CORECKTALL por _567_

Portada de LAS CORRECCIONES

Déjenme que les presente a la familia Lambert: Enid y Alfred (los progenitores). Gary, Chip y Denise (sus tres hijos). El autor los guisará a fuego lento y el lector se los comerá con digestión rápida, y prepárense para el banquete porque incluye sobremesa. Claro que faltan otros protagonistas: Caroline –la delirante mujer de Gary- además de la camada de insufribles retoños de ambos: Aaron, Jonah y Caleb. No muchos más, algunos ajenos a la familia como Melissa Paquette –la desaprovechada amante de Chip del inicio, aquí apuntaré lo curioso de algunos nombres utilizados, más adelante saldrá un tal Robin Passafaro…- y otros extraños especímenes como Eden Procuro y un lituano de Vilnius tan turbio como friki llamado Gitanas -el ex de una tal Julia que también podría haber dado más de sí- entre otros secundarios que van desapareciendo en el maremágnum de páginas conforme avanza la historia; y es que todo gira en torno a ellos, los Lambert ¿recuerdan?, o sea que Franzen tiene muchísimo espacio para dedicarles, así el lector podrá conocerlos en toda su vasta extensión… peeeero abusando hasta la saciedad de ínfimos detalles ajenos a la trama –que en líneas generales vendría a ser muy simple: los planes de Enid y Alfred para juntar a toda la familia en las próximas navidades, ¡argh!- y que acaban por resultar sumamente pesados por la persistencia con la que Franzen se empeña en rizar el rizo; una espiral informativa que nunca ha conseguido envolverme cuando intenta diseccionar, sin demasiado sentido del humor, a aquella sociedad norteamericana de los años 90’ que se preparaba para dar el salto hacia el nuevo siglo. Especialmente enfatizada su densidad en el tercio central: “Cuanto más lo pensaba, más se enfadaba” ese capítulo en particular resulta tedioso hasta la casi extenuación, “El generador” también, bien es cierto que en el intermedio entre ellos nos encontraremos “En el mar”, un capítulo que balancea un poquito con su vaivén el cansancio que supone coronar la página 400, aprox., la cima de la novela en teoría, lo que en la práctica bien podría haber representado… su sima.

No me asusta la extensión de una obra si esta me mantiene en constante atención, no es el caso, ya que algunos de sus farragosos pasajes me importan, por así decirlo, medio bledo, ¿un ejemplo?, el rollete de la Axon Corporation mismamente. En su favor, comentar que la abundancia de diálogos y otras sorpresillas estilísticas (estratégicamente colocados para favorecer el desarrollo de la acción) consiguen que el ritmo de la novela transcurra de un modo más fluido de lo que en un principio pudiera parecer cuando hablamos de un trabajo de estas características. Además, como la persistencia suele recompensar al lector paciente diremos que con sus dos últimos capítulos (“Unas últimas navidades” y el cortísimo “Las correcciones”, que les descubrirá esa elección particular del autor hacia su título) uno casi que perdona alguno de los pecados cometidos con anterioridad, a pesar de ese irremisible final, que por anunciado, uno mismo… ya se veía venir. Ni benévolo ni malévolo ni hostias, le voy a otorgar una puntuación de… bien, bueno, casi que lo dejo en suficiente ya que aunque me temo que no será una lectura que perdure demasiado tiempo en mi memoria también sería de recibo valorar el esfuerzo que le debió suponer a Franzen corregir su propia obra… antes de mandarla a tomar imprenta. Ustedes mismos, oigan.-

Escrita hace 10 años · 5 puntos con 4 votos · @_567_ no lo ha votado ·

Comentarios

@salakov hace 10 años

Pues puestos a retratar a la familia media americana contemporánea, ya me contará usted qué libro mejor que este. A mí todos los personajes me parecieron bien retratados, magnificamente desarrollados, y sus interrelaciones familiares también me "llegaron", me calaron hondo. Lo disfruté como el excelente retrato que es, vaya.
Y añado: Franzen en "Libertad" intenta retratar algo a mayor escala, quizá, no sé, la sociedad per se, las obsesiones estadounidenses: éxito, fama, gloria deportiva, sexo, dinero... y con algunos momentos excelentes también. Se lo recomendaría, pero intuyo que si no le gustó "Las correcciones", vaya, éste tampoco le hará mucho chiste.

@_567_ hace 10 años

¡Bien corregido, Salakov, pues claro que hay que defender lo que a uno le ha gustado tanto!... Y no se me enfade usted, hombre, que ni esta es una reseña destructiva (aunque el 6 es peladito, peladito, en mi opinión of cuorse!), pretende ser informativa eso sí, ni tampoco me ha parecido una mierda pinchada en un palo. Tiene sus buenos momentos (el inicio prometía más, luego se va desinflando hasta llegar a esa parte central que comento en la reseña y ya no remonta vuelo… y además se hace muy pesada su lectura hasta el final), vaya, que demasiada paja de relleno; claro que están bien retratados los personajes, sólo faltaría dedicándoles tanto espacio a ellos cinco y cargándose por el camino a toda la troupe de secundarios, otra cosa es que Franzen consiga que sus cuitas resulten interesantes para el lector, pongamos por caso que las interelaciones entre ellos sólo me han gustado cuando Chip y Denise se comunican via mail entre Lituania y EEUU, ¡cuánta distancia emocional!. Mire, quizá tenga razón y “Libertad” me hubiera gustado más, aunque por lo que tengo entendido la colocan en un escalón inferior a este, será que hasta el gafapastismo más recalcitrante -sección lectores contemporáneos- ha acabado viéndole el plumero al supuesto primer genio literario del siglo XXI. ¡manda huevos!, ahora mismo no me apetece leer más de Franzen, no, pero quien sabe si dentro de un tiempo me tendré que autocorregir, ¡ningún problema, oiga!, como tampoco lo hubiera tenido para ponerle un 2 o un 3 a la novela si ese hubiera sido mi veredicto personal.
En cuanto al retrato de la familia media americana contemporánea, media será porque estos Lambert son del Medio Oeste si no recuerdo mal pero yo diría que son más bien de clase alta, pues el tema daría para mucho y ya se alarga el comment. Las comparaciones son odiosas, así que no voy a apuntar ningún otro nombre, pero haberlos haylos, puede estar usted bien seguro…

Salut.-

@Faulkneriano hace 10 años

... Pues no me acuerdo tanto de esta novela como para responder a tu crítica, Krust: solo recuerdo una familia al borde de un desastre de épicas dimensiones conducido por un delirante paterfamilias, un curiosísimo crucero, una prosa afilada y casi perfecta, una sabiduría narrativa sobresaliente y un montón de personajes para rellenar una de las aproximaciones más cumplidos a la Gran Novela Americana de los últimos tiempos.

Claro que con las obras de tu tiempo es más difícil ponerse de acuerdo. Franzen es más discutible que Pessoa o que Dickens, y, como no mejora precisamente (Libertad es mucho peor) no sabemos el sitio que ocupará en la moderna literatura. Pero conviene fiarse de las primeras impresiones: y la mia fue que estaba en presencia de una poderosa novela, cosa que no encuentro precisamente todos los días.

@lucero hace 10 años

Lo borro de mi Wish, queridos amigos, me suena muy a Libertad y no me gustó. Y encima es un Tocho como dicen ustedes.Tu reseña Krust parece la de Libertad!!!

@_567_ hace 10 años

No me extraña que no la recuerdes, Faulk, yo ya he tenido esa misma sensación justo al terminarla como comento al final de la reseña. El patriarca, Alfred, sí que es un personaje agradecido, entrañable incluso en su vulnerabilidad, pero es que si profundizamos en el tema del Parkinson, incluso aquí, no me parece que Franzen lo trate con la sensibilidad necesaria, esa es mi opinión creo que fundamentada ya que por desgracia tengo que lidiar con enfermedades degenerativas, tan crueles ellas, por cuestiones familiares… y también laborales. A vueltas con la Gran Novela Americana contemporánea, se me ocurre así a bote pronto “La trama nupcial” de Eugenides, por poner un ejemplo, que me parece muy superior a esta…

El problema con los tochos, Lucero, es que si no satisfacen tus expectativas uno tiende a ser más duro con ellos, más malévolo y cuesta más apreciar sus virtudes, conste que esta novela tiene algunas. Digamos que si una lectura decepciona, un tocho decepciona… pero doble. No sé “Libertad” pero sí que puedo decir que el estilo de Franzen me ha parecido muy plano, sin ningún recurso literario apreciable que me haga suponer que en otras novelas lo puede haber hecho mejor… pero aquí, como siempre, no quiero mojarme sin haberlo leído antes.-

@lucero hace 10 años

Tal cual, es un estilo plano el de Franzen y defrauda, no sólo por las expectativas literario-comerciales, por la extensión de la obra, los temas y la pintura de los personajes. Como que trata de abarcar en la trama todos los problemas del mundo occidental actual. Y hay que ser Tolstoi o Dickens para meterse en menudo lío!!!
No digo que sea malo, ni que carezca completamente de méritos, pero es que yo no se los puedo apreciar.

@Faulkneriano hace 10 años

No me acuerdo en detalle de Las correcciones, Krust, porque la lei hace más de diez años, y luego su primera novela, Ciudad veintisete, que no estaba nada mal. Los ensayos ya me parecieron otra cosa. Y, de la misma forma que Libertad me parece una novela fallida, Las correcciones me sigue pareciendo brillante. Franzen no tiene la culpa (o a lo mejor sí, al espaciar tanto la publicación de sus novelas; pero entiendo que las estrategias de lanzamiento de las editoriales no pueden achacársele) de las expectativas que pueda defraudar .

De Las correcciones me gusta su desconcertante mezcla de sabores a la hora de retratar las emociones humanas: Franzen mezcla el vitriolo con la compasión más honda allí donde Foster Wallace solo pondría vitriolo.

@_567_ hace 10 años

Pues sí, Lucero. Tan plano como el encefalograma de la sociedad norteamericana de los años 90’ en todas las disciplinas artísticas sin excepción. ¿Un producto de marketing comercial made in USA?, tampoco diría eso pero estoy convencido de que en muchas casas norteamericanas de este siglo XXI existe un ejemplar de “Las correcciones” y supongo que todavía muchos más de “Libertad” (por aquello de su título tan estatutariamente redundante), igual no lo han leído la mayoría de las gentes que las habitan pero hace bulto en la estantería… y pudiera parecer una obligación que tenga que lucir lomo impostado un Franzen cualquiera cuando vengan los amiguetes a hacer la barbacoa.

*Mis correcciones: Tras meditarlo profundamente voy a bajarle mi puntuación a 5, suficiente. Siento muchísimo que se resienta la valoración global de la novela en SdL, ser consecuente con lo que siento es uno de mis principios vitales, que más hubiera querido yo que votarlo a las alturas. Perdón a todos (especialmente a Salakov y Faulkneriano), otra vez será…

@salakov hace 10 años

Para gustos los colores, chico, pero no me parece una novela de 5 en ningún sentido: prosa, argumento, desarrollo de los personajes, diálogos, retrato social,... Es más, recuerdo una escena con un pez robado que me hizo realmente gracia, y pocas veces me río leyendo.
Pero nada, en absoluto me pidas perdón. ¡Ni que la hubiera escrito yo! Simplemente me sorprende que no veas sus virtudes. Pero vaya, tan amigos...
; )

@Poverello hace 9 años

Pues soy yo del grupito de salakov y Faulkneriano, vaya.

Por mi parte, las patéticas situaciones por las que pasan los miembros de la familia Lambert -digamos que de manera autoelegida- me han resultado de lo más hilarantes y realistas. Recuerdo un episodio de la serie de TV 'CSI: Las Vegas' en la que una familia de lo más normalita le soltaba a una de las agentes:
- Debemos de parecerle unas personas horribles.
- A la distancia de un microscopio nadie sale bien parado.
Franzen sin duda 'microscopiza' a una familia media americana y la cosa le da un resultado de lo más plástico. Dudo que la inmensa mayoría de los lectores de esta obra no se hayan sentido identificados con algunos de los episodios grotescos que suceden a lo largo de sus páginas, además con un estilo como opina Faulkneriano, de lo más exquisito y que incluye neologismos de lo más risueños. Y ahí quizá radique uno de los puntos que hacen que tu percepción, Krust, y la mía sean tan divergentes. Por ejemplo, el capítulo que nombras de Cuanto más lo pensaba, más se enfadaba, me parece una delicia de conocimiento de las relaciones humanas familiares. Un quiste que cohabita en un hogar, y que va reventando por el mero hecho absurdo de que, según el marido y en base a argumentos de lo más habituales dentro de las autojustificaciones, su mujer finge tener un dolor en la pierna y se pasa todo el puñetero capítulo pidiéndole que lo reconozca, simplemente. Eso puede ser recurrente o sintomático.

En fin, personajes muy creíbles, reales y cambiantes según mi opinión, como la mayoría de nosotros según estemos en uno u otro lugar.

@_567_ hace 9 años

Viendo los votos actuales el grupito ya es de 9-1, la paliza es tan considerable a vuestro favor como coñazo me parece a mí esta novela en términos generales, a pesar de las virtudes que pueda tener y que ya comenté en la reseña. ¡Reconoce el dolor de pierna!, ¡Reconócelo! Y hagamos las correcciones oportunas para subsanar la avería. En fin, que ha pasado más de un año de este escrito, puede que dos, vuelvo a releerlo: la novela no ha envejecido con demasiada gracia en la memoria, aunque la recuerde bastante bien, con lo que me ratifico en mi opinión de entonces. Los libros gordos cuando son buenos pueden llegar a ser extraordinarios y cuando son menos buenos yo los suelo penalizar a la baja. ¡Qué más hubiésemos querido Petete y yo!