¡AVENTURAS, BATALLAS Y HEAVY METAL! por nikkus2008

Portada de CONAN EL CIMMERIO
El autor de esta reseña ha idicado que contiene spoiler, mostrar contenido.

Leyendo a Robert E.Howard siempre tengo la sensación, sana y admirable, de escuchar el estampido de las batallas, el clamor febril y enloquecido de los guerreros, el crujir de los huesos, el choque de los aceros, centelleantes bajo los rayos dorados de soles remotos (siempre me ha parecido que en épocas pasadas, hace miles de años, el sol no podía brillar de la misma manera que lo hace hoy; siempre se me antojó imaginar los cielos cubiertos de nubes amarillentas o rojizas, de un tono violento y primigenio, y el sol de antaño, brillando de un modo más atroz, más salvaje que hoy; y los bosques y campos y valles y selvas casi siempre cubiertos de una bruma plateada y terrible) o reflejando el rojo sangre del poniente. Todas estas imágenes caóticas creadas por Howard, se llevarían de maravilla con un "Hail and Kill", o con un "Valhalla" de Manowar, por ejemplo. Y mientras leo a Kull, o a Conan, o a Bran Mak Morn y especialmente a Turlogh Dubh O'Brien, y pongo a Manowar, o a Rhapsody, siento latir mis sienes e hincharse los músculos como los personajes fieros, valientes y geniales de Howard.
Es irónico que Howard haya creado de su mente estos héroes valientes, feroces, intrépidos y brutales, quiénes no sentían temor físico alguno, y para quiénes la muerte era casi una buena noticia, y que se haya quitado la vida, tan tempranamente, por el fallecimiento de su madre; acción que lamento, pero que comprendo por la profundidad y devoción de su amor por su madre. Si observamos en los relatos de la "memoria racial", personajes como James Allison, quién es un hombre tullido, frustrado, melancólico y quién está enfermo y débil, recuerda en sus vidas pasadas, haber sido un guerrero fornido, sano, y ávido de pelea y sangre, y quién no se lamenta, salvo alguna ocasión y no al estilo moderno, de la muerte de nadie.
Volviendo a este tomo de Conan (o empezando mejor dicho), tengo que decir que me ha gustado mucho, como siempre me gusta este escritor, y que las aventuras por tierra y mar, los demonios antiguos, los dioses malvados, los hechiceros, los paisajes exóticos, mujeres voluptuosas y batallas están presentes en todos sus relatos. En cuanto a la calidad del contenido, debo decir que es bastante pareja.
"El fénix en la espada", primer relato de la antología, es una variante de "Con esta hacha gobierno" perteneciente al cilco del gran "Rey Kull". Abundan en este relato, las conspiraciones políticas, las traiciones, las peleas, y el honor, como en todo buen cuento épico.
"La hija del gigante helado", segundo relato del tomo, y segundo relato escrito por Howard sobre Conan (el libro contiene los relatos tal y como fueron publicados, en orden cronológico de escritura y no del personaje, como en otras colecciones). Este cuento, es un desaforado caos de colores, y nos presenta a un Conan bien primitivo y animal; empieza con el final de una batalla, en la nieve, bajo la luz carmesí (color preferido de Howard) del crepúsculo y el campo blanco sembrado de cadáveres. Debilitado por las heridas de la batalla, Conan ve, casi en agonía, a una bellísima mujer, rubia y de una blancura cegadora, y como envuelta en cierto halo misterioso. Demás está decir que Conan es un poco como nosotros cuando vemos una bella mujer, por ejemplo al subir a un tren o a un colectivo; ya nada más importa, y también nos comportamos como bárbaros dementes, asi que no culpemos a un guerrero moribundo, quién se olvidó de sus heridas mortales para perseguir a la provocadora y misteriosa mujer, a lo largo del campo nevado y bajo las rutilantes y extrañas luces que explotaban en el cielo; pero la mujer, joven y esplendorosa, no será la niña inocente y sensual que Conan cree...
"El dios del cuenco", es un entretenido relato dentro de un museo de extrañas reliquias, antiguedades maravillosas, donde Conan, haciendo de ladrón, intentará robar un gran Cuenco tallado con ominosas inscripciones; pero el cuenco contiene un mal terrible al que sólo Conan puede enfrentar.
En "La Torre del Elefante", Conan, hace de ladrón una vez más. Intentará robar la joya más valiosa y buscada por todos los ladrones y bandidos de Zamora. Este relato es excelente, por el ritmo, siempre ágil y la imaginación fértil del escritor. El interior del palacio, es increíblemente deslumbrante y luego de sortear todo tipo de peligros, Conan muestra en este caso, que tiene algo de corazón al encontrarse a un extraño ser allí dentro...ya verán por que.
"La ciudadela escarlata", "La reina de la Costa Negra" y "El coloso negro", son mucho más violentos y repletos de batallas, siempre con el toque fantástico y los tópicos habituales del texano. Además, estos relatos, son más cuidados y elaborados. Y Conan va adquiriendo más juicio (un poco, no mucho) y piensa un poco más antes de actuar. Cierta madurez en el personaje se va advirtiendo, si bien escasa, respecto a los primeros relatos, en donde se muestra a Conan como un bárbaro, ladrón y decidido a la hora de partir cráneos y derramar sangre. En el último de los relatos, me refiero a "El coloso negro" la batalla final es brillantemente narrada por Howard, demostrando que era muy capaz y conocedor de las táticas de guerra; como una crítica negativa, su descenlace es tal vez algo abrupto. En "La reina de la Costa Negra" las aventuras marinas se unen a la pasión por una hermosa mujer pirata, temida por todos, y a la presencia de unos seres demoníacos que siembran la muerte en un lugar aparentemente abandonado, donde las ruinas de un antiguo imperio emergen en la selva temible, y donde la ambición de Conan y Belit, la reina, llevaron a saquear y destruir. El final de este relato es muy melancólico y poético.
Lo dicho, ¡aventuras, batallas y mucho metal!

Escrita hace 12 años · 4 puntos con 2 votos · @nikkus2008 le ha puesto un 9 ·

Comentarios

@FAUSTO hace 12 años

Buena reseña, y excelente y sugestiva tu combinación con la música de Manowar.
Es una lástima que no tenga tu entusiasmo por las aventuras escritas. Me encanta el cómic, y las películas con este personaje no están mal, pero con los relatos sufrí una verdadera desilusión. No conseguían transmitirme la pasión y el vitalismo de los dibujos de las historietas. Las batallas, los ambientes, los paisajes y las mujeres no eran como las de las viñetas.
En fin, que tengo en mi biblioteca 3 volúmenes más de Robert E. Howard casi olvidados. Por lo menos tu comentario me ha animado a seguir leyendo estas aventuras, a ver si a la segunda es la vencida.

@nikkus2008 hace 12 años

Hola Fausto, yo creo que deberías darle un segunda oportunidad a Howard. Reconozco que Conan me ha gustado mucho, pero menos que las historias de Turlogh Dubh O'Brien, especialmente en los relatos "El Dios gris pasa" (extraordinario y genial en cuánto a la descripción de las batallas) y "Los Dioses de Bal-Sagoth", y las del ciclo de memoria racial de James Allison, como "Los caminantes del Valhalla" (hermoso título), "La torre del tiempo", "El jardín del miedo" y "El valle del gusano", estos tres últimos más fantasiosos que épicos. Pero, tal vez por ser el primero, los relatos del "Rey Kull", especialmente "Los espejos de Tuzun Thune", "El espectro del silencio", "El sonido del gong" (estos tres son maravillosos, y los incluiría en cualquier compilado de fantasía heroica, aunque tienen, los tres relatos, un fondo poético y filosófico, aunque no profundísimo, notable), y por supuesto el gran relato "El reino de las sombras". A Conan lo acabo de conocer, y si bien me ha gustado mucho, creo que le falta algo de esa substancia tan especial que tenían los de Kull o "El Dios gris pasa", por ejemplo.
Intentá con estos antes, y de no tenerlos, leelos por internet; primero hay que hacerse del paladar, conocer y disfrutar de COMO escribe Howard, y después verás como todos los personajes son similares.
Un abrazo y ¡aguante el metal!

@nikkus2008 hace 12 años

Ah, otra cosa, las mujeres, los paisajes, los colores, los músculos, las batallas, las espadas destrozando cráneos, hendiendo pechos, rompiendo huesos, los charcos de sangre y de más cosas tan bonitas, TE LAS TENES QUE IMAGINAR VOS, con todo el poder de tu mente y la capacidad de tu imaginación; es por eso que siempre defrudan las películas, ya que nuestra imaginación, caprichosa a veces, se empeña en no aceptar otras "imágenes" que las creadas por nuestra cabeza.

@FAUSTO hace 12 años

Gracias por las recomendaciones y consejos. Aunque por ahora seguiré, y cuando me decida, con el 2º volumen de la colección de Conan. Con el género fantástico me cuesta mucho iniciar y continuar la lectura.
Saludos.