LA RECUPERACIÓN DE UN CLÁSICO QUE SE FUE DEMASIADO PRONTO por Hamlet

Portada de TODO UMPA-PÁ

*Si os gustan los tebeos de "Asterix y Obelix", o el trabajo de sus autores, el guionista Goscinny y el dibujante Uderzo, estáis de suerte porque recientemente ( finales del pasado año ) la editorial Salvat ha decidido reparar una injusticia que se mantenía ya demasiado tiempo: la práctica imposibilidad de hacerse con su obra Umpá-Pa en castellano ( Oumpah-Pah en el original francés). Para tan celebrada ocasión Salvat ha optado por un formato integral, de un sólo volumen, que recupera la totalidad de la obra del personaje. Es decir, los cinco álbums aparecidos en la mítica revista Tintín y las planchas originales en las que los autores crearon al personaje y que, sin éxito, intentaron colocar en el mercado norteamericano de los años cincuenta. Pero hagamos un poco de la historia de este estimable personaje, hijo de dos de los grandes del cómic franco-belga...

Umpa-pá, el piel roja, es concebido en el año 1951 como fruto del acariciado sueño de sus autores, sobretodo de Uderzo, de triunfar en la entonces meca del cómic y la animación: Estados Unidos. Ambos piensan que realizar una tira humorística centrada en un piel roja y su tribu, que mantendrían sus tradiciones en tiempos modernos, les llevaría a calar en el gusto del lector norteamerican pero no fue así. Todo y contar con la traducción de los textos por Harvey Kurtzman ( el fundador de la mítica revista MAD ) y los rótulos a cargo del rotulista habitual de Milton Caniff ( autor de Terry y los piratas ) el proyecto no tuvo recorrido o, en palabras del mismo Uderzo, "no cuajo".

Esta profunda decepción de un proyecto, en el que los autores habían puesto tanto empeño así como ilusiones, les llevó a aparcar el personaje durante siete años. Pero, afortunadamente, ni Goscinny ni Uderzo, cuando las cosas les fueron mejor, se olvidaron de su estimado piel roja así que decidieron recuperarlo en el año 58, dentro del seno de la revista belga Tíntin, con profundos cambios respecto a su primera aparición. El replanteamiento del personaje les condujo a ambientar sus aventuras en siglo XVIII, la época de la colonización del Nuevo Mundo por parte de franceses e ingleses. En ese sentido y aún con su tono claramente humorístico, la serie abogó, en líneas generales, por la historicidad y la documentación. Son muchos los aspectos que extrajeron de la realidad histórica de los indios de la época, como ciertas pruebas de habilidad, siguiendo un poco la línea de trabajo que el propio Goscinny había explorado con éxito en Lucky Luke. Eso no significaba que cuando las historias, para ser más divertidas, o por puro gusto de los autores, debieran cometer incongruencias históricas renunciaran a ello en pro del rigor histórico. Por ejemplo, en "Umpa-pá contra Hígado-Enfermo" aparecen los ejércitos prusianos cuando es un hecho patente que nunca participaron en la conquista de América.

Otra de las novedades de la serie fue colocar un personaje que sirvió de contrapunto humorístico al aguerrido y capaz Umpa-pá. Inspirándose en la relación de Laurel y Hardy ( el Gordo y el Flaco ) crearon a Hubert de la Pasta de Hojaldre, un torpe y, en ocasiones ridículo, militar francés que rápidamente se hizo amigo del protagonista en su primera aventura, "Umpa-pá el piel roja". De hecho, pese a que la titularidad formal de la serie la tenga Umpa-pá ambos compartieron protagonismo en todos los álbums, de igual forma que luego lo harían Astérix y Obelix.

Ese no es el único punto de similitud entre ambas series, sino que son muchos; hasta el punto que a cualquiera que lea este integral le parecerá que los álbums de Umpa-pá son un meridiano ensayo de muchas de las claves que luego sus autores explotarían en su famosa serie de Astérix. Resulta interesante, a la vez que divertido, ir descubriendo, a medida que se leen estos álbums, cuanto deben los célebres galos de Goscinny y Uderzo a sus antecesores tebeísticos, los pieles rojas de las páginas de Umpa-pá.

Al igual que en Astérix, encontramos en estos álbums una galería de destacados y divertidos secundarios, como el jefe Bisonte-gordo y el hechicero Como-llueve ( precedentes del jefe galo Abraracúrcix y el druida Panorámix ) o desafortunados piratas, que tendrán la mala pata de topar en sus pillerías con el forzudo Umpa-pá, al igual que, en la otra serie, otros piratas topan recurrentemente con el imbatible Obélix. Por si fuera poco, las historias suelen acabar de forma festiva con el victorioso grito de júbilo de la tribu india de los Ya-va-Ya-va, llegado incluso el punto que el final de "Umpa-pá en el sendero de la guerra", con los indios cantando y festejando en el interior del fuerte francés, en torno una enorme mesa de forma rectangular, nos recuerda inmediatamente a los finales de Astérix. ¡ Solo le falta un homónimo indio del bardo Asuracentúrix para ser idéntica ! ¡ Por tutatis ! (...o para el caso: ¡ por el Puma, mi totem ! )

En este sentido os aseguro que los fans de Astérix vais a disfrutar muchísimo con este integral. Y no vayáis a pensar que, por ser anterior, el nivel de calidad de Umpa-pá es desmerecedor de sus autores. Ni hablar de eso. Ambos están tan sembrados como acostumbraban en su época de mayor éxito. Aún con no alcanzar el olímpico nivel de los mejores "Astérix", los cinco álbums de Umpa-pá tienen un nivel, tanto de guión como gráfico, de primera línea. Esos cinco álbums son: "Umpá-pa el piel roja", "Umpá-pa en el sendero de la guerra", "Umpá-pa y los piratas", "Umpa-pá y la misión secreta" y "Umpá-pa contra Hígado-Enfermo". Aunque pueden ser leídos independientemente, ya que poseen un carácter episódico, guardan una continuidad entre ellos como puede encontrarse, por ejemplo, en algunos Spirou o Tintin. A continuación os comentaré brevemente alguna cosa de cada uno de ellos.

En "Umpá-pa el piel roja", el álbum piloto de la serie, asistimos a la presentación de los personajes, su mutuo conocimiento, y algunas divertidas peripecias. Todo comienza con la llegada al Nuevo Mundo de Hubert Pasta de Hojaldre y su tropiezo con el mejor guerrero de la tribu de los Ya-va-ya-va, Umpá-pa. Hubert, que es capturado y conducido al poblado en calidad de prisionero, deberá superar una serie de pruebas para no perder la cabellera. Eso sí, no estará sólo porque el propio Umpá-pa lo ayudará.

"Umpá-pa el piel roja" es quizás el más flojo de los cinco álbums, lo que no quita que sea una excelente y divertida toma de contacto con la serie. El humor de Goscinny es ya muy bueno y el dibujo de Uderzo hace gala de un preciosista estilo humorístico, que, no obstante, se acerca a parámetros más "realistas" que los posteriores. Sinceramente me ha asombrado muchísimo la calidad gráfica de Uderzo en este primer álbum. Se nota que cogió el proyecto con muchas ganas y, que ya por entonces, era poseedor de una técnica e inventiva brillante. Puede que el estilo gráfico más descaradamente caricaturesco, sencillo y fresco, que coge la serie conforme avanza fuera el más apto para sus objetivos, para su propia idiosincrasia, pero eso no reduce la sensación de que en este primer álbum Uderzo ya muestra una maestría envidiable.

En "Umpá-pa en el sendero de la guerra" el estilo gráfico ya ha evolucionado hacia los derroteros mencionados y eso se aprecia, sobretodo, en el aspecto de sus protagonistas. El argumento que nos presenta en esta ocasión Goscinny es sencillo pero rico en situaciones hilarantes. La tribu de Umpá-pa, los Ya-va-ya-va, se encuentra al borde de la guerra con sus rivales, la tribu india de los Pies Planos, y nuestros amigos deberán impedirlo. Como no, aparecerá un tercero en discordia, que no es otro que los soldados franceses del fuerte al que pertenece Hubert. Goscinny aprovecha la delicada situación para presentar a nuevos y divertidísimos personajes que arrancaran sin compasión risas y sonrisas al lector.

En esta segunda entrega, la serie ya despega con todos sus recursos alcanzando una altura superior a la anterior que no cejara de aumentar.

El tercer álbum, "Umpá-pa y los piratas", es quizás mi favorito, o de lo más favoritos, entre otras cosas porque los protagonistas se trasladan a un entorno muy querido por mi, que no es otro que el mar.

Umpá-pa y Hubert inician un viaje transoceánico con destino a Francia, que tiene por objeto proveer a los pieles rojas de un bien europeo del que no disponen: ¡ caballos ! El álbum narra el accidentado viaje y su encuentro con un grupo de, hasta el momento, temibles piratas. Póbrecitos. ¡ Me refiero a los piratas, por supuesto !.

En "Umpá-pa y los piratas", tanto Goscinny como Uderzo se encuentran ya en plena forma, demostrando que le han cogido completamente "el punto" a la serie.

La verdad es que es un álbum francamente ágil, divertido y en el que uno no para de divertirse ni un momento. Al finalizarlo es difícil no ser ya un rendido admirador de la serie.

El cuarto álbum es "Umpá-pa y la misión secreta". Tras desembarcar en tierras francesas, Hubert se dirige a la corte de su rey del que recibirá el encargo de hacer llegar un mensaje al comandante de sus fuerzas en las colonias de América. Por supuesto, Hubert acepta, iniciándose así una entretenidísima historia de espionaje y persecuciones con la guasa y humor habitual de la serie.

Este es un álbum que viene a certificar el altísimo nivel de la serie, demostrando que lo anteriormente logrado no era una genialidad circunstancial. Goscinny y Uderzo evidencian, de esta forma, que su colaboración está llamada a dar unas obras gloriosas e inolvidables para el noveno arte, cosa que hoy día ya nadie pone en duda.

Curiosamente este fue el penúltimo álbum de la serie por motivos que luego explicaré.

Y así llegamos a "Umpá-pa contra Hígado-Enfermo" el último pero no menos logrado de los álbums de la serie. Un tebeo que supone un formidable ejemplo de los logros de la serie.

De vuelta a América, Umpá-pa y Hubert descubren que el rey de los prusianos y el rey de Francia se han declarado caprichosamente la guerra lo que conlleva un inminente enfrentamiento entre ambos ejércitos. La cosa se complica cuando se fragua una alianza entre los prusianos y los Ojos Morados, una temible tribu india cuyo jefe se llama Higado-Enfermo. El desenlace de la contienda no os lo voy a contar pero ya os podéis imaginar la que puede liar el sin par Goscinny con semejante argumento.

Y aquí acaban inesperadamente las magníficas historias de Umpá-pa y Hubert, ya que no hubo más álbums con posterioridad. ¿ por qué ? Pues leyendo el integral le parece a uno difícil de creer dado su notable calidad y la compenetración conseguida entre su tándem creador. Si atendemos únicamente a su calidad nos parece imposible dado que series mucho menos brillantes gozaron una trayectoria más larga, pero es una realidad que fue así.

Al parecer, y según se descubre en los estupendos textos introductorios que contiene el integral, todo se fraguó de una forma un tanto ridícula. No sé, quizás Astérix y Obelix clamaban por ser su mayor éxito y ello exigió de la desaparición de Umpá-pa. El hecho es que la revista Tintin hizo su habitual encuesta anual a sus lectores y el indio resultó ocupar la ¿¡ undécima posición !? entre sus preferencias. Ambos autores, heridos profundamente en su orgullo tras la pasión volcada en este trabajo, se presentaron ante su director y le anunciaron que abandonaban la serie. Resulta gracioso que, por lo visto, Uderzo llegó a descubrir que uno de los dibujantes de la revista, con ayuda de su respectiva mujer, había recortado papeletas de las revistas que se encontraban en las librerías para acto seguido rellenarlas a favor de su propia serie. ¡ Cómo para fiarse de las encuestas !

Aún con todo lo dicho, el sentido común apunta a que la verdadera razón que llevó a ambos autores a abandonar la serie fué la aparición de Pilote, una nueva y celebrada revista ( ahora ya legendaria ) por la que tenían especial preferencia.

El ritmo de trabajo de Uderzo por aquellos años era insostenible ya que se veía obligado a realizar planchas para Umpá-pa, Astérix y Tanguy! y lo confirmó el propio Goscinny cuando declaró que: "Uderzo no podía hacerlo todo, y además el contrato con Le Lombard nos prohibía retomar Umpá-pa con otra revista".
Leyendo hoy día este integral, uno se lamenta de que Uderzo no pudiera con ese ritmo frenético de trabajo que nos hubiera dejado más álbums de Umpá-pa sin renunciar a Astérix, pero quién sabe, igual la calidad de los galos se hubiera resentido de ello. ¡ Qué lástima que no tuviera la poción de Panorámix en su poder ! aunque ya es de dominio público que, aunque el viejo druida sea hijo de su lápiz y de la pluma de Goscinny, sólo él conoce la fórmula secreta que dota de insuperable energía a quienes la prueban.

Basta con ver la que uno ya sabe la última página de la serie para que de repente te pueda la nostalgia. En ella, Umpá-pa se despide, brazo en alto y bajo la lluvia, de su amigo Hubert, quién, a su vez, hace lo propio, pañuelo en mano, desde la empalizada de su fuerte.

Mirándola, cierta sensación de tristeza te embarga junto a los protagonistas. Esa pena de tener que despedirse prematuramente de unos personajes que prácticamente acabas de conocer y que, sin embargo, tan impagables momentos te han dado. Pero mirando bien la viñeta, uno descubre que tanto Hubert como Umpá-pa sonríen. Luego caes en la cuenta de que en realidad estás de enhorabuena; que debieras estar de celebración; ya que, afortunadamente, las aventuras de Umpá-pa y Hubert vuelven a estar disponibles en castellano y pueden releerse cuantas veces uno quiera.

Lo dicho, si os gusta la BD y Astérix no deberíais perderos este integral.

( Si queréis leer esta reseña con imágenes para poderos hacer una mejor idea de lo tratado podéis hacerlo en: http://dentrodellaberinto-jareth.blogspot.com.es/2013/02/todo-umpa-pa-de-goscinny-y-uderzo.html )

Escrita hace 11 años · 5 puntos con 1 voto · @Hamlet le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@Poverello hace 11 años

Lo conseguí, @Hamlet, y no me refiero al cómic, sino a leer tu reseña, jeje.

Parecen más que interesantes. Si tengo oportunidad les hecho un ojo, aunque debería darme vergüenza que apenas se lo haya echado a sus hermanos menores galos. A mi padre nunca le dio por tener a Uderzo y Goscinny en la librería. Eran cosa de niños pijos por aquel entonces. A ver si lo voy remediando.

@Hamlet hace 11 años

Pues será un doble disfrute para ti, Poverello, si vas conociendo poco a poco la obra de Uderzo y Goscinny. En el caso de "Oumpa-pá" la cosa va rápida porque sus cuatro álbumes se devoran en un santiamén. Con Astérix la cosa ya lleva más tiempo, pero tiene en positivo la facilidad de acceso que tiene su obra completa en cualquier biblioteca ( raro la biblioteca donde nos estén!!). Ambas series son muy, muy recomendables. El humor de Goscinny es impagable, de esos que se hace con la simpatía de lector se tenga la edad que se tenga, y el dibujo de Uderzo de un detallismo, brío y talento superlativo.

Ya me contarás que tal conforme te vayas lanzando a algunos de sus álbumes. Además me ha parecido muy curiosa la anécdota que me comentas sobre la librería de tu padre. Por cierto, ¡ menuda suerte contar con semejante librería !

Saludos amigo y gracias siempre por tu atención.

@Poverello hace 11 años

Hola, Hamlet.

He leído volúmenes sueltos, pero apenas me atrevo a votarlas porque mezclo cosas, y me encantaron. No sé por qué no termino por sacarlos de la biblio. Igual me pasa con Goscinny y Morris y su Lucky Luke. He leído varios, pero el que mejor recuerdo es el único que me he atrevido a votar. Creo que son mejores y más trabajadas las historias de los galos, pero desde mi lejano recuerdo.

Mi padre de la Marvel y españoles de toda la vida, desde Mortadelo hasta los 'clásicos' de El Capitán Trueno o el Guerraro del Antifaz. Y por supuesto 'El cachorro', el que leía Carlos Jiménez y lo convenció para hacerse historietista (aunque ahora, a todas luces, resulta incomprensible cuanto menos).

Abrazos.

@Hamlet hace 11 años

La verdad es que son cómics para leer o releer de vez en cuando, en aquellos momentos que uno tiene ganas de una lectura fluida, simpática y divertida que no llevará demasiado rato pero que tardará tiempo en olvidarse. Yo también soy un poco más de "Astérix" que de "Lucky Luke", aunque me gustan tantos ambos que no me privo de ninguno.

...tampoco de los cómics Marvel, sobretodo de la época que debe atesorar la colección de tu padre que deben ser joyas de la famosa Edad de Plata marvelita. Y es que, también en el cómic como en la literatura, hay una cantidad de talento repartida por tantas nacionalidades y épocas que es una interminable odisea ir conociéndolo todo. Y bendita sea esa prodigiosa odisea!!! Espero no ver nunca las costas de esta partícular Ítaca!! je,je

Un abrazo, Poverello.