Sinopsis
Carpenter es un superviviente a destiempo de una forma de entender y practicar el cine, la del Hollywood del sistema de los estudios, y sus películas intentan casi siempre trascender la realidad del momento en que han sido concebidas, evitando de paso caer en las redes de la falsa nostalgia y del estéril viaje al pasado para reencontrar el esplendor perdido. Su cine no es en absoluto retro un término que incomprensiblemente sólo se aplicó en los años setenta al cine negro y al melodrama, cuando no pocas películas de terror lo eran-, aunque siempre ha dejado claro cuáles son sus influencias aquellos patrones narrativos y estéticos sobre los que se apuntala toda una obra fílmica y que pertenecen a una gran y perdida tradición de contar: las películas de terror y de ciencia-ficción de serie B de los cincuenta, el cine fantástico británico de la misma época, la serie del doctor Bernard Quetermass creada por Nigel Kneale, los cómics de horror de la editorial EC, los relatos pulp, la obra de H.P. Lovecraft y la narrativa de Alfred Hitchcock y Howard Hawks, aunque en el océano de motivos y referencias cinematográficas en el que lleva sumergido desde siempre hay espacio, y mucho, para William Castle y Orson Welles, o para Buñuel y Polanski.
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