UNA LECTURA DESAPROVECHADA por Tharl

Portada de EL REINO DE ESTE MUNDO

Carpentier es uno de los grandes escritores hispano-americanos. En concreto es el gran escritor cubano fiel a la revolución. Es recordado por crear el estilo real maravilloso en el que, creo, se inspiró Márquez para su realismo mágico. Es un autor complejo y fascinante. Su estilo, eso que llaman real maravilloso, es, al menos en esta obra, un estilo barroco, surrealista y mágico en el que el realismo queda impregnado de mitología africana, vudú y cultura negra.
Con este estilo, en EL REINO DE ESTE MUNDO, Carpentier nos traslada a un Haití decimonónico, en revolución, en proceso de independencia como efecto rebote de la revolución francesa. Ahí somos testigos desde una revuelta de esclavos, a la monarquía del loco Henri Cristophe y en definitiva al auge y caída del primer poder negro de América. Todo mediante este estilo que mezcla Historia y fantasía.

Recapitulando: tenemos una obra cubana del sXX en versión original (siempre más complejo que las traducciones), con un estilo complejo y particular que mezcla fantasía y realidad, y basada en la sociedad y la Historia de Haití en el sXIX. Es decir, tenemos una sintaxis compleja, repleta de vocabulario y expresiones cubanas, utensilios específicos –muchos de ellos rurales- del Haití decimonónico y una mezcla de Historia y mitología negra de la que nos pilla de nuevas lo uno y lo otro (lo admito, hasta entonces no me interesé por la Historia haitiana, fascinante por cierto, ni por los dioses, héroes y rituales de la áfrica negra). Y para colmo se añaden una dosis de latinajos o frases y diálogos en francés sin traducir. Carpentier no nos lo pone fácil, ni una sola aclaración. Mi edición tampoco se digno a colocar ni una sola nota a pie de página.

Resultado: He estado más perdido que Alicia en el país de las maravillas, lo que no quita que como ella haya disfrutado en la confusión de este también maravilloso mundo que propone Carpentier. Ni que me haya parecido una prosa sorprendentemente ágil y rápida a pesar de mis limitaciones. O que me haya visto cautivado por ese clima, ese tono emocional entre lo real y lo maravilloso, por ese mundo tan trabajado y fascinante, medio occidental-blanco medio africano-negro. O que cuando salí de ese ambiente exótico y fabuloso no haya podido evitar ir corriendo a informarme sobre la Historia de Haití y este fascinante autor.
Al final, se me ha quedado un buen recuerdo mezclado con un sentimiento de impotencia que cristalizan en un injusto 6 y la entrada a la lista: Segunda oportunidad.

En particular me quedo con el principio y el final, las partes que más he saboreado. En especial el primer capítulo, donde con una imagen magníficamente descrita se adelantan todos los acontecimientos y la esencia de la obra. Sin contar con el genial final, donde prima la reflexión sobre la importancia de luchar y alcanzar la gloria de este mundo, de buscar el progreso humano a pesar de su infelicidad crónica y su egoísmo. Lo importante no es el resultado, sino la lucha por llegar a algo mejor.

Escrita hace 12 años · 5 puntos con 2 votos · @Tharl le ha puesto un 6 ·

Comentarios

@lucero hace 12 años

Error y amarretería de los editores. Con un buen estudio preliminar, notas y glosario se hubiera aceitado la lectura. Seguro que Carpentier se merece una segunda oportunidad Tharl. Tengo cuentos leídos y son de una factura exquisita. Excelente reseña. Saludos.

@Poverello hace 12 años

Muy objetiva reseña, Tharl, haciéndote eco de tus propias luces y sombras. Meteré a Carpentier en la saca de los autores no leídos, aunque haciendo más caso a lucero lo mismo empiezo con cuentos.

@Faulkneriano hace 12 años

Buena reseña, Tharl. ¡Estos jóvenes! Hay que saber latín y francés, hombre, y no el inglés ese de los comerciales...

El reino de Carpentier ya no es de este mundo: es el último de los grandes escritores barrocos, en toda la extensión de la palabra, con su compatriota José Lezama Lima, aún más grande (y bastante más difícil) ¿Quién se atreve hoy, que no sea especialista o poeta, con los hipérbatons de Góngora? Pues con Carpentier, aunque en menor medida, sucede lo mismo. Tiene una prosa exquisita, no sé si cincelada con harto sudor o con esa fluencia natural de los grandes retóricos, aunque sus tramas adolezcan a veces de ciertas limitaciones. Es mejor prosista que constructor de novelas, sin duda, pero... ¡qué prosista! Curiosamente los cuentos se leen muy bien y tienen un agradable tono fantástico. Yo aconsejaría empezar por ahí y no por sus grandes novelas polifónicas, que siempre me han intimidado un poco (y que todavía no he leído: mea culpa)

@Tharl hace 12 años

Gracias a todos por los comentarios, tomo nota de lo de sus cuentos. ¿Alguna colección en particular? Me gustaría leerme algo más de él, porque su prosa de verdad que me pareció exquisita -a pesar de mis limitaciones-, de ahí que no haya sabido que nota ponerle...

Me quedo con tu frase Faulkneriano: "El reino de Carpentier ya no es de este mundo". Ojalá fuera solo por la locura de no estudiar en el colegio francés, latín, mitología africana y la Historia de Haití... :P

@Faulkneriano hace 12 años

Escribió pocos cuentos. Caben todos en un volumen delgado que publicó Bruguera hace ya muchos años (el que tengo en casa) No sé si hay reediciones recientes, pero Viaje a la semilla y El camino de Santiago, entre otros, son dos cuentos maravillosos (en todos los sentidos)

@Tharl hace 12 años

Me lo apunto!
Gracias.

@Poverello hace 12 años

Hola a ambos. En la biblioteca de aquí tienen esa edición de Bruguera de Cuentos Completos, lo miré hace unos días tras leer los comentarios y apuntarlo en mis listas, así que, aunque no haya ediciones posteriores lo mismo no es difícil de conseguir. Con lo chiquito que es Córdoba parece mentira la de libros que hay en la biblio; eso que me llevo.

@Poverello hace 11 años

Acabo de terminar los Cuentos Completos. No sé qué decir, tengo el alma dividida entre la prosa y la narración en sí y coincido con algún comentario de Faulkneriano. Excelente sin duda en lo referente a la prosa, de un virtuosismo exquisito que fluye de manera bastante natural aunque muy compleja (con despistarme un microsegundo perdía el hilo con tanta fluidez como la propia prosa de Carpentier). Pero las historias en sí y cómo las narra me ha costado pillarles la gracia. Posiblemente debido a mi torpeza y a no captar quizá en exceso el sentido metafórico que claramente pretende otorgarles a los personajes (aun siendo algunos cuentos más asequibles, como Los fugitivos, Los advertidos o El derecho de asilo). Me ha sorprendido en cuanto a temática el marcado acento que le concede casi en todos, en mayor o menor medida, a la traición, supongo que influido por su autoexilio en Venezuela o la situación de Cuba.
El caso es que no me salía ni escribir una reseña, porque tengo la sensación de tremenda injusticia si me lanzo, y que en realidad, nada más que por disfrutar, y muchísimo, con su escritura merece la pena leerlo. Y, evidentemente, seguro que son más asequibles relatos que en su mayoría no superan las 30 páginas que una novela. Tenía en Wishlist 'El siglo de las luces', pero creo que por el momento necesito algo menos excelso y más... vulgar.
Abrazos a tod@s.

@lucero hace 11 años

Hay lecturas que agotan, y Carpentier es denso. Mi experiencia con sus letras es aislada, un cuento aquí y otro allá, pero no me los he zampado todos en una antología!!! Intoxicación!
Lo mejor con las recopilaciones de un autor virtuoso es leerlos con cuentagotas, en la medida que se tengan ganas. Y no creo que seas un lector vulgar, ni poco excelso en tus apreciaciones.
Saludos Pove

@Poverello hace 11 años

Pues no he sido especialmente rápido y agonía leyendo a Carpentier. Me costó adaptarme al primero, por ser también el más largo, aunque trata en parte del Camino de Santiago (uno de mis iconos inolvidables en repetidas ocasiones) y tiene una hermosísima descripción del día a día del peregrino y que no me resisto a compartir (al final). Leía uno al día o menos, un poco por la mañana temprano y otro poco al acostarme. Lo que sí he acabado es agotado, y me da mucha rabia.
Gracias por no considerarme vulgar, será que me miras con condescendencia, como al corderillo camino del matadero.
Inserto el párrafo maravilloso sobre el peregrinaje sobre el Camino compostelano y láctico:

"Por caminos de Francia va el romero, con las manos flacas asidas del bordón, luciendo
la esclavina santificada por hermosas conchas cosidas al cuero, y la calabaza que sólo carga agua de arroyos. Empieza a colgarle la barba entre las alas caídas del sombrero peregrino, y ya se le desfleca la estameña del hábito sobre la piadosa miseria de sandalias que pisaron el suelo de París sin hollar baldosas de taberna, ni apartarse de la recta vía de Santiago, como no fuera para admirar de lejos la santa casa de los monjes clunicenses. Duerme Juan donde le sorprende la noche, convidado a más de una casa por la devoción de las buenas gentes, aunque cuando sabe de un convento cercano, apura un poco el paso, para llegar al toque del Angelus, y pedir albergue al lego que asoma la cara al rastrillo". (EL CAMINO DE SANTIAGO, Capítulo III).

Es retorcido, vale, pero bellísimo.

@lucero hace 11 años

Te concedo que es cansador, y también bellísimo. A veces sirve para desempolvar neuronas y agitar los dones líricos!!

@sedacala hace 11 años

Que raro encuentro todo esto que dices, Poverello; leí EL SIGLO DE LAS LUCES y no me pareció que tuviera ni la más mínima dificultad de lectura. Ni denso, ni retorcido. He de decir también que los cuentos siempre son más difíciles de digerir. El mismo Faulkneriano que más arriba dice maravillas de ellos, me explicó hace poco, que mi aversión innata al género no es una rareza innata mía, sino que tiene su razón de ser. No creo que le moleste que transcriba parte de su comunicación privada. Ahí va:

Los cuentos exigen una musculatura determinada: deben leerse a intervalos (es imposible apurar cumplidamente media docena de cuentos seguidos) y son especialmente apreciados por aquellos que se deleitan con el estilo y la estructura, no con la trama, que es secundaria. Es difícil empatizar con sus personajes (aunque algunos, pese a la corta extensión en que se desenvuelven sus vidas escritas, son inolvidables) y no vale eso de esperar a que el tiempo y las páginas te vayan interesando (lo habitual en lectores de novelas, sobre todo los best-sellers interminables, que se imponen por agotamiento) porque te tienes que poner las pilas y estar muy atento no desde los primeros capítulos, sino desde la primera frase (y no exagero nada): las aperturas y los cierres son absolutamente determinantes en un cuento. La tensión lectora acaba por agotar: de ahí lo de parar de vez en cuando. Conviene también recapitular y establecer nexos entre los cuentos (que los hay) tanto temáticos como estilísticos: los cuentos son como pequeños bocetos, apuntes o acuarelas que permiten conocer mejor a un autor que los grandes lienzos- novelas. En fin, no sigo; no quiero ser pesado.

Faulkneriano

De manera Poverello que tu esfuerzo pudiera realmente estar bastante justificado. Saludos

@lucero hace 11 años

Hola sedacala. Oportuno tu aporte y la cita a Faulkneriano (ya lo citamos y todo!!!!).

@Poverello hace 11 años

Hola, sedacala, me alegra charlar contigo de nuevo.

El caso es que no creo que ese sea el 'problema', porque soy muy cuentista (en ambos sentidos) y a lo largo de este año he leído muy diversos volúmenes de cuentos y relatos (Maupassant, Wells, P. K. Dick, Aldecoa, Bierce, Machen... Borges) y me encantan por norma general. Insisto no obstante que la obra me ha gustado (le coloqué un siete), pero quizá me esperaba más a nivel de historias en sí, la dificultad no me echa nunca para atrás (excepto Joyce, ja).

No obstante, te agradezco mucho tu aportación, porque así no relegaré 'El siglo de las luces', que lo tiene una amiga y puede prestármelo sine die. Máxime cuando sé que otros autores más obtusos de comprender como Borges o Bioy Casares no te agradan.

Al final, por mi culpa, ha habido exceso de comentarios de otra obra que quizá, debería haber reseñado. Abrazos.

@FAUSTO hace 11 años

nteresante debate. Las 2 experiencias que tengo sobre la obra de Carpentier han sido positivas. La primera, “El siglo de las luces”, para mí fue todo un descubrimiento su espectacular prosa: barroca y bella. No es una lectura especialmente difícil, aunque si requiere cierta dedicación y atención para sacar jugo a sus imágenes y metáforas. Pasado el tiempo lo que más recuerdo es precisamente esto, más que el argumento y la relación entre los personajes. Creo que cualquier buen lector puede disfrutar de este libro, pero requiere su esfuerzo; vamos, que no como una novelita Agatha Christie, por poner un ejemplo y que da la casualidad que es lo que estoy leyendo actualmente. No puedo opinar sobre las dificultades de Tharl con “El reino de este mundo” (lectura que tengo pendiente) y de Poverello con los “Cuentos completos”, desconocidos para mí, sin embargo reitero mi elogio y recomendación para “El siglo de las luces”.

Sobre el placer de disfrutar de los cuentos, creo que la fórmula es sencilla: que estén bien escritos. Esta perogrullada que se aplica a cualquier texto, tiene una mayor dificultad que en la novela; pues para escribir un buen cuento o relato corto se necesita un trabajo más arduo y complejo, con mayor precisión, que pueda requerir un escrito más largo, donde las imperfecciones y los “baches” pasan más desapercibidos. Lo explicó mejor Faulkneriano en su reseña de “Cuentos completos” de Aldecoa.
Aunque su “teoría” de distanciamiento entre las lecturas de cuentos seguidos estoy de acuerdo a medias. Todo depende, al igual que las novelas, del estilo y el tema que trata el autor, algo parecido a lo que he explicado al principio comparando la prosa de Carpentier y otra más sencilla. Poniendo otro ejemplo, y con diferentes valoraciones personales, yo he disfrutado como un enano “leyendo de un tirón” los cuentos de Aldecoa, Maupassant y Poe (temática de terror y suspense). Cosa que es imposible hacer, y aquí es donde coincido con su hipótesis, un tipo de relatos más complejos, como son los de Borges o Carver. Estas historias necesitan su pausa y meditación, pues tras su lectura y transcurriendo el tiempo, se van “rumiando” varias ideas y explicaciones sobre su significado.

Por cierto, secadala, me ha sorprendido (gratamente), después de tus continuas “maldiciones” a este género, que hayas puntuado tan bien unos cuentos de Clarín. ¿Quién sabe? Poco a poco…

Un saludo para todos.

@sedacala hace 11 años

Pues mira FAUSTO, la cuestión es que los tengo en casa y puedo leerlos tranquilamente sin tener que recurrir a la biblioteca. Me refiero a ¡ADIOS, CORDERA! Y OTROS RELATOS. Y así, poco a poco he leído unos cuantos, no todos, experimentando como casi siempre esas dificultades que me produce la lectura corta. Pero, dicho esto, también debo decir que como lector no soy de piedra y aprecio los buenos relatos, tanto sea por el estilo con que están escritos como por la construcción de la historia. Y los de Clarín, me parecieron muy buenos y además en ambos aspectos. Lo único que pasa es que no me divierto leyéndolos, me duele su lectura se podría decir, por que sólo aprecio su categoría en el colofón del cuento, cuando ya estoy liquidando su última página. A partir de ahí, me parecen excelentes, bien construidos, bien contados, tiernos, con un amplio bagaje de sentimientos y de conocimiento de lo que es la vida; pero son elogios que sólo los puedo aplicar en tiempo pretérito. En tiempo presente, mientras los leo sufro; debe ser la razón por la que no los terminé todos, aunque me atreviera a puntuarlos en SdL con una buena nota.

@Tharl hace 11 años

Me alegra llegar de vacaciones y ver que mi reseña a dado lugar a discusión tan interesante :)
Un saludo a todos