MOCEDADES QUE UNO HUBIERA QUERIDO PARA SÍ por Hamlet

Portada de LAS MOCEDADES DE ULISES

Eso dice Cunqueiro en la introducción a su libro y después de haberlo leído, acompañando a su protagonista, un tierno y juvenil Ulises, en esas vagancias de libre primogénito por una tierra antigua, no puedo más que sumarme a esa afirmación personal, a ese inquebrantable deseo. Un libro maravilloso, henchido de una magía y fantasía muy especial, única e irrepetible: el verbo y la inventiva del genio de Mondoñedo. Una obra completamente fascinante con algunas de las imagenes más singulares e inolvidables que he leído jamás. Si en algún momento la prosa puede rozar las cotas más elevadas de la poesía más refinada y sublime, algunos de esos momentos, sin duda, están entre estas páginas.

Escrita hace 13 años · 4 puntos con 1 voto · @Hamlet le ha puesto un 9 ·

Comentarios

@sedacala hace 13 años

Hamlet, acabo de leer, siguiendo tu recomendación, “Las mocedades de Ulises”. Decía yo, en el comentario que dio pié a dicha recomendación, que había leído “Merlín, y familia” y que no me había disgustado. Me parece que en ambos libros, Cunqueiro adopta el mismo planteamiento, toma como base las andanzas de Ulises en su entorno insular, en un caso y los relatos, que Merlín nos desgrana de su larga trayectoria vital, en el otro. En ambos casos el hilo argumental es muy débil, se trata de una sucesión de anécdotas épicas que igual podrías leer cambiando el orden de los capítulos. Acaso en “Merlín, y familia” la historia que se cuenta en cada capítulo, tenga algo mas de consistencia mientras que en “Las mocedades de Ulises”, no veo ilación en los hechos narrados, mas allá de las andanzas marineras o juglarescas de unos y otros.
Pero lo verdaderamente sobresaliente de ambos libros es, nadie creo que lo dude, el lenguaje utilizado. Cunqueiro, se desenvuelve en el texto con una soltura admirable, juega a hacernos creer que estamos leyendo a Cervantes o a Homero, según el caso y cumple su empeño con sobresaliente. Ahora bien, para mi gusto, hay una diferencia, su Merlín es, como lo es Cervantes, entretenido. En cambio, a mí, que leí con gusto “La Odisea”, este Ulises no me ha parecido llevadero. Quizás sea, por su menor contenido argumental, o tal vez porque el lenguaje homérico no me resulta tan jugoso, como ese castellano arcaico que Cunqueiro maneja en Merlín.
En cuanto al estilo, debo decir que saborear los valores poéticos de su prosa ha sido, siendo yo poco amante de lo lírico, mucho más difícil (misión imposible) que debió serlo, para un declarado admirador del vate de Stratford.

@Hamlet hace 13 años

Saludos Sedacala!!
A mí, aún gustándome MERLIN Y FAMILIA, me gustó más LAS MOCEDADES DE ULISES. En primer lugar, pienso que por la fascinación que me han producido desde siempre los mitos homéricos pero también por la gracia y libertad con que Cunqueiro los reinventa, apropiándose de ellos. De lo de que no hay hilo argumental, al menos en un sentido tradicional, estoy de acuerdo. Aunque pienso que tampoco lo necesita, ni persigue. Cunqueiro es un creador de imágenes, de pequeñas historias dentro de historias, que no responden a una narración clásica de planteamiento, nudo y desenlace. En ese sentido es honesto con su lector, porque ya en el prólogo habla de “vagancias” de “libre” primogénito. Es decir, que su prosa tremendamente poética destaca y ensalza por encima de todas las cosas ese vagar, ese disfrutar del momento, de lo que acontece, sin atención u orientación a un fin; vagar que como tal requiere de un personaje libre, sin rumbo, y quien mejor paradigma de ese concepto que un mozo Ulises.
En cuanto al lenguaje empleado estoy de acuerdo contigo. Es excepcional. Los arcaísmos del lenguaje de Cunqueiro lejos de matar el texto o hacerlo soporífero, a mí al menos, me parece que lo vuelve tremendamente evocador. Un lenguaje que funciona a la perfección como medio para introducirnos en un orbe antiguo y repleto de seres maravillosos y fascinantes.
En lo de si resulta divertido o no, claro está depende de cada uno. Pero no sé, al menos a mí si me arrancó algunas sonrisas, ver como reinventa y juega con personajes de nuestra tradición. Por ejemplo, a Menéalo lo presenta como un tipo poco simpático, intransigente de derechas (de nuevo juega con el anacronismo), el más cornudo de todos los maridos y que contra lo que se opina en las pinturas, era pequeño y gordo, y aunque guardaba dos días de acelgas a la semana, no perdía peso.
Seguramente a mí me gustó más y a ti menos por lo que comentas Sedacala de que lo fantástico y poético no te llega tanto!! Ay!! esa mentalidad tan racionalista!! Je,je. Yo también soy un degustador de lo sesudo y racional, no en balde estudie filosofía en la facultad, pero lo fantástico, poético e irracional me fascinan!! Seguro que por ahí hay una obra de esos tintes que te acabará gustando, ya veras, o sea que de misión imposible nada!! Un saludo amigo y siempre un placer leer tus comentarios!!

@Faulkneriano hace 13 años

Poco acuerdo veo, Hamlet y Sedacala, en vuestros comentarios, aunque ambos razonáis bien vuestro voto.

Cierto (y aquí doy la razón a Sedacala) que Cunqueiro no enhebra precisamente bien sus tramas argumentales, porque lo suyo es un centón de historias unidos por una idea común o un personaje recurrente. Aquí la idea aglutinadora (y aquí estoy de acuerdo con Hamlet) es muy hermosa: un joven, al que le pesa mucho el nombre y la ascendencia, enfrentándose a su destino, el mar, el vagabundeo, la aventura. Es una especie de bildungsroman a lo Cunqueiro, caprichoso y poético, humano y cálido.

@Hamlet hace 13 años

Estoy de acuerdo, en que en Cunqueiro no hay una ilación o consistencia tan fuerte o al uso que en la mayoría de narradores, pero eso no significa que no lo haya. De hecho, Faulkneriano, creo que das en el clavo al hablar de idea aglutinadora. Yo de hecho, pienso que Cunqueiro sólo necesita de un motivo, de un concepto aglutinador, claro está representado en un personaje, en este caso Ulises, para dar rienda suelta a su incontenible capacidad creativa. Es una manera maravillosa, para mi gusto, de hermanar diferentes historias, diferentes personajes, a cada cual más increíble en una sola historia. Al menos yo la prefiero a la típica antología de cuentos.