EL VUDÚ, LEJOS DE HOLLYWOOD Y OBSERVADO POR UN TESTIGO FIABLE E IMPARCIAL por EKELEDUDU

Portada de LA SERPIENTE Y EL ARCO IRIS

Una gran mayoría de las personas asociará LA SERPIENTE Y EL ARCO IRIS con una película de terror, supuestamente basada en hechos reales, que filmó Wes Craven más de dos décadas atrás. Los hechos reales serían los descriptos en este libro, pero están tan distorsionados en su paso al celuloide que es mejor disociar libro y película y juzgar a cada uno por separado.

Para quienes no tengan ni siquiera la referencia fílmica, digamos que Wade Davis es un prestigioso etnobotánico que incluso fue corresponsal de National Geographic y a quien se puede considerar un discípulo de Richard Evans Schultes, famoso y excéntrico botánico y explorador que -el propio Davis nos cuenta la anécdota- alguna vez pidió seis meses de licencia para cierta investigación en el Amazonas, de donde no volvió a aparecer sino ocho años más tarde.

Davis fue enviado profesionalmente a Haití con un propósito específico, el de hallar una hipotética droga que sería la responsable teórica del mito del zombie, ese muerto vivo tan grato a Hollywood. Es muy interesante, por cierto, la entrevista que Davis tuvo con quienes patrocinarían el viaje, reproducida casi al comienzo del libro, y en la que se discute cuán difícil de determinar puede ser en algunas ocasiones precisar si alguien está vivo o no lo está. Estos patrocinadores no creían, por supuesto, que un zombie fuera de verdad un muerto resucitado. Creían, más bien, que la droga en cuestión debía reducir las funciones vitales hasta un estado cataléptico, y especulaban con la posibilidad de usarla como anestésico.

Tenía lugar esto en 1982, año en que en Haití todavía se hallaba Baby Doc Duvalier encaramado en el gobierno. Davis hizo una exhaustiva investigación y cumplió con la tarea encomendada, pero fue mucho más allá de lo exigido; incluso, terminada su labor, retornó a Haití por su cuenta, sólo para terminar de empaparse en la cultura haitiana.

Así es como mezclado con el anecdotario de viaje tenemos múltiples y muy interesantes referencias a la Historia, la religión y la vida cotidiana de aquel país caribeño. Nos enteraremos, entre otras cosas, de hasta qué punto el vudú influyó en la Historia de Haití ya desde su misma independencia, de que no se trata de la brujería diabólica que se observa en la frondosa filmografía norteamericana, de que ni siquiera existen los muñecos vudú; nos informaremos de detalles vergonzosos de la ocupación del país por parte de las tropas de E:E:U:U., y de cómo la mayor parte de la mala prensa contra el vudú se remonta a aquella etapa; veremos, a través de los relatos de Davis, cómo algunos haitianos poseídos por los loa o espíritus del vudú son capaces de caminar sobre brasas o sostenerlas en sus manos, o de masticar vidrio sin hacerse daños aparentes. El autor da una opinión imparcial sobre la dictadura de ambos Duvalier y filosofa acerca de las diferencias, con sus pros y sus contras, entre el punto de vista científico y el punto de vista mágico. Todo esto, y mucho más, encontraremos a lo largo de esta obra fascinante.

Considero fundamental recalcar que en ningún momento el estilo roza el sensacionalismo. Ante ciertos particulares, Davis ensaya explicaciones que ni a él mismo le parecen convincentes y concluye que, por el momento, él carece de respuesta para ellos. Por otra parte, el mismo título original del libro (que tuvo al menos una reedición bajo otro nombre con más "gancho", EL SECRETO DE LOS ZOMBIES o algo por el estilo), el cual remite a Damballah Wedo y Ayida Wedo, dos "loa", no es particularmente atractivo para los devotos del amarillismo y demuestra que el autor de ningún modo pretende lograr un best-seller merced a un público ávido de hechos paranormales. Sin contar que el tratamiento que se da a los hechos más increíbles es limitado y mezclado, como ya se ha visto, con muchos otros apuntes de interés.

Escrita hace 12 años · 0 votos · @EKELEDUDU le ha puesto un 10 ·

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