MAGALLANES EN LA CONQUISTA PERPETUA

Portada del libro MAGALLANES EN LA CONQUISTA PERPETUA

Autor
HUGO MARTÍNEZ VIADEMONTE
Título original
MAGALLANES EN LA CONQUISTA PERPETUA
ISBN/ASIN
9789872504847
Género
Ensayo
Editorial
GUARDACOSTAS
Publicación
2009
Edición
2009
Páginas
131
Creada por
EKELEDUDU

Sinopsis

“Probablemente en el mes de junio de 1468 un joven caballero español de 25 años murió, a espada de los moros, en una escaramuza previa a la toma de Granada por los Reyes Católicos que se concretaría recién en 1492.

Ese joven se llamó Martí Vázquez de Arce y su padre, Don Fernando, cumplió con el penoso deber de ir a buscar su cuerpo y llevarlo a lomo de caballo unos 500 kilómetros para sepultarlo en un acapilla privada de la ciudad de Sigüenza en el centro de España.

Corona su sepulcro una de las esculturas más famosas de España, magníficamente hecha de alabastro en la que el Caballero de la Orden de Santiago, esta yacente, reclinado sobre su brazo derecho, vestido con la armadura de combate, sin casco, mientras sostiene en la mano un libro que está leyendo.

Finalizaba la edad media, época en la que se sostenía como hecho incuestionable que “los libros mellan las espadas”, por lo tanto los caballeros no debían interesarse en cuestiones de cultura que algodonean el ánimo y oxidan la disciplina, condiciones opuestas al entrenamiento militar. El “Doncel de Sigüenza”, como se lo conoció más tarde, mostraba la imagen última de su paso por la vida con un mensaje opuesto al espartanismo medieval, insinuando un atisbo del espíritu renacentista que se inclinaba al estudio.

Había muerto heroicamente en combate defendiendo al Duque del Infantado, su señor, como lo imponían las normas de caballería medieval, pero descansaba para siempre leyendo un libro eterno. Sin saberlo confirmaba el texto de la Canción de la batalla de Maldón:



Será más robusto el pensamiento,

Más afanoso el corazón,

Más alto el ánimo.

Cuando amaine nuestra fuerza



A este caballero que supo amalgamar su espada con la cultura; sus deberes de estado, con la búsqueda de la expansión intelectual que proporciona el libro, le encomiendo las páginas que siguen, dedicadas a otro caballero, Fernando de Magallanes, también soldado, leal a su señor tanto sea Manuel el Afortunado de Portugal o Carlos I de España y que no rehusó largas horas de estudio en la biblioteca marina más importante de la Europa de su tiempo, convencido, como el Doncel de Sigüenza, que los libros no mellan las espadas”



HUGO MARTÍNEZ VIADEMONTE

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