CALMA TOTAL por sedacala

Portada de LA LÍNEA DE SOMBRA

Mi tercer libro de Joseph Conrad; EL CORAZON DE LAS TINIEBLAS fue el primero, el segundo fue EL ESPEJO DEL MAR, interesante conjunto de relatos reales sacados de su vida en el mar; y ahora, leo este sacado de una colección juvenil de Anaya, que contiene dos relatos; uno de ellos, JUVENTUD, de unas 40 páginas; es un buen relato clásico de navegación; LA LINEA DE SOMBRA es el otro; de unas 110 páginas; comparte el tema marino pero incidiendo mucho más en la psicología de los personajes; por eso, aún siendo algo menos entretenido, tiene mucha más entidad como novela. La mayoría de los conceptos que están en esta reseña, pueden ser válidos para ambos relatos, pero están escritos pensando en el segundo. Ambos, me han permitido mejorar el criterio que tenía de la escritura de Conrad. No es que su lectura, antes me pareciera difícil y ahora no; en las partes dialogadas, sobre todo, me sigue pareciendo trabajosa, aunque ahora encuentro que ese escollo es superable, mientras que antes me parecía casi imposible. En cambio, son las partes descriptivas las que más me gustan y aquellas en las que disfruto más de su estilo.

Su texto, aprovechando las frases largas, se lee muy bien de corrido; dotándolo de una cierta cadencia, el conjunto se puede asimilar a una melodía de notas recias y tempo bien marcado. El aporte de detalles, tanto del espacio físico en que se sitúa la acción, como de una climatología que suele ser cambiante y turbulenta, introduce íntimamente al lector en la narración como si literalmente se acoplase a ella y la viviese desde su interior. El autor, cumple con la necesidad que tiene de explicar unos hechos determinados, pero en ese cometido no es demasiado meticuloso ni preciso. Se podría por ello decir que su prosa es más perturbadora que concienzuda, más ardorosa que sobria, más delirante que lúcida; sin duda, es especialmente adecuada para realzar los rasgos épicos de la propia navegación, muy por encima de los detalles técnicos relativos a la maniobra o a aspectos geográficos y marineros que son muy escasos.

Luego está, su otra faceta destacada; la de trasladar al lector la manera en que sus personajes sienten o padecen sentimientos y pasiones que en su mayoría suelen ser convulsos y atormentados. No son personajes fáciles; sin duda la galería de hombres que Conrad conoció en sus años de navegación en un medio tan duro, tan propicio a las confidencias, y que obliga a tener un contacto tan intenso con otras personas durante meses, le permitió un buen conocimiento de la psicología humana y una cierta facilidad para bucear en el alma de las personas. De ese conjunto formado por las relaciones entre distintos personajes, lo que más me cuesta digerir son los diálogos. En ellos, los personajes dudan, imprecan, acosan, desconfían, tienden con sus semejantes una relación tensa, entrecortada y poco fluida que a menudo cuesta comprender; son el mejor ejemplo quizá del esfuerzo que exige el cumplimiento de su lectura.

JUVENTUD, es muy corto, y a la cuarta página el lector ha comprendido bien que es lo que se va a dilucidar en la novela. Por el contrario, cuando en LA LINEA DE SOMBRA se llevan veinte páginas leídas, el lector aún reniega sin explicarse el por qué, de tanta página confusa y de tanto diálogo entrecortado, sólo para informar al lector y al protagonista de que el empleo de capitán vacante, es suyo. Una posible consecuencia de esta aridez inicial, es que el que empiece el libro sin saber cómo escribe Conrad, cuando lleve treinta o cuarenta páginas, se harte y se busque otra cosa más sencilla. A partir de ese límite, es verdad que la novela coge ritmo y entra en materia. No puedo asegurar, que los asuntos que trata gusten a todos, siendo su filón principal los relatos de aventuras; así, al que no le gusten los temas de, por ejemplo, Julio Verne probablemente tampoco le gustarán los suyos. Lo cual, no es cierto del todo, por que aunque los temas sean los mismos, los enfoques son diametralmente opuestos. Verne siempre hace hincapié en la peripecia aventurera en sí misma, mientras que Conrad lo hace en los sentimientos, normalmente confusos, que arrostran sus personajes. El ejemplo cinematográfico es bien claro: LA VUELTA AL MUNDO EN 80 DIAS, muestra las interminables incidencias de un viajero que a pesar de sus múltiples problemas se mantiene todo el tiempo imperturbable; mientras que sin embargo, APOCALISIS NOW, muestra a unos soldados cargados con un tremendo lastre emocional, que se introducen en una selva que es el mismísimo infierno, en el que lo pasan fatal; es la diferencia entre una aventura amable y otra desquiciada; los mismos temas (aventuras), pero con enfoques contrarios, y una escritura que en Verne es simple, y en Conrad enmarañada.

Lo cierto es que la facultad para expresar estados de ánimo, el denso contenido de sus frases, y una prosa cargada de riquísimas descripciones del entorno, convierten su lectura en un torbellino; el lector es succionado y el torbellino le arrastra hasta el final intensamente enfrascado en su lectura. El contenido de su novela podría resumirse así: un lenguaje complejo y fuerte; una incómoda introducción al conocimiento de los personajes (imposible leer en la ajetreada consulta del dentista); y el mayor interés, centrado en la introspección en el estado anímico de los personajes; admitiendo como buenas esas expectativas, las novelas de Conrad gustarán. Por eso no entiendo qué novelas tan exigentes, hayan sido tradicionalmente incluidas en las colecciones de literatura juvenil de toda la vida junto a las de Verne y Salgari. Entre lectores jóvenes e inexpertos habrá algunos, no lo dudo, que las asimilarán; pero muchos otros, la mayoría sin duda, no. Y es triste, que gente recién iniciada en el mundo de los libros, decida con toda probabilidad no volver a leerlas en su vida. Estas novelas, se deben afrontar con plena conciencia de sus auténticas características. Siendo así, podría dejar de ser, de entre los grandes novelistas, el menos conocido del público español.


P.D. Sólo EL CORAZON DE LAS TINIEBLAS, tiene, de entre las obras de Conrad con ficha en SdL, un número alto de votos, y eso se debe, sin duda, al tirón de la novela por su identificación con APOCALIPSIS NOW. ¿Cuál es la razón, de que los que la leyeron, no tuvieran la curiosidad de seguir leyendo otros títulos suyos, sobre todo después de haberla dado votaciones bastante altas? La respuesta, creo yo, es: la dificultad real que el lector encontró en la novela, y que le ha desanimado a intentarlo con otras, a pesar de ser un paso que seguramente le conduciría a una lectura más sencilla. No conozco toda su obra, pero sospecho que EL CORAZON DE LAS TINIEBLAS es precisamente su novela más complicada.

Escrita hace 11 años · 5 puntos con 6 votos · @sedacala le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@Poverello hace 11 años

¿Tú hablando de cine en una reseña, sedacala? Es curioso como tú mismo das aportaciones diversas y cuasi contradictorias (que no lo son debido a tu gran capacidad de análisis) cuando interpretas laobra de este ser complejo y también contradictorio.

Lo de EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS puede deberse a muy diversos factores. Yo la leí, antes había ya leído precisamente LA LÍNEA DE SOMBRA, y hace unos meses la tercera con EL NEGRO DEL NARCISSUS. Pienso que hay muchos lectores que para conocer un poco al escritor lo que hacen es leer sus obras más conocidas, aunque solo sea una, y desisten de seguir para tomarle el pulso a otros a menos que haya sido en exceso amena y gozosa la lectura, algo que en los clásicos que estamos hablando no suele ser nada habitual.

En fin, de nuevo buna reseña, sedacala.

@Faulkneriano hace 11 años

Muy cierto, sedacala: Conrad no es ningún autor "juvenil" ni puede parangonarse (en accesibilidad) a Verne o Salgari, que escriben con otros propósitos muy distintos. De ahí el posible desencuentro con los lectores españoles: novela de ambiente marinero no es igual necesariamente a novela "de aventuras". Puede que sea el caso de Baroja o de Salgari, pero no es el caso de Melville, por ejemplo. Lo que hace Conrad con sus novelas marinas es encerrar en el espacio cerrado y claustrofóbico de un barco a una serie de personajes de gran complejidad psicológica, como bien dices: es el caso de El corazón de las tinieblas, de El negro del Narcissus y de La línea de sombra. Tifón, Juventud, Con la soga al cuello y algunos relatos son más aventureros, menos torturados. Lord Jim comienza en un barco, el famoso Patna, pero luego la novela se expande por múltiples escenarios. Victoria, una de las grandes novelas desconocidas de Conrad, tiene por escenario una isla con varios personajes enfrentados a muerte entre sí (un escenario casi tan claustrofóbico como un barco); Nostromo, una república hispanoamericana imaginaria que, a ratos, parece una verdadera prisión. Una avanzada del progreso sitúa a dos europeos en medio de ninguna parte, en algún lugar del Africa negra. La cercanía física aumenta la tortura de los antagonistas y enrarece todavía más un ambiente malsano y perturbador y unas relaciones de extraordinaria complejidad. El que Conrad conozca la vida de los marineros en el Indico o el Pacífico es un punto de partida para su ficción elaborada: no pretenda ser realista ni contar llanamente sus historias de juventud.

Me alegra ver que la dificultad inicial de la prosa del polaco cede, en tu caso, con las repetidas lecturas. Conrad no es, ni mucho menos, incomprensible.

@sedacala hace 11 años

Montones de veces hablé de cine y más montones aún volveré a hablar si es que viene al caso. Lo que ocurre, es que yo hablaré de estas dos que menciono aquí (la de Marlon Brando nunca la vi entera), o de Quo Vadis, de Ben-Hur, de Matar a un ruiseñor, de Desayuno con diamantes o de El apartamento. Es decir, lo que ha visto todo hijo de vecino. Ahora bien, si me habláis de Remando al viento, como hizo Hamlet el otro día, me quedo completamente “out” y que conste que el nombre me suena pero en eso se queda todo mi conocimiento. Además, mi tendencia en esto es a apreciar el cine “de antes”. El otro día, vi en la uno sin anuncios de un tirón, con auriculares, y subtitulada con sonido original, Solo ante el peligro, y disfruté como un enano con la música, con un formidable Gary Cooper, con una estupenda Katy Jurado y con un guión que parece simplón pero que no lo es en absoluto, al contrario, es extraordinario. Pero esto ocurre sólo de tarde en tarde y con pelis antiguas.

Por cierto Faulkneriano, en lo que dices de Melville, disiento un poco; evidentemente, sólo un poco, por que mucho de eso que dices es verdad. Pero yo si que percibo en Moby Dick, algo de ese estilo de novela de aventuras marineras, que le aproxima a los relatos de Verne, o Salgari, o incluso a Arthur Gordon Pym. Lo que pasa es que ni es entretenido, como estos, y además maneja un ritmo lento muy poco aventurero y un lenguaje enfático y solemne que le saca de la novela de género. Yo también leí Moby Dick, en versión extractada de pequeño y conservo un buen recuerdo, a pesar de ser algo que me pareció áspero y poco divertido, pero que de todas formas, contenía esa aura de novela de aventuras que a veces parece querer ser, y que es lo que con catorce años podía yo andar buscando. También, volviendo al cine (tantas veces como haga falta, Poverello), puede que influyera la visión en aquella época de la película de John Huston con Gregory Peck como Ahab, que aunque también era demasiado quizá para un chaval de esa edad, venía a añadirse a la lectura formando ese conjunto “Melvillense” del que guardo recuerdo.

@Hamlet hace 11 años

Le tenía bastante ganas a esta novela de Conrad y has hecho que estas sean aún mayores, Sedacala. En casa tengo pendiente también, desde hace bastante, "Lord Jim", que un compañero de la facultad me señalaba como su novela de cabecera.

Y hablando de personajes obsesivos ¿qué me decís de "Los duelistas" y de "Gaspar Ruiz", ambas del mismo Conrad.?

Sin duda, he de volver a Conrad, que ya toca.

Por cierto, ¿sabíais que el guión del "Moby Dick" de Huston corrió a cargo de ¡Ray Bradbury! ?Es una película que me gusta bastante, salvando la inevitable reducción respecto a la novela. Melville como Conrad me parecen de esos escritores que como señaláis por la temática se le has querido dar a conocer como literatura de aventuras juvenil, cuando en realidad son mucho más que eso, y a la vista está la complejidad y dificultad de su obra. Siguiendo con la temática marinera de Melville, a parte de Moby Dick, destacaría dos obras que me gustaron bastante y que son: "Billy Budd" y "Benito Cereno".

No quiero citar a otro grande de estas latitudes que tratamos, después de haber hablado de Salgari, Verne, Conrad, Melville... y es mi estimado Jack London.

Saludos!! ( Por cierto, Sedacala, qué peliculón "Solo ante el peligro". Brutal el travelling que sitúa a Gary Cooper sólo y qué cara!!! Qué brillante utilización del tempo narrativo!! Y menudo mazazo para el espíritu de "La caza de Brujas" de Mc Arthur. Pero, independientemente de esa lectura política, que gran western).

@_567_ hace 11 años

Mi bagaje Conrad se reduce a “El corazón de las tinieblas” porque supongo que es uno de esos clásicos que todo aficionado a la lectura debe leer en un momento u otro de su vida, ese capitán Marlow remontando aquel río que no conduce a ningún lugar, si acaso al infierno que supone conocer el horror en primera persona de la mano de ese memorable personaje que es Kurtz merece ser (re)conocido tal como la pluma del polaco lo engendró… no quiero enrollarme mucho al respecto, digamos que soy de los que en este caso prefiere la peli de Coppola, algo similar a lo que comentaba el otro día respecto a Drácula del mismo director. Curiosamente, son muy escasas las ocasiones en que prefiero la película al libro, en estas dos no tengo duda…
La otra es “La locura de Almayer”, que fue su primera novela (1895), me gusto algo menos pero es una lectura que puede resultar interesante, al menos en principio porque después gira a sesudo-existencial, para alguno de los que mencionáis a Salgari, por su estilo (Malasia, Islas de Borneo…). Pero debo advertir que este Almayer, que creo recordar que era de origen holandés, no es un marino cualquiera de los que surca los mares con la aventura por bandera, sino un tipo extrañísimo e inquietante (como Kurtz) cuya mentalidad parece centrarse tan solo en los negocios, lo material en eterno conflicto con lo espiritual, todo ello con una prosa densa que a mí se me hizo muy pesada por momentos. Pero me llamó la atención que en una trama tan centralizada, hasta lo claustrofóbico, en el personaje de Almayer, acabe teniendo un peso fundamental el personaje de Nina, la hija del loco, tanto que en mi opinión acaba robándole una gran porción de protagonismo “casi sin querer”…

Sí, supongo que leeré algo más de Conrad. Su obra es extensa, afortunadamente.-

@sedacala hace 11 años

Hamlet, me acabo de dar cuenta releyendo, Mc Arthur luchaba contra los japoneses, no contra los cineastas. ¡Hay que ver, como a veces decimos lo que no queremos decir y no nos damos ni cuenta!

@Hamlet hace 11 años

jajaja Sí, Sedacala, me refería al tristemente famoso senador Mc Carthy, no al general. Dios me libre de meterme con el militar más condecorado de la historia de los Estados Unidos. jeje