NERUDA EL CHECO por sedacala

Portada de CUENTOS DE LA MALA STRANA

Bueno, pues la lectura de este libro me ha hecho salirme de esa norma mía particular, que dice que no he de coger libros que contengan relatos cortos por que se me atragantan y luego me acabo dejando la mitad de ellos sin leer. Sentí, no sé por qué, el pálpito de que estas historias me iban a gustar y sin pensármelo dos veces me lo llevé. ¿Por qué así? No lo sé. ¿Sería quizá por el recuerdo grato de haber callejeado por las calles del susodicho barrio? Podría ser, por que el ambiente era acogedor, lo recuerdo bien, y prometía, tal vez, bonitas historias. ¿O sería quizá la idea de que este señor tuvo que tener algo en su escritura que decidiera a Ricardo Neftalí Reyes (siempre recordé este nombre pensando en la naftalina) que era un tipo sencillo pero sensible, a cambiarse de apelativo y tomar prestado el apellido de este escritor praguense? Podría ser, porque esta idea me atravesó la mente en apenas unos segundos cuando meditaba si llevarlo. Pero he de decir que también influyó la contraportada en la que se hablaba de las características sencillas y costumbristas del barrio, de sus gentes, y de las historias trazadas por la mente de un escritor que entre otras cosas era poeta, dato este que a veces me ha servido (pienso en Thomas Hardy).

Y no me arrepentí, por que la lectura era grata; no es que sea de esos libros que entusiasman o que hay que colocar en un pedestal, no, la cosa no llega a tanto, al menos para mí, aunque pienso que, quizá, a otras personas sí pueda parecerles tanto como eso. Pero me gustaron, son de muy fácil lectura y sobre todo tocan asuntos tan cotidianos, tan propios de las vidas corrientes de las personas que allí habitan, que es muy sencillo identificarse con ellos. Cuando estuve en Praga, los checos no me parecieron gente especialmente amable, al contrario, son adustos, secos y parcos en su expresividad independientemente del desconocimiento de su idioma; esto es algo que también se aprecia leyendo los Cuentos de Malá Strana, pero esto, no sólo no perjudica la percepción entrañable que se tiene de ellos, sino que incluso la beneficia, por que, dejando al margen la imagen que un pueblo pueda dar ante el viajero, ese carácter especial suyo dota a los personajes de características personales propias que nos hacen contemplarles como el papel que representan, ya sea una jovencita presumida, un comerciante viudo retirado, un estudiante que quiere aprovechar su tiempo, un mendigo que recorre las calles del barrio, una solterona de ilusiones perdidas o así uno tras otro, personajes y personajes que se hacen entrañables y se adhieren al alma de un barrio que parece disponer de ella. La prosa de este Neruda checo, es cordial, es incisiva, y es precisa en la traslación de estos sentimientos de la gente al papel y en la definición del ambiente de Mala Strana y de Praga por extensión; utiliza para ello frecuentemente el recurso de la nostalgia ligada a los recuerdos del barrio en el que se movió cuando era joven. A este respecto, es curiosa y significativa la manera en que recrea la atmósfera política del Imperio Austrohúngaro en lo que afecta a Bohemia y a los checos, con un tono ligero recurriendo al humor y a la socarronería para explicar como la ciudadanía se toma el tema de su adscripción al Imperio. Y algo parecido puede decirse del acoplamiento del idioma alemán a la vida cotidiana de las personas corrientes en una integración relativamente cómoda. Es curioso como convivieron con el alemán, después con el ruso, y ahora (el turismo obliga) con el inglés. En resumen, unos relatos que se leen muy bien, sin ningún esfuerzo, y que tienen como característica principal el conocimiento de la psicología del carácter checo a través de una comunidad ubicada en el marco de uno de esos barrios que imprimen carácter a sus habitantes y teñida, además, de un tono entrañable, encantador y poético.

Escrita hace 11 años · 5 puntos con 5 votos · @sedacala le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@Poverello hace 11 años

No diré que cuando estuve en la Checoslovaquia de entonces sus habitantes eran entrañables, pero mira, que amables lo eran un rato largo, aunque lo de secos y poco habladores es bien cierto. Será que todos están influidos por la tristeza vital de Kafka.

Aprendí a decir cerveza (pivo) -aún no se me olvidó- y que si dices No entienden sí (¡qué follón hasta que nos enteramos!), pues su no es 'ne' y si sí 'ano'.

Me apunto los cuentos, que me encantan, sedacala. Gracias por acercarnos este para mí absoluto desconocido. Rezaré a todos los santos para que esté en la biblioteca.

@Poverello hace 11 años

No diré que cuando estuve en la Checoslovaquia de entonces sus habitantes eran entrañables, pero mira, que amables lo eran un rato largo, aunque lo de secos y poco habladores es bien cierto. Será que todos están influidos por la tristeza vital de Kafka.

Aprendí a decir cerveza (pivo) -aún no se me olvidó- y que si dices No entienden sí (¡qué follón hasta que nos enteramos!), pues su no es 'ne' y si sí 'ano'.

Me apunto los cuentos, que me encantan, sedacala. Gracias por acercarnos este para mí absoluto desconocido. Rezaré a todos los santos para que esté en la biblioteca.

@Poverello hace 11 años

Perdón por la repetición. No sé que pasó, grrrr...

@lucero hace 11 años

La única palabra que aprendiste en Praga es la muy literaria...cerveza! Acercamiento etílico a la cuentistica checa de mi amigo Poverello (hoy estoy graciosa ...)
Sedacala, estimulante tu reseña y me encantan los relatos cortos, se desfonda mi Whish!!

@Kodama hace 11 años

Aquí otro que volvió de Praga sabiendo decir sólo "pivo", incluso para no liarme con el género de uno/a antes de "pivo" decía "one" y hacía el gesto de 1 con el dedo (el índice, eso sí, no sea que hacer el gesto de uno con el dedo corazón también se vea mal en la República Checa).
Yo, por eso de la nostalgia, al poco de volver leí Toda la belleza del mundo, del también praguense (¿se dice así?) Jaroslav Seifert. La verdad es que me dejó un poco frío, quizá esperaba algo diferente, eso sí, si hay alguien interesado en conocer el mundo literario y cultural de la Praga de aquella época adelante con él.
Este de Jan (unido a la reseña de Sedacala) pinta bien, veré si puedo conseguirlo. Siempre había oído que lo del Neruda como pseudónimo de Ricardo Neftalí no estaba muy claro si era por Jan, ¿alguien puede sacarme del error?
De otro praguense conocido a nivel mundial (Kafka) tampoco he leído nada, pero si compensa, ví El Proceso de Orson Welles, según Orson su mejor película...... yo no lo creo.
Saludos a todos/as

@Poverello hace 11 años

Pues en la biblioteca de Córdoba está y ya lo anoté. @Kodama, a Kafka creo que hay que leerlo, aunque sea para no entenderlo.

Lo de one pivo tampoco eres el único, ejem.

Ahora, @lucero, convertido a abstemio, sólo me queda su aroma.