LA NEGACIÖN DE UNA RESEÑA por sedacala

Portada de LA INVENCIÓN DE MOREL

Después de meditarlo unos días, y siguiendo así mi norma preestablecida, por fin me he decidido a escribir una reseña de este libro, igual que hago con todos los libros que termino. Había ya escrito un comentario en la reseña de GoodyAlien, expresando rápidamente mis sensaciones, pero creo, que merece la pena escribir algo con más calma.

Empecé el recorrido por el texto con cierta dificultad, como me pasa casi siempre, pero también con ciertas expectativas y así seguí, durante unas cuarenta páginas. Resulta, pensé yo, de un estilo un poco recargado, aunque cuadra con el origen porteño del autor. Pero, pasaban las hojas y dejando a un lado el estilo, no veía yo que la trama se desarrollase en ningún sentido.

Cuando empiezo un libro, los personajes, sus nombres, la vinculación entre ellos, el espacio físico, la evolución de los hechos, son elementos que al principio me cuesta situar; necesito un rodaje, que según van pasando las páginas, se va completando y allá por la sesenta o así, puedo decir que controlo ya todo y leo con mayor fluidez. Bueno, pues en la página sesenta de este libro, estaba ya bastante molesto, por que no se cumplía ese proceso habitual que acabo de describir, y cada vez entendía menos, por no decir que no entendía nada. Resumo aquí lo que capte de la historia: El protagonista se desenvuelve por su isla como cualquier otro robinsón buscando solución a sus problemas. Detecta la ubicación de un edificio o conjunto de edificios que a veces quedan arrasados por las mareas. También detecta otros habitantes en la isla, y prudentemente, se esconde de ellos hasta saber bien cual es su actitud. De su observación clandestina deduce que esas personas están manejando algún tipo de invento destinado a perpetuar en el tiempo los hechos que acaecen. A partir de aquí no continuo por dos razones: una, que no quiero desvelar nada; dos, que no podría hilvanar ninguna otra cosa coherente, por que ahí terminó prácticamente mi comprensión de esa narración. De este punto al final del libro, me pareció que esos elementos se embarullaban irremediablemente hasta convertirse en una situación sin sentido.

¿Lenguaje complicado y difícil, que exige mantener la mente despierta para no perderse nada? No lo se, seguramente, mi percepción poco imaginativa, tiene la culpa. Y de verdad que me gustaría que alguien me dijera, por que le gustó. No me refiero a aquello de ponderar el libro sin más, ya sé que a todos os ha gustado y que os parece muy bueno. En SdL habéis emitido seis votos, aparte del mío, comprendidos entre el 7 y el 10. Pues bien, me gustaría saber cuales son las claves de porqué gusta. Tampoco me satisface esa explicación tan manida de “para gustos los colores” no puedo admitir que sea una simple cuestión personal; lo que ha gustado mucho a 6 de 7 lectores, y nada a 1 de esos 7, no puede ser atribuido a un simple reparto de opciones estéticas.

Así que, le puse un 2 y por lo tanto mi reseña, más que una opinión crítica del libro, refleja mi sensación tras leerlo, que es algo así como la nada, la negación de una reseña, el cero absoluto, que es lo que quizá debí poner para ser consecuente con ese estado de frustración.

Reconozco que es difícil; no, es casi imposible establecer una razonada explicación a estas cosas, de manera que habría que considerar esta reseña, más que nada, como un simple desahogo.

Escrita hace 13 años · 4.3 puntos con 4 votos · @sedacala le ha puesto un 2 ·

Comentarios

@Poverello hace 11 años

Empiezo a comentar como tú, sedacala, después de meditarlo unos días he decidido escribir sobre 'La invención de Morel'. Una vez me gustan tus reseñas de libros que te resultaron odiosos aunque no sepas el por qué de ello. Yo creo que tampoco tengo mucha explicación del por qué le puse un 8 y me gustó tanto que me costaba parar de leer. Me viene a la mente una sola palabra, que creo que comprenderás sin duda: Borges. ¿Por qué Borges es tan amado y tan odiado? Pues lo mismo por lo que puede serlo Bioy Casares, amigos íntimos el uno del otro y que llegaron a escribir juntos bajo diferentes seudónimos. No obstante, considero que aunque la prosa de ambos es... espesa, por llamarlo de alguna manera, el argumento de Bioy es más seguible dentro de su dificultad (será porque Borges renuncia de entrada a veces al propio argumento), pero reconozco que en cadenciosas ocasiones tuve que retomar el hilo de algún capítulo porque me perdía sino ponía los cinco sentidos. Como sucede con Borges, aunque esta es la única obra que he leído del autor, parece tener una clara fijación por el tema de la muerte (más bien la inmortalidad) y la novela está repleta en este sentido de simbolismos que pueden agotar y despistar. Vamos, que entiendo tu 2 sin ningún esfuerzo, pero a mí me puede que algo esté tan bien escrito, con tanta belleza y tantos bocetos que desentrañar, aunque me quede con la mitad.

Me viene a la mente una peli de Resnais que vi ayer, la última: 'Malas hierbas'. Cuando la estaba viendo me venía a la mente plantarle un 6 y punto, cuando terminó vi claramente un 7 y se lo coloqué en Filmaffinity. Pues a las dos horas de terminarla cambié y le subí a un 8. No quiero seguir pensando que lo mismo la subo a 10. Lo digo porque es un filme extraño, cuasi incomprensible por momentos, especialmente su rebuscada frase final a la que aún le intento encontrar sentido completo, pero se te queda en la mente y Resnais es que es un goce para la vista y la mente. Evidentemente no te recomiendo la película, sedacala, que lo más probable es que me lances a los perros, a menos que sea para saber por qué entiendo y respeto profundamente tu 2.

Un abrazo. Se te echa de menos por aquí.

@lucero hace 11 años

Faltan las reseñas disruptivas de sedacala por aqui......
Bioy tiene pasajes sublimes, uno dice asombrado, saboreando la frase : NO PUEDE DECIRSE MEJOR. Son las palabras justas, la puntuación exacta, la emoción o el hecho acorde.

@Faulkneriano hace 11 años

Lo que me choca de esta novela, que me gusta mucho, es que es... ¡de 1940! La "invención de Morel" es un artefacto que por entonces estaba en mantillas (no digo cuál es porque alguno poco amante de las sorpresas se podría enfadar) y su inclusión en una obra de ficción por esas fechas sólo puede ser calificado como ciencia ficción. Pero no es el caso: como bien dices, Poverello, es una impecable reflexión sobre el ansia de inmortalidad. Y hablando de Resnais, raro es que no cites El año pasado en Marienbad: me consta que Resnais leyó muy atentamente la novela de Bioy, que no es como Borges (es original, con su propio estilo y sus propias obsesiones) pero tiene la mala fortuna de estar un peldaño por debajo del maestro.

@Faulkneriano hace 11 años

... Y yo también echo de menos a Sedacala. Uno de nuestros primeros rifirrafes privados tuvo por epicentro esta novela, ahora que lo pienso.

@Poverello hace 11 años

Pues vamos a darle cañita con cariño a sedacala, que lo echo de menos.

Para mí el libro de Bioy Casares es claramente de ciencia ficción y, sobre todo, una maravillosa y ambivalente historia de amor irreal y absurdo. No meto a colación 'El año pasado en Marienbad' porque aún no la vi (merezco latigazos, pero el tiempo es muy escaso). De Resnais sólo disfruté de la bella 'Hiroshima, mi amor' (insufrible para muuuchos) y el latigazo documental de 'Noche y niebla'.

@Faulkneriano hace 11 años

Pues cuando veas Marienbad la atmósfera general te resultará conocida. Aparte de eso es una película espléndida, eso sí, muy exigente con el espectador (claro eufemismo para decir que es más rara que un piojo verde: no creo que eso te arredre)

Y me resisto a considerar La invención... como ciencia ficción. Ya sé que lo es, pero mi diseño mental del género (que, por otra parte me gusta mucho) está un poco alejado de lo que cuenta Bioy. Es, como decimos aquí, un clásico de la literatura.

@lucero hace 11 años

Por Dios!!!! rifirrafes ?????¿¿¿¿¿¿ traducir

@lucero hace 11 años

Creo que el paso del tiempo sacó a La invención ...del género de ciencia ficción. Es cierto. Hace muchísimo que la leí. No sé como la encasillaría (si es eso posible) ahora.

@Poverello hace 11 años

Rifirrafe: digamos que... discusión acalorada, lucero, je je.

Marienbad la veré en breve... Fijo.

@Faulkneriano hace 11 años

Perdón, Lucero. Se me olvidan los amigos de más allá del charco.

Rifirrafe: "Contienda o bulla ligera y sin trascendencia". Justo lo que teníamos Sedacala y yo.

No es el tiempo el que saca a las obras de la ciencia ficción. El tiempo, en todo caso, las vuelve obsoletas. Todos hemos leído obras escritas en 1950 que se desarrollaban a comienzos del siglo XXI u otras que predecían internet o cosas ya conseguidas: no por eso dejan de ser de género. Es, en todo caso, la intención: y la intención de Bioy no es especular sobre el "invento" (lo tengo en la punta de la lengua, pero no lo digo) sino contar una bellísima historia de amor en la que el tiempo no tenga trascendencia. En fin, creo que me estoy liando. Me voy a comer.

@Faulkneriano hace 11 años

Nos hemos cruzado, poverello. Anda, vete a comer. Tú no lucero, que es muy temprano. Qué lio esto de los husos.

@Poverello hace 11 años

Ya comí, soy de los antiguos, que para las dos y media estoy ya listo.

Comparto lo de que en la novela de Bioy lo de menos es el invento que tenemos en la punta de la lengua, pero justo ahora estoy con algunos cuentos de Philip K. Dick y la intención de muchos de ellos es más sociológica y trasversal a la ciencia ficción y esta le sirve de excusa para plantear aspectos muuucho más serios. Y sí, la comparación es quizá casi demagógica por la propia estructura de la obra de Bioy, pero el invento en cuestión es muuuy importante dentro del contexto, sino ni existiría el argumento. Por algo se llama 'La invención de Morel', que al principio pensaba que era otra ida de olla del autor.

Saludines a los dos (y a sedacala si me lee).

@Tharl hace 4 años

Terminé LA INVENCIÓN DE MOREL el otro día y disfruto leyendo ahora las palabras, los pensamientos y las bromas, cortesías y afectos que dejasteis grabadas hace ─de creer a Sopa de libros─ “más de un año”, pero que se repiten a cada click.

A mí me gusta más la novela que a Sedacala, pero no comparto el entusiasmo del resto de vosotros. Es algo personal: me gustan las narraciones ─digamos: épicas, como las de Tolstoi─ que amplían la conciencia del lector, que le abren la mirada, que oxigenan la vida. LA INVENCIÓN DE MOREL pertenece a una tradición que hace todo lo contrario: encarcelan la conciencia del lector en la subjetividad de un personaje límite: habitualmente un paranóico, un celoso, un cabrón. Se podrá decir que Shakespeare y Dostoievski también hacían eso, pero ellos dramatizan esas conciencias, las ponen en conflicto y diálogo. Con libros pegajosos como LA INVENCIÓN DE MOREL yo no puedo respirar. Exagero: esto es así durante la primera mitad que es la que también irrita a Sedacala, después la novela cambia, se reorienta principalmente hacia el misterio del invento y se vuelve una agradable y convencional novela de ideas.

Intento mapear intuitivamente la tradición a que me refiero. Narraciones en primera persona, a medio camino entre la literatura fantástica y la novela psicológica. Narraciones alucinadas, subjetivas hasta la náusea, con una mezcla de narcisismo autosatisfecho y sadomasoquista, afectación y paranoia. Es algo que encuentro fácilmente en Argentina y en Francia: el EL TUNEL, de Sábato y en lo que menos me gusta de CORTAZAR; también entiendo por qué Piglia es de los pocos entre sus contemporáneos que no despreciaba ni a Sábato y ni a Casares. Lo encuentro en LA NAUSEA, de Sartre; en EL EXTRANJERO, de Camus (que me gusta; y quien llevó a Sábato a Europa). Y lo encuentro en lo que menos me gusta del cine de los 60 y 70: Alain Resnais, Josep Losey y el único Buñuel que no me termina de gustar, el de EL ÁNGEL EXTERMINADOR. Es una modernidad que me parece que envejeció mal, como Sartre. Y ese creo que es el marco de esta tradición, borracha de Dostoievski y Kafka pero distinta: la fascinación por las miradas delirantes y solipsistas en el boom del pensamiento existencialista francés, con tiente de psicoanálisis; y que creo que golpeó fuertemente en Argentina.

Me sorprendió mucho el breve prólogo de Borges, que trata de convertir la novela en punta de lanza contar la novela psicológica. Entiendo que ataca a la novela psicológica realista, la que disecciona desde fuera los procesos internos de los protagonistas (aquí la conciencia de la narración es mayor que la del personaje) pero no se me ocurre un tipo de novela más subjetiva, psicológica y sudorosa que LA INVENCIÓN DE MOREL. La objetividad ─y creo que aquí está una de las gracias de la novela─ con que el isleño disecciona sus estados internos en el diario lo hace todavía más sofocante. No conocemos lo que pasa en la isla tampoco las impresiones que le suceden (vs fluido de conciencia), sino los productos ya terminados de su conciencia, las cosas en tanto cómo le afectan. Ese delirio en la forma de lógica jesuítica y rigor científico, todo envuelto en tienieblas y fantasías, logra crear una combinación interesantísima de lo más psicológico con lo más objetivo.

Por cierto, ¿habéis leído EL CASTILLO DE LOS CÁRPATOS, de Julio Verne?