KULL, REY DE VALUSIA por nikkus2008

Portada de REY KULL
El autor de esta reseña ha idicado que contiene spoiler, mostrar contenido.

Los doce relatos y una poesía que componen este tomo de Robert Ervin Howard son una brillante muestra del talento narrativo de este escritor americano, de una capacidad notable para recrear la historia con toques de fantasía y que acentúan la absoluta personalidad de sus relatos.
Hay en estos cuentos, los cuáles son todos entretenidos e increíblemente efectivos, una fuerte presencia de cuestionamientos filosóficos y existenciales por parte de Kull, el cuál por su mente bárbara no llega a comprender del todo, aunque los intuye. Estas inquietudes se manifiestan principalmente en el relato "Los espejos de Tuzun Thune". En este cuento, el rey Kull, piensa si las imágenes de los espejos de Tuzun Thune no serán la pura y absoluta realidad, mientras que él mismo, de este lado del espejo, será un sueño, un reflejo de la otra realidad escondida detrás de los cristales. La forma de escribir de Howard es impresionante y apelaba a una poesía bellísima y muy colorida, de un gran poderío visual, pincelada de cierto spleen, y aunque esté contrarrestada por las duras y feroces batallas, es evidente el tono poético de muchos de sus cuentos.
El primer relato, "Exilio de Atlantis", trata sobre la huída de Kull de su tierra natal, por salvar a una muchacha de ser quemada en la hoguera por una infracción en las arcaicas costumbres del pueblo. Esta "traición" a su propia gente lo lleva a un exilio obligado. Este es el comienzo de la historia de Kull, ya que al renunciar a su pueblo, pasará por varias situaciones hasta apoderarse del trono de Valusia. Es importante destacar, que en este primer relato, Kull sueña una noche con el resonar de las trompetas y su coronación como rey de Valusia; sueño profético que se cumplirá finalmente al cabo de largos años.
El segundo relato, "El reino de las sombras" es una maravilla. Es de una extensión mucho mayor que el primero, y se desarrolla toda la acción que le falta a éste. Es un poderoso relato, muy inspirado, muy visual, y está repleto de sorpresas. En este cuento, Kull ya es rey de Valusia.
El tercer relato, "El altar y el escorpión", es un relato corto, con algo de acción, y una excelente dosis de fantasía. Trata sobre un aparente Dios olvidado, el dios escorpión.
El cuarto relato, "Abismo negro", es espléndido, y terrorífico. Trata sobre el rescate de Grogar, desaparecido en uno de los tantos pasadizos del palacio, por parte de Kull y Brule, en un abismo oscuro y terrible, donde una deidad con forma de gusano gigantesca devora a las víctimas en el altar.
El quinto relato, "La gata de Delcardes", es otro destacado relato de este libro. El viaje de Kull por el lago prohibido, las extrañas criaturas con las que debe luchar y el posterior viaje subacuático hacia el país encantado, donde moran unos seres sabios y antiguos, es realmente de lo mejor del libro. Y aparece por primera vez el extraordinario personaje Thulsa Doom, el terrible hechicero con cabeza de calavera y ojos llameantes.
El sexto relato, "El espectro del silencio", es para mi uno de los mejores. Tremenda forma de escribir la de Howard; te hace vibrar, sentir el malestar en tu propia carne, ver, palpar las ondas invisibles del espectro del silencio. ¿Qué pasaría si el más mínimo sonido existente cesara por completo, si solo el silencio ocupara, omnipresente, el mundo?; este relato pretende darnos una muestra de esta terrible situación.
El séptimo relato, "Jinetes del sol naciente", trata del viaje de Kull a los confines del mundo, en persecución de un hombre que lo ha injuriado. Este relato, esta repleto de paisajes espectrales, brumosos, y hace su aparición por segunda vez el enigmático personaje Thulsa Doom.
El octavo relato, “¡Con esta hacha gobierno!”, carece de elementos fantásticos, pero la trepidante acción que lo envuelve nos revela lo mejor de Howard, en un terreno donde él se siente de lo más cómodo.
El noveno relato, “El estruendo del gong”, es otro de los cuentos filosóficos. Luego de escuchar el resonar del gong, Kull, junto a la ventana de la habitación de su palacio, pierde el sentido y despierta en medio de una completa oscuridad, en una especie de vacío negro y terrible. De a poco comienza a recordar quién es y de donde viene. Una forma imprecisa se le aparece en medio del caos negro y comienza a hablar con él. Algunas de las maravillosas líneas de esta conversación: “Hay mundos dentro de los mundos, universos dentro de los universos. Existen cosas demasiado pequeñas o demasiado grandes para la comprensión humana. Cada guijarro de las playas de Valusia contiene incontables universos dentro de sí mismo, y él mismo, en su conjunto, forma parte del gran plan de todos los universos, como el sol que tú conoces. Tu universo, Kull de Valusia, puede ser un guijarro en la orilla de un poderoso reino. Has traspasado las fronteras de las limitaciones materiales. Puede que te encuentres en un universo que acabe formando la piedra preciosa que llevabas en el trono de Valusia, o ese universo que sabes se encuentra en la telaraña que hay ahí, sobre la hierba, a tus pies. Te digo que el tamaño, el espacio y el tiempo son relativos y no existen en realidad.”
Formidable historia.
El décimo relato, “Espadas del reino púrpura”, es todo acción, y hay una parte inolvidable, como la lucha de Kull en la escalera del temible jardín en las afueras del reino de Valusia.
El décimo primero relato, “Hechicero y Guerrero”, es una historia breve narrada por Brule mientras juega con Kull y un tercero al ajedrez. Trata sobre el enfrentamiento de Brule, en sus primeros años como guerrero picto, contra un hechicero vestido con pieles, con una calavera de león en su cabeza a modo de casco, y con un bastón como única arma.
Ya hemos hablado del décimo segundo relato, “Los espejos de Tuzun Thune”, maravilloso relato que nos recuerda a las inquietudes de la Alicia de Carrol.
Por último, tenemos “El rey y el roble”. Se trata de un poema en prosa breve, el cuál termina siendo una pesadilla del rey.
No pueden ser mejores mis impresiones sobre esta obra de Howard, la cuál ha sido tocada en algunos relatos por la pluma de Lin Carter.
Aconsejo con fervor la lectura de este libro, así como cualquiera de este gran escritor de lo fantástico y lo épico.

Escrita hace 13 años · 0 votos · @nikkus2008 le ha puesto un 10 ·

Comentarios

@Faulkneriano hace 13 años

Entusiasta reseña, pardiez. Desde luego, dan ganas de leerse el volumen. Con Howard no termino de tomar un partido claro: de un lado, me mosquean su fecundidad (es dificil creer que escribiera tanto en sus treinta años de vida sin repetirse siquiera un poquito) y sus planteamientos abiertamente racistas; de otro, me atraen su garbo narrativo, su imaginación tenebrosa y su estilo directo. Clark Ashton Smith y Lovecraft escriben mejor, pero ahí están los mundos de Howard, nada desdeñables...

@nikkus2008 hace 13 años

Hola!, en efecto, es entusiasta porque la realizé justo después de terminar el libro. Voy a confesar que en un principio tenía malos prejuicios con Howard hasta que leí "La piedra negra". Este relato me recordó el estilo cargado de Lovecraft, en cuanto a descripciones sobre todo. Pero si bien Lovecraft es un maestro, en un aspecto me gusta más Howard; y es que es más "hard" Howard que Lovecraft a la hora de la acción, es más explícito, mucho más explícito y gráfico que Lovecraft. En cambio, el ambiente creado por H.P.L es incomparable, mágico, y terrible, y es un gran poeta, además. En cuanto a Ashton Smith, su estilo es diferente de los otros dos, y esto es precisamente lo que me gusta de estos tres escritores: fueron contemporáneos, y sus estilos difieren, muchísimo. El ciclo Atlantis me parecío maravilloso; voy a empezar alguno de los otros cuatro libros que tengo.
Un abrazo!!!!