¡OH, NASTENKA! por salakov

Portada de NOCHES BLANCAS. EL PEQUEÑO HÉROE. UN EPISODIO VERGONZOSO
El autor de esta reseña ha idicado que contiene spoiler, mostrar contenido.

¡Oh, Nastenka! ¡Espíritu cruel! ¿Por qué tuviste que existir? ¿Por qué tuviste que cruzarte en el camino de ese personaje sentimental y enamoradizo del Noches blancas? ¿No advertiste lo fácil que podía ser mellar ese corazón frágil e infantil? ¿Acaso no viste que todo en él era un continuo escrutar en pos de la persona amada?

«¿Qué impulso ha hecho brillar con tal fuego esos ojos tris­tes y pensativos?, ¿qué ha hecho volver la sangre a esas mejillas pálidas y sumidas?, ¿qué ha regado de pasión los rasgos de ese tierno rostro?, ¿de qué palpita ese pecho?, ¿qué ha traído de súbito vida, vigor y belleza al rostro de la pobre muchacha?, ¿qué la ha hecho ilu­minarse con tal sonrisa, animarse con esa risa cegadora y chispeante?»

No, no lo viste. Ah, Nastenka. Qué fácil fue para ti perderte entre las brumas de la noche petersburguesa, apoyada en la barandilla de aquel muelle, solitaria y misteriosa. Con qué desenvoltura innata llamaste la atención sobre tu presencia, con un sollozo aislado mil veces más atronador que una tormenta…

«De pronto me quedé clavado en el sitio. Creí haber oído un sollozo ahogado. Sí, no me había equi­vocado, porque momentos después oí otros sollozos. ¡Dios mío! Se me encogió el corazón.»

Y claro. Acaecido el encuentro, creado el relato. Íntegro, de principio a fin. Imposible para el personaje sustraerse a tu belleza. A él, cuya timidez le ahogaba, que en sus sueños componía novelas enteras, debió de parecerle el cielo hablar contigo. El culmen del soñador romántico. La arcadia.

«De veras que no sé qué decir. Temo que… Hoy, sabe usted, me he sentido feliz. He estado andando y cantando. Salí a las afueras. Nunca hasta ahora he tenido momentos tan felices.»

Y así, Nastenka, durante tres noches hiciste feliz a un hombre. Bien lo sabes. Tres noches cada una de ellas una postal inmóvil, cerrada y perfecta. Tres noches blancas como copos de nieve, en sus horas el humanismo existencialista dostoievskiano llevado hasta el paroxismo, en sus párrafos habitando los personajes más bondadosos —con permiso de Aliosha Karamazov—, las frases más memorables:

«¿Por qué no nos tratamos unos a otros como hermanos? ¿Por qué hasta el hombre más bueno disimula y calla en presencia de otro? ¿Por qué no decir sin rodeos lo que tiene uno en el corazón, inmediatamente, cuando sabe uno que su palabra no se la llevará el viento? ¿Por qué parecer más adusto de lo que uno es en realidad? Es como si cada cual temiera violentar los propios sentimientos si los expresa libremente.»

Y así hasta la cuarta noche, Nastenka. No revelaré aquí lo que pasó en la cuarta noche, la más oscura de las noches blancas, pero me consta que tú sí recuerdas ese final, que no consigues olvidar cuántas lágrimas se derramaron esa cuarta noche —y aún se derraman—, ni cuántos miles de páginas han emborronado desde entonces ríos incontenibles sobre el papel. Pero no te guardamos rencor, Nastenka. Ni el protagonista, ni ningún otro lector.

«¡Que brille tu cielo, que sea clara y serena tu sonrisa, que Dios te bendiga por el minuto de bienaventuranza y fe­licidad que diste a otro corazón solitario y agradecido! ¡Dios mío! ¡Sólo un momento de bienaventuranza! Pero, ¿acaso eso es poco para toda una vida humana?»

Respóndenos solo a esto: ¿Acaso es poco, Nastenka?

¿Acaso lo fue…?

Escrita hace 12 años · 4 puntos con 5 votos · @salakov le ha puesto un 9 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 12 años

... todo el mundo olvida, seducido por las noches blancas, "Un episodio vergonzoso", quizá porque muestra a un Dostoievski distinto, lleno de humor y mala bilis, bien distinto del atormentado paisaje de sus novelas mayores. La irrupción de Pralinski en la boda de su subordinado es uno de los episodios más feroces de la literatura rusa del siglo XIX. Hablando de las relaciones entre clases, de la hipocresía a dos bandas, de la radical incomodidad de los privilegiados en presencia de los humildes, la novela corta adquiere hoy una impensada actualidad. No todo va a ser Nastenka.

@salakov hace 12 años

Pero es que caer seducido por las "Noches Blancas" es inevitable, dado su poder de seducción...
Por cierto, ¿alguno vio la película "Two lovers" de James Gray? Es la adaptación —libre, es cierto— más reciente que recuerdo y psé, no me acabó de molar: ni Joaquín Phoenix me convenció como ser atormentado ni Gwyneth Paltrow dibujó una Nastenka especialmente memorable, no sé. Dostoievski merecía más.

@Faulkneriano hace 12 años

No creo que Two lovers sea una versión, ni siquiera libre, de Noches blancas. La película me despertó mucho interés: me gusta James Gray, aunque nunca termine de hacer una película redonda; y el reparto estaba muy bien. Disiento: Phoenix es un actor excelente, como demuestra cada vez que se cuela en una buena (o mala) película.

Luego, claro está, queda Visconti. Que opine Nastenka, por lo que le toca...

@salakov hace 12 años

Yo también me quedo con Visconti y con Marcelo Mastroiani, ¡de lejos!
Pero no comparto tu pasión por Joaquin Phoenix... ni que "Two lovers" no esté basada en esta obra de Dostoievski. El guión mira a la novela sin ninguna duda.

@Poverello hace 12 años

Hola a ambos dos... Pues reconociendo el maravilloso e inigualable estilo de Visconti y la notabilísima ·versión" de 'Ncohes Blancas' me jorobó bastante y tal vez por eso la entrecomillo. Por la propia visión del género humano que rebosa en todas su obras, al maestro italiano le da por cambiar frontalmente las estructuras mentales de ambos personajes, para que ni él caiga tan bien ni ella tan... mal. En el filme de Visconti se pierde la magia en parte platónica del amante que acompaña con discreción y sin apenas esperar nada hasta que cree poder esperarlo. Para mí la versión más fiel (no la más redonda, que creo que es la de Visconti) y hermosa (en el sentido más literal de la palabra) es la de Bresson: 'Cuatro noches de un soñador'. Mu' rara, pero es que es Bresson. No me dio coraje al terminar, pues todo es como es, sin más.

Y Two Lovers considero que está por encima de la media de este tipo de historias (tampoco la veo como versión) y también que Phoenix parece Midas, sacando pan de las piedras. Pica y pica...