CARTA DE AMOR por Tharl

Portada de CARTA DE UNA DESCONOCIDA

Pocas obras emanan tanta ternura, tanto amor, como CARTA DE UNA DESCONCIDA. Zweig nos propone una carta que se lee en “15” minutos, llena de amor incondicional, un amor que aunque evolucionando con el tiempo de forma no cambia en su esencia; un amor que es pura entrega. La carta es un grito de dolor a las puertas de la muerte, pero sin recrearse en él, mostrado siempre a través del amor de la protagonista.
Este amor que nos propone Zweig, es un secreto, el secreto de una persona que ha vivido por nosotros sin hacerse notar y que ahora muere. Es inevitable sentir un escalofrío: nunca la (re)conocimos, y ahora, basta una mirada a un jarrón vacío para estremecernos ante nuestra absoluta soledad.
Quien escribe la carta, no pide nada, jamás lo hizo. Es pura entrega. Solo nos suplica una cosa: Son “15” minutos, leamos de seguido, no disolvamos la atmosfera. Una última súplica: Creámonos la carta, creámosla en todo momento; desechemos por una vez el cinismo y escepticismo que rige nuestras vidas y abracemos un amor tan desinteresado, tan incondicional y tan puro. Un amor tan grande cuyo objeto sustituye la divinidad, y produce una entrega a ella enteramente ascética.
Zweig nos entrega un secreto, leámoslo tranquilos, solos, empáticos, y disfrutemos con él. Leámoslo un momento de esos donde nuestra sensibilidad esté a la altura de la del autor; abiertos y entregados completamente a su exquisita prosa y sensibilidad.
Zweig nos entrega una propuesta sencilla. En la lectura el escritor solo pone el 50%, depende del lector el resto. Zweig se ha entregado enteramente a la emoción y la ternura, el resto, lector, está en tus manos.
Pocas valoraciones pueden ser más subjetivas, más dependientes de la situación de lectura, que las dirigidas a esta carta de amor.

Escrita hace 11 años · 4.1 puntos con 9 votos · @Tharl le ha puesto un 7 ·

Comentarios

@Poverello hace 11 años

Esta maravillosa obra, Tharl, con la que mucho disfruté, si se puede emplear esa palabra, no creo que trate del amor ágape, que digamos, ese que en todo circunstancia y momento nada espera sino que se entrega hasta después de la muerte. Por cruel que resulte, nuestra hermosa desconocida espera el dolor y el sentimiento de culpa más cruel para la persona que la ha rechazado. consciente o inconscientemente a lo largo de su vida. Con riesgo a equivocarme, ese es el sentido de la carta, un amor desinteresado de verdad (ese que, quizá, al no existir hace sumamente creíble la historia) jamás hubiera escrito dicha misiva, ni aún después de muerta. Por absurdo que pueda parecer, un amor ágape hubiera encargado a alguien que le siguiera mandando flores por su cumpleaños el resto de su vida.
Esto es en realidad lo que más me impresionó de esta obra, el conocimiento tan magistral que Zweig demuestra del espíritu humano, con sus majestuosas contradicciones, y que también lo trata en 'Mendel, el de los libros' desde una posición más objetiva pero no menos dolorosa. Yo me pasé todo el relato con el corazón encogido... e incluso diciendo lo que digo prácticamente nadie se atrevería a la vida escogida por la remitente de esta bellísima y dura carta. Ciertamente un canto a la emoción y a la ternura como bien dices.

@Tharl hace 11 años

Poverello, si yo fuera Stefan Zweig te respondería: "Eso dice más de tu inocencia que de mi intención" :P

Muy cierto lo que comentas, aunque yo no haya caído. Un motivo más para alabar esta pequeña joya. Supongo que las dos versiones son igual de validas y aquí no hay acuerdo posible. Si el autor lo hizo apropósito bravo por él, y si es un accidente pues tanto me da, disfrutémoslo igual.
En mi opinión, la mujer está tan dolorida tras la muerte de su hijo, está tan febril apunto de morir (hasta me imagino como su letra va volviéndose más tormentosa y su voz más agitada), que no puede más que escribir la carta. Es el único consuelo que alcanza a imaginar, no por ver sufrir a quien ama, sino por el mero desahogo inevitable. Algo común en el autor por lo que veo en AMOK, la confesión como algo necesario para poder morir o culminar la misión, algo inevitable. No busca (e incluso rechazar) la ayuda del oyente; la confesión como un acto de alivio como una lucha contra la locura, y no como una venganza. A la protagonista que yo me imagino, ni se le pasa por la cabeza las consecuencias nefastas que pueda tener su misiva para su amado, simplemente está desbordada, no puede más, siente tanto dolor, tanta tristeza, tal soledad tras la muerte de su hijo, que escribirte esta emotiva carta sin pensar en nada más.

@Poverello hace 11 años

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, sin que eso sea incompatible con lo otro. En el momento que el dolor y la necesidad de desahogo pueden más, se acabó el amor ágape, sea de forma voluntaria aunque inconsciente o viceversa, porque empiezan los reproches por muy sutiles que sean, como le sucede a la protagonista por muchas disculpas que pida.

Por cierto, tengo una absoluta predilección y soberana manía por no meter spoilers en los comentarios ni en las reseñas ... Espero que a nadie se le ocurra leer tu comentario de antes, Tharl, ja ja ja.

@Tole hace 11 años

Me has convencido Tharl así que añado este libro a mi lista :)