LOS MILAGROS DE RAY BRADBURY por nikkus2008

Portada de MUCHO DESPUÉS DE MEDIANOCHE
El autor de esta reseña ha idicado que contiene spoiler, mostrar contenido.

No descubro nada al afirmar que Bradbury es uno de los más grandes escritores, no ya del género de ciencia ficción, sino de todo el vasto espectro literario que un escritor pueda ser capaz, y niego que incurra, al realizar esta afirmación, en un capricho o en una estólida hipérbole. Abarca con un estilo particularísimo, la poesía, la ciencia ficción, la fantasía, el terror, el drama, el humor, etc.
"Mucho después de medianoche" es una más que digna y aceptable porción de genio del norteamericano, en cuyos relatos, descuella por su notable aptitud poética y destaca el sentimiento de nostalgia tan característico en él. Intentaré un breve resumen de los veintidós cuentos que conforman el libro para brindar una ligera idea del argumento (que no siempre en Bradbury es lo más destacado, precisamente; y allí reside su mérito, además):
"La botella azul" es un bellísimo relato ambientado en el planeta Marte; en ese Marte tan vasto, polvoriento, reseco y muerto de otros cuentos, donde el viento, el silencio, el vacío interior, la soledad, tanto física como espiritual de los personajes, son tan importantes dentro del marco de la historia como la historia en sí.
Un hombre, llamado Beck, recorre el orbe en el decurso de diez años, estimulado por una leyenda milenaria, en busca de una botella azul. Dicha botella, fue soplada por los marcianos en un delicioso vidrio de color azul, "azul como el de una bahía oceánica al mediodía, azul como una estrella en la palma de la mano". Si bien se ignora el motivo preciso por el cuál la botella azul sea tan buscada (ya que se desconoce por completo su contenido) por las derruidas ciudades, por los campos yertos, por las montañas de fina arena azul, a Beck no le importa en verdad el secreto agazapado en ella, sino más bien el incentivo que confiere su búsqueda. Bradbury utiliza una botella, un planeta deshabitado, un par de personajes de carácter opuesto, la sutil arena azul, como una excusa para recrear una parábola ya conocida. Y ésta es la de los sueños, los deseos, la fe, la esperanza, que bulle en los seres humanos, que late, que palpita quedamente o con fervor, en nuestro interior.
En otro escritor, esto sería una pueril y manida lección de "autoayuda"; en él, es una exquisita historia, que por simple, no deja de ser encantadora.
"Una primavera intemporal" trata sobre el dolor del crecimiento mental y físico y la pérdida de la inocencia, de la niñez; de la facilidad con que somos felices en nuestra infancia. Pero dicha transición tendrá su recompensa, aunque inesperada para el protagonista.
"El loro que conoció a Papá" es un homenaje a Hemingway. Se me hizo un poco pesado este relato, pero no está mal. Imaginen un loro, un loro extraordinario, que contenga en su memoria la última e inédita obra de Hemingway.
"El hombre ardiente" es un cuento de terror. Un niño y su tía van en coche hacia un lago, un día de calor agobiante, por una polvorienta carretera. Un hombre, al costado de la ruta, les pide que le lleven. al rato comienza una serie de extravagantes profecías, y les habla del mal, del mal que puede ser engendrado un día como ese. Lo expulsan del vehículo al creerlo un demente y siguen su camino hacia el lago refrescante. A la vuelta, por la noche, un niño delicado y vestido todo de blanco (ese color horroroso, como lo supieron Poe, Melville, Saramago) está junto al camino. Lo recogen. Tal vez el hombre no estaba delirando...
En "Un pedazo de madera", Bradbury vuelve al tema de la utopía del armisticio, mediante una ingeniosa fantasía y con un marcado escepticismo.
"El Mesías" es otro relato destacado. También transcurre en Marte, y nos habla de los deseos humanos más intensos. Un marciano, servirá de medio para la realización ILUSORIA pero de potente efecto emotivo y espiritual de una fantasía tan esperada por todos los creyentes. Muy bonito cuento.
"G.B.S.: modelo V" es otro homenaje a un grande. George Bernard Shaw. Ese genial disparador de ironías lacerantes y ofensivas, muchas veces. Shaw, aquel hombre que fue socialista utópico, pacifista, vegetariano y un fervoroso (por fortuna) defensor de los animales; aunque es cierto que estas adjetivaciones resulten un miserable compendio de su grandeza total y verdadera. A él esta dedicado este relato. Un hombre, en una nave espacial destinada a una misión determinada, rodeado del frío espacio infinito, en las infinitas horas que lo separan de su objetivo, pasa las horas conversando con un robot sosías de Shaw, dotado de su misma inteligencia y capacidad de conversación, mientras sus compañeros se divierten con mujeres robots y lo hostigan permanentemente por su (para ellos) insólita elección. El final es espléndido.
"El crimen totalmente perfecto" nos cuenta la historia de un hombre resentido y dolido por un episodio o varios episodios del pasado. Un hombre que despierta en medio de la noche y trama un crimen, cuya causa tiene origen retroactivo. El final de este cuento, me aflojó los "grifos lagrimales", y dejé nomás que salgan algunas tímidas gotitas.
"Castigo sin crimen" es un efectivo cuento de ciencia ficción, que mezcla las pasiones humanas, violentas y terribles, con los asombrosos logros científicos del futuro. El final es desesperante (algo de machismo creo que hubo de mi parte, para sentir esa impotencia).
"Pasando el domingo de alguna manera", es un relato algo flojo, aunque tiene el "charme" de la prosa de Bradbury.
"Bebida total: contra la locura de las multitudes" es una locura genial. Noches tremendas de calor espeso, agobiante; la gente que sale a la calle en busca del frescor de las aguas del mar. Un anuncio misterioso. Una bruja. Una proposición increíble a cambio de beneficios más increíbles aun. Una joyita, deliciosamente escrita, repleta de metáforas perfumadas y sabrosas. Excelente y divertidísimo.
"Intervalo a la luz del sol" es un desasosegante relato no indicado para quienes piensen en el concubinato. Buen planteamiento acerca de algunas enfermizas relaciones de pareja.
En "Historia de amor" sospecho un episodio autobiográfico de Bradbury. Es este un cuentito lleno de inocente belleza. Es la historia de un cándido amor entre una maestra de 24 años y un alumno de 14. Hoy la llamarían pederasta. Bradbury, algo más flexible, y posiblemente más ingenuo también, cree en la posibilidad de ese tipo de amor.
"El deseo" es un relato especial. Quiero destacar la dedicatoria de otro de sus libros. Hago referencia a "Remedio para melancólicos", donde dice así: "A mi padre, cuyo amor, muy tarde en la vida, sorprendió a su hijo". Bien, este es un relato muy triste, o más bien, muy emotivo. En Nochebuena, un hombre que mira la nieve caer blandamente por la ventana, pide un deseo: que su padre viva una hora, para poder verlo nuevamente. Y el deseo se le cumple. Y se dicen lo que debieron decirse en vida; y es para llorar, y llorar y llorar de emoción. Tengo a mi papá vivo, y aunque enfermo y en vías de recuperación, este relato me resultó especial por el momento en que lo leí. A los que tenemos a nuestros padres y madres con nosotros: aprovechémoslos todo lo que podamos, exprimamos los momentos, y sobre todo, tengamos paciencia con ellos (lo dice alguien que la pierde fácilmente).
"Para siempre y la tierra": Hace algún tiempo, pensé que si pudiera viajar en el tiempo le pediría a Théophile Gautier una novela sobre Semíramis, otra sobre Cleopatra (más extensa que "Una noche de Cleopatra"), otra ambientada en China; pensé en salvar a Lennon y a Hendrix, y a Mercury; pensé en Rogarle a Arlt que escribiese cinco, diez, veinte novelas más (si se pudiera evitar la muerte claro está), pensé en Howard y su triste destino, etc. Bradbury lo pensó antes que yo, y escribió sobre esta fantasía con resultados satisfactorios.
"La mejor parte de la sabiduría" es un relato atípico en Bradbury, pero no atípico por su estilo, sino por su temática. Una cálida defensa y tolerancia al amor homosexual. Mucho antes que los progresistas del mundo validaran el casamiento entre personas del mismo sexo, Bradbury construyó este bonito cuento.
"Querido Adolf" es un piedrazo a la patética figura de Hitler. Tiene cierta fuerza y está bien narrado, pero no me pareció excelente. Más bien pasable y curioso por los inusuales insultos empleados en él. Lo cierto es que deja bien sentado su postura.
"Los milagros de Jamie" me resulto odioso en su momento. Fue el primer cuento que leí, hace dos años, de este libro, y no volvía a tocarlo hasta hace unos días atrás, donde comprendí que un libro no determina el destino de nadie. Cuando leí este cuento a mi madre le habían salido mal unos estudios médicos. Y el argumento de este cuento, va por ese lado. Las esperanzas y fantasías de un niño que cree poder cambiar el destino y mejorar la salud de su mamá con unas ingenuas "pruebas" que se imponía a sí mismo. Me devastó.
"El juego de octubre" es otro de terror, algo bobo; macabro, eso sí. Lo salva la prosa amable del escritor.
"El pan de centeno" es una vuelta al pasado. Una revalidación del pasado. Habla sobre la amistad, el paso del tiempo, la separación inexorable entre amigos y el cambio que suscitan los años. Pura melancolía, con un final con cierto humor irónico.
"Mucho después de medianoche" se destaca por su ambientación. Niebla espesa en una noche cerrada, un mar rugiente, un promontorio, un cadáver, una soga colgando de un árbol junto al precipicio y tres camilleros con distintas sensibilidades, producto de los años de experiencia en el servicio. Sólo la ambientación y no mucho más.
"Una tableta de chocolate" es simpático aunque nada aporta a la copiosa producción del viejo y querido Ray.
Espero que toda esta cháchara les haya servido de orientación.
Y si alguien llegó hasta aquí, mis sinceras felicitaciones; yo de ninguna manera lo hubiera logrado.

Escrita hace 12 años · 4.3 puntos con 3 votos · @nikkus2008 le ha puesto un 8 ·

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