se marcha por las mañanas sabiendo que volverá, en una mujer que se queda y que sabe que no está sola, que jamás estará sola, en el sol que sale y que se pone siempre por los mismos sitios, en una tartera de hojalata que uno lleva bajo el brazo como un tesoro, en unas botas de fieltro gris, en un geranio que florece, en cosas tan sencillas que nadie las conoce, o que la gente desprecia, de las que llega incluso a quejarse cuando las posee.”


Otros paralelismos con la novela de Dostoievski, aparte de esa nieve que es el paisaje de ambas obras, es la renuncia al amor, no exenta de cierta compasión como (así lo he entendido yo) forma de autocastigarse o redimirse (la Liza rusa toma aquí el nombre de Sissy) o ese desvarío por traspasar los límites.

Pero también hay grandes diferencias en el planteamiento de ambas obras. Si al personaje del subsuelo le desbordaba la pasión, la rabia, al protagonista de Simenon le caracteriza una inhumana frialdad; si el primero se hundía en profundas y oscuras reflexiones, el segundo es un ser que actúa por impulsos, sin saber por qué ni para qué ni preocuparle las consecuencias, incluso las que el hecho pueda tener para sí mismo;

“Son cosas que no se explican, que es inútil tratar de hacerle comprender a alguien; es absolutamente necesario que ocurra; después, estará tranquilo.”

si el dostoievskiano elige la humillación y el placer en esa humillación como única forma de traspasar los límites que desprecia, reflejo del rechazo que le producen los demás y hasta (o sobretodo) él mismo, el simenoniano, en igual circunstancias, toma el camino del mal por el mal, sin justificaciones ni excusas.

Sin lugar a dudas, tras la lectura de esta segunda novela del autor no me cabe duda de que habrá feliz ocasión para una tercera y una cuarta y…



(*) He leído algunos datos biográficos de este autor y parece que, además de un putero superdotado, fue antisemita y colaboracionista con el régimen nazi. La novela está escrita desde su destierro en el país que quiso protegerle una vez acabada la guerra, los USA, y las malas lenguas comentan que la novela está basada en la vida de su hermano (parece ser que era el preferido de su madre, con la que George no se llevaba especialmente bien y a la que aquí dio el papel de madame) que, por cierto, acabó su vida en España protegido por el régimen franquista.

Escrita hace 10 años · 4.8 puntos con 4 votos · @Guille le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@_567_ hace 10 años

Un autor completamente desconocido para mí y del que no sé por qué tengo una imagen de autor de novelas policiacas del montón. Bueno, teniendo en cuenta su amplia bibliografía supongo que algún día me dará por descubrirlo… la reseña invita a ello, Guille.

*En cuanto a su biografía, que lógicamente también desconocía, me llama poderosamente la atención la semblanza a Knut Hamsun: un auténtico hijo de puta, colaboracionista con el régimen nazi, pero que escribía de maravilla…

@Guille hace 10 años

Yo también pensaba como tú acerca de Simenon. Pero las dos novelas que heleí do de él, y esta sobre todo, me han parecido magníficas. Así que, dada su amplia produccion, estoy de suerte.

Por cierto, este autor ha sido incluido no hace mucho en la colección La Pléiade editada por Gallimard.

Yo soy muy influenciable y muy dado a los prejuicios así que leer reseñas biografícas (nunca leo biografías y mucho menos autobiografías) me ha dado ya más de un disgusto.

@Faulkneriano hace 10 años

Muy buena reseña, Guille, de una novela que ya tenía demasiado olvidada.

Ni escritor a lo Dostoievski ni novelista policíaco del montón, en mi oponión. En todo caso, curioso predecesor del existencialismo literario y profundo humanista.

Dos avisos.
a) Simenon no tiene desperdicio. Y no da puntada sin hilo.
b) Es altamente adictivo. Yo llevo ya varias docenas de novelas.

@Guille hace 10 años

Me has avisado tarde, he caído en sus redes.

Tengo apuntadas como docena y media de sus novelas que iré comprando a medida que vayan siendo editadas por acantilado. Por ahora tengo que echar mano a dos de ellas, El gato y La casa del canal, que no tardaré mucho en leer.

@Faulkneriano hace 10 años

Tusquets tiene una colección Simenon con montones de obras suyas. Yo empecé a leerlo en ediciones más baratas, mucho peores que las actuales. Que primero Tusquets y luego Acantilado hayan reeditado sus novelas con todo cuidado ha cambiado la opinión que se tenía de Simenon como escritor pulp de a tanto la página. El hecho de que fuera tan prolífco y le costara tan poco escribir una novela (dos o tres semanas, según dicen) abundaba en esta opinión de escritor a lo Corín Tellado. Tengo tal atasco de obras que confundo los títulos y los argumento. Pilla la que más te guste, no necesariamente de la serie de Maigret, antaño más populares.

@Guille hace 10 años

En principio, todas las que tengo apuntadas no son de Maigret. Las dejaré para una segunda oleada.

@Tharl hace 10 años

Tengo "Carta a mi madre" en una colección de Planeta que anda por casa. Son escasas 100 páginas a letra grande. Leyendoos, le daré una oportunidad.

@Guille hace 10 años

Desconocía la existencia de esa obra que citas, @Tharl, pero, dada la relación que parece tuvo con su madre, tiene que ser muy interesante.