VENUS Y TANNHAÜSER POR A. BEARDSLEY por nikkus2008

Portada de BAJO EL MONTE

Aubrey Beardsley fue pintor, ilustrador (de su propia obra así también como del trabajo de Oscar Wilde "Salomé") y ocasionalmente escritor dentro de la corriente denominada "Decadentista". Así como en la transición del Romanticismo al Parnasianismo quedaron vestigios del primero en algún caso, entre el Parnasianismo y el Decadentismo, también existen paralelismos y ciertas diferencias. Si bien la exaltación de la belleza, la voluptuosidad y la excesiva obsesión por la prosa refinada y el gusto por la pureza de la estética son características que podrían compartir ambas corrientes, en el caso de los decadentistas, existe cierto toque "diabólico", un desprecio y una burla manifiesta contra la pacatería y los tabúes sexuales y las normas y buenas conductas de la sociedad francesa de la época. Podemos ver en la obra de Verlaine (casi todos sus poemas), de Rimbaud (todos sus poemas, especialmente esa obra hermética, difícil, extraordinaria, que es "Una temporada en el infierno", aunque en sus "Iluminaciones" también se advierte lo "maldito" de su estilo), de Mallarmé, de Villiers De L'Isle-Adam (especialmente notable en éste último en sus admirables "Cuentos crueles"), y hasta en el mismo Baudelaire, quién es considerado un iniciador del Decadentismo, y quién resulta el más claro ejemplo (más aun que Verlaine o Rimbaud, más simbolistas y hasta surrealistas por momentos, que decadentistas) de esta corriente. El erotismo es parte elemental del estilo (una diferencia con el Parnasianismo), y junto a una retórica acabada, exquisita, perfumada y exótica, Aubrey Beardsley ha conseguido en estas escasas páginas una muy interesante obra, cabal prototipo del estilo.
Trata esta singular obra, de los amores del joven Tannhäuser y la voluptuosa Venus, en su residencia, en el Monte de Venus. El extremo cuidado y las descripciones desaforadas de las orgías, los generosos y excéntricos banquetes en la terraza del palacio, el maravilloso jardín, las luces de las cientos de bujías apostadas en las mesas, los vestidos, los aromas, hacen un cuadro enloquecedor y encantador a un tiempo.
Así llega Tannhäuser al Monte de Venus:

"Era la hora de las bujías, cuando la tierra fatigada se arrebuja en su manto de sombras y neblinas, cuando vibra en el bosque encantado el paso tenue de las hadas, las leves voces, cuando el aire se puebla de influjos delicados y hasta los galanes sueñan un instante ante el espejo del tocador."

"El lugar donde se encontraba estaba cargado de perfumes y tremolaba adormiladamente con extrañas flores que rezumaban aromas. Tenebrosas e innombrales malezas que no se encontraban ni en Mentzelius. Enormes polillas aladas, tan exubernates que hacían pensar en banquetes de tapices y de paños reales, dormían en los pilares que flanqueaban la entrada..."

Me encantaría transcribir más, pero creo que esta es una leve muestra de su prosa, y espero de una idea, aunque sea vaga, de la obra única que podrían descubrir.

Escrita hace 12 años · 4.3 puntos con 4 votos · @nikkus2008 le ha puesto un 8 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 12 años

Pues no sabía yo que Beardsley escribía. Como su prosa sea tan buena como sus dibujos... No quiero ni imaginar la que puede haber montado con ese episodio del Tanhauser. Por cierto, nikkus, si quieres ambientarte (y no tienes mucho que hacer, pongamos, en algo más de tres horas) procura pillar en dvd la versión que hizo Daniel Baremboin en 2003 de la ópera de Wagner, con una arrebatadora Waltrude Meier. Cosa fina

@_567_ hace 12 años

Sus ilustraciones para la "Salomé" de Wilde son alucinantes, pura decadencia transgresora!!!
Investigando un poco sobre este "Under the hill", yo tampoco tenía ni idea de su faceta de escritor, veo que es un relato inacabado, ¿es cierto?, ¿un final abrupto o alguna referencia en la contraportada?
Ahora hago la mejora añadiendo el título original, lo que no consigo encontrar es el año de publicación...

@nikkus2008 hace 12 años

Hola amigos, la verdad es que no es muy conocido este libro, eso es cierto. Fue uno de los primeros que leí en mi vida y fue por la recomendación de una compañera de trabajo. Con ella hablábamos de Goethe, de Baudelaire, de Tzara y de Beardsley. Tenía muchos libros de arte, y unos cuatro mil cds de jazz de todas las épocas. Aprendí mucho con ella.
Muchas gracias "Faulk" por tu recomendación. Soy un completo ignorante de la ópera y siempre me viene bien una recomendación, y más si es de un amigo con quién comparto y coincido bastante en literatura (claro que no leí ¡¡¡2389 libros!!!, eso es una animalada tremenda; genial Faulk).
Y muchas gracias Krust por la mejora. Estaba seguro de haber puesto el título original, pero bue...
Después me fijo lo del final, puede ser...