BLASCHKE, CON UNA SUERTE REALMENTE NEGRA por EKELEDUDU

Portada de EL ENIGMA DE LA DESAPARICIÓN DE LOS DINOSAURIOS

EL ENIGMA DE LA DESAPARICIÓN DE LOS DINOSAURIOS fue la primera obra que tuve sobre esos desaparecidos animales, salvo unos cuantos libros infantiles sobre el tema. Es un libro que, aún hoy, me es querido. No es para menos, porque por él me enteré de muchas cosas que no sabía, como por ejemplo el célebre hallazgo de los iguanodontes de Bernissart, varias teorías para mí ignoradas acerca de la desaparición de los dinosaurios, algunas especies que no conocía. Asimismo, de alguna manera ayudó impensadamente a estimular mi imaginación, que quizás no necesitara demasiado para ello, al presentar por primera vez (para mí) a los dinosaurios como parte de un nicho ecológico, en vez de como monstruos torpes y enormes aparentemente en eterno combate unos contra otros por el sólo hecho de buscar camorra. Por todo eso, yo querría poder decir mejores cosas de EL ENIGMA DE LA DESAPARICIÓN DE LOS DINOSAURIOS, tanto más cuanto que su autor, Jorge Blaschke, se revela a través de esta obra como un tipo serio, poco dado al fantaseo. Premio nacional de Periodismo en 1982, estudió astronomía, paleontología, codirigió campañas de excavación e investigación en Argelia... En fin, ostenta un currículum nada desdeñable.

¿Cuál es el problema, entonces? Bien, veamos algunos ejemplos. Nos dice Blaschke del Hypsilophodon: ...se supone que practicaba, dado su escaso peso, costumbres arboríferas... .Réplica de Alan Charig en LA VERDADERA HISTORIA DE LOS DINOSAURIOS: ...se pensaba que vivía en los árboles, pero ya no se cree tal cosa. ¿Quién tiene razón? Podríamos pensar que Charig, cuyo libro es cinco años posterior al de Blaschke. Y podríamos alegar que no se puede reprochar a este último que en cinco años se hayan hecho nuevos descubrimientos que dejen desactualizada su obra. Pero hay algo todavía más grave. Blaschke todavía presenta a los saurópodos como habitantes de pantanos o al menos como animales que pasaban buena parte del tiempo en el agua. Hasta mediados de los '70 por lo menos, todavía se creía esto. Pero posteriormente se llegó a la conclusión de que habían sido animales terrestres. ¿Cuándo se concluyó esto? Ahí viene la parte delicada. Que Charig ya habla de ello en su libro, a no dudarlo, pero más grave todavía es que, con anterioridad, también lo comentaba el asno de Jean-Jacques Barloy en EL ENIGMA DE LOS ANIMALES DE LA PREHISTORIA, una obra de todos modos mucho menos seria que la de Blaschke, y que si logró apuntarse ese acierto por encima de este último fue sin duda por mera casualidad, ya que la citada obra es una paparruchada a medio camino entre el disparate intransigente y la pedantería científica. Ahora bien, Barloy publicó su libro en Francia en 1978. Supongamos que en aquella primera edición no se hablara de los saurópodos como animales terrestres, y que esto se hiciera en una corrección en ediciones posteriores. De todos modos, Libroexprés publicó el libro de Barloy en 1981, un año después de editar el de Blaschke.

De todo esto podemos deducir que probablemente EL ENIGMA DE LA DESAPARICIÓN DE LOS DINOSAURIOS tuvo la mala suerte de aparecer momentos en que la paleontología hacía nuevos hallazgos que daban al traste con viejas teorías; con lo cual, casi desde el momento mismo en que apareció a la venta en las librerías, su contenido estaba desactualizado. No sé si habrá sido el primer golpe de mala suerte sufrido como autor por Blaschke, pero no fue el último, puesto que años más tarde padecería otro mucho peor con la publicación de LA HISTORIA SECRETA DE SATÁN, cuyo texto original fue sometido a tan horroroso maltrato durante el proceso de publicación en 2007, que el libro parece un chiste de mal gusto, una estafa a los lectores, como se comentó en su oportunidad. Es de esperar que la próxima vez que comentemos un libro de Blaschke no se trate del comentario de un desafortunado incidente en detrimento de la calidad de la obra, o terminaremos concluyendo que el pobre hombre es el escritor con más mala suerte del mundo. En cuanto a EL ENIGMA DE LA DESAPARICIÓN DE LOS DINOSAURIOS, yo lo tengo desde hace años, me resulta muy querido, no me desprendería de él; pero tampoco puedo recomendarlo a quien no lo tenga.

Escrita hace 11 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 6 ·

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